En la más reciente emisión del programa Macondo de Caras y Caretas, la periodista y escritora española Olga Rodríguez compartió sus reflexiones sobre el conflicto bélico entre Israel y Gaza. Su análisis abordó tanto los acontecimientos en el terreno como las reacciones a nivel internacional.
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Rodríguez destacó la reciente crítica de Israel al secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, quien invocó el artículo 99 de la Carta Fundacional de la ONU para promover un alto el fuego entre Israel y el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás). La periodista subrayó la ironía de que, a pesar de este llamado a la paz, los bombardeos persisten, evidenciando que las palabras, aunque positivas, no son suficientes.
La controversia alcanzó su punto álgido cuando el ministro de Exteriores israelí, Eli Cohen, acusó a Guterres de ser un "peligro para la paz mundial" y respaldar acciones como el secuestro de niños y violaciones. Para Rodríguez, esta retórica evoca una distopía orwelliana donde la guerra se presenta como paz y la libertad como esclavitud.
La periodista también señaló el cambio de tono en las declaraciones internacionales, destacando el discurso del portavoz de defensa de la Casa Blanca de Estados Unidos, John Kirby, quien afirmó que Estados Unidos está haciendo más para aliviar el sufrimiento en Gaza que cualquier otra nación. Este contraste entre las palabras y las acciones revela una hipocresía que Rodríguez identifica como una nueva fase en el conflicto.
Además, Olga Rodríguez expresó su preocupación por la falta de acciones concretas para abordar la cuestión palestina. A pesar de las declaraciones favorables, la comunidad internacional permite que Israel prolongue su ocupación ilegal y desarrolle políticas que limitan la libertad y los derechos fundamentales de la población palestina.
Para la periodista, es fundamental pasar de las palabras a los hechos y abordar las resoluciones de Naciones Unidas y la Ley Internacional con valentía y altura.
En última instancia, Rodríguez instó a aprovechar la ruptura actual para reformar las Naciones Unidas y establecer un orden internacional basado en el respeto mutuo, en lugar de la imposición y los abusos.