El desfinanciamiento de la cultura que el Gobierno de Milei perseguía con su fracasada "ley ómnibus" está en línea con estas últimas polémicas declaraciones del presidente contra Lali Espósito, una artista "que siempre ha tenido expresiones políticas, sobre todo en cuestiones vinculadas al feminismo y a los derechos de las mujeres", contextualiza Goyburu, integrante de la Red de Politólogas.
El colectivo Actrices Argentinas y artistas como Natalia Oreiro, Dolores Fonzi, Andrés Ciro Martínez (del grupo rock Ciro y los Persas), Nicki Nicole, Ricardo Mollo (de la banda Divididos), Gustavo Santaolalla y hasta el español Ismael Serrano, entre decenas de referentes culturales, expresaron su solidaridad con Espósito ante los improperios del presidente, "que siempre ha tenido este perfil, porque no se ha puesto de repente a opinar con estas expresiones tan contrarias a la paz social", refiere la politóloga.
"Ahora, en su papel de presidente, utiliza esa forma de expresarse como una estrategia para distraer de los problemas reales, que tienen que ver con licuación del salario, los excesivos aumentos en transporte y en los servicios, como la electricidad, que pegan en la clase media-media baja", razona la experta.
A diestra y siniestra
Además de convertir a Espósito en el blanco de sus mordacidades, el líder de la coalición La Libertad Avanza (ultraderecha) también libra duros cruces públicos con Llaryora, el gobernador peronista de la segunda jurisdicción más importante del país y que a su vez tiene la mayor representación legislativa en la Cámara de Diputados, solo superada por la provincia de Buenos Aires (este).
"Falta que el presidente le pegue al Chapulín Colorado y ya no queda nadie en la Argentina, ya", ironizaba esta semana el gobernador cordobés.
Llaryora esperaba que el presidente se encontrara "algún día personalmente" con él y le pidiera disculpas por acusarlo de traidor a raíz del revés que sufrió el oficialismo en la Cámara de Diputados con su "ley ómnibus", normativa que entre otras cosas confería facultades legislativas al mandatario y autorizaba la privatización de empresas públicas.
Tras aclarar que no tenía ningún acuerdo previo con Milei para respaldar ese paquete legislativo, el gobernador de Córdoba recordó que los diputados que le responden respaldaron la normativa en general, por más que hubiera "discusiones en algunos artículos" a la hora de votarlos de forma particular, y defendió que su predisposición fue siempre brindar institucionalidad y trabajar con el jefe de Estado.
Por toda respuesta, el presidente señaló el jueves en una entrevista con la emisora local La Red que no estaba "en política para resolver problemas psicológicos", y aconsejó al gobernador que los resolviera "en el psicólogo".
El mandatario tiene entre ceja y ceja a Llaryora, a quien había cuestionado por subsidiar el festival de música privado Cosquín Rock, en una crítica en la que volvió a descalificar de manera peyorativa a Lali Espósito. "Todos los artistas que estuvieron ahí, por ejemplo Lali Depósito (sic), cobraron de la del Estado, pero Lali Depósito (sic) cobró de varios gobiernos", insistía esta semana en una entrevista con el canal de noticias LN+.
En su réplica, el gobernador de Córdoba defendió los eventos culturales como promotores del turismo y volvió a cuestionar las "listas negras" a las que recurre el presidente para señalar a los diputados que no acompañaron la "ley ómnibus" o a las artistas que no son de su agrado.
"Esto de poner artistas, periodistas y dirigentes políticos en listas y clasificarlos de traidores es fascismo", sentenció Llaryora en diálogo con el canal TN.
Goyburu introduce un inciso: no es lo mismo que el presidente descalifique a un representante del Poder Ejecutivo que a una artista sin cargo público, "cuyas decisiones son individuales y afectan a su carrera y a su público, que puede seguirla o no".
De palabras a hechos
Pero no solo con palabras Milei lleva adelante su cruzada de ajustes. El Ministerio de Economía eliminó el Fondo Compensador del Interior, que en 2023 repartió 102.000 millones de pesos (115,8 millones de dólares al cambio oficial) entre las empresas encargadas del transporte público de pasajeros en las localidades del interior del país.
El Gobierno también confirmó que ya no girará a las provincias el Fondo Nacional de Incentivo Docente, un aporte económico que hasta ahora se transfería a las 24 jurisdicciones del país para completar el pago de salarios a maestros y profesores y que ya no tiene vigencia.
Por entender que son "cajas negras de la política", el Ejecutivo también anunció este viernes que eliminará los fondos fiduciarios públicos, que existen hace 30 años y representan "cerca del medio punto de Producto Interior Bruto (PIB), en torno a los 2.000 millones de dólares," según cuatificó el portavoz presidencial, Manuel Adorni.
Estas herramientas, a las que recurre el Gobierno para transferir fondos a entidades fiduciarias (como bancos) para que los administren en su lugar, son utilizadas para financiar obras y proyectos públicos, por lo que también se verán afectadas las arcas públicas provinciales.
"Hay una incomprensión de Milei o de su fuerza política sobre cuál es la fuerza de los gobernadores y hasta cuánto ese poder es necesario para gobernar Argentina", examina Goyburu. "Por diseño institucional, Argentina requiere del acuerdo con los mandatarios provinciales para implementar medidas".
Bajo esa perspectiva, "elevar la discusión con los gobernadores puede ser muy útil en términos de distracción. pero no es la estrategia más inteligente a la hora de intentar pasar leyes por el Congreso", añade la politóloga. "Su enfrentamiento por redes sociales no es políticamente conveniente en un Gobierno con minoría parlamentaria".
El Gobierno de Milei, cuyo mandato comenzó el 10 de diciembre, pretende ejecutar este año un recorte del gasto público de 5 puntos del PIB para alcanzar el déficit cero, una de sus prioridades de gestión.
(Por Ana Delicado Palacios, Sputnik)
