“Tuve una premonición. Escuché a Milei y le dije: Oscar, a este señor hay que votarlo”, es el testimonio de la señora que está en redes sociales y es uno de tantos que se difunden del universo evangelista de apoyo a Javier Milei.
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Oscar cuenta: “Ella no sabe nada de política, pero contale al señor”. Y el señor, el periodista, pone el micrófono: “Dos domingos anteriores el pastor nos dijo que si van a votar al aborto, si van a votar a la igualdad de género, al matrimonio igualitario…”. Ahí ingresa de nuevo Oscar a escena: “…nos dijo que si votábamos eso que nos atuviéramos a las consecuencias”. “En las iglesias nos dicen que este muchacho es un elegido de Dios”, expresa Oscar.
Gabriel Aguirre comenta en la misma cuenta que difunde el video: “Soy cristiano evangélico y lastimosamente la gran mayoría de la Iglesia lo toman como a un liberador, cuando en realidad nuestro liberador es Jesús; pero bueno, mucha tristeza que usen el nombre de Dios para una campaña”.
Las derechas y la religión
América Latina se caracteriza por su diversidad cultural y también religiosa. Sobre este último aspecto, la arena que hasta hace unas décadas era dominada por el catolicismo, empezó a ceder ante otras expresiones de fe. Iglesias evangélicas, pentecostales y neopentecostales comenzaron a emerger con fuerza a partir de los años setenta, según la región, y a dialogar con el campo de lo político con más o menos intensidad. Estos cultos logran tener presencia en instituciones político-partidarias y permear de alguna manera también en la estructura estatal.
El crecimiento de las iglesias evangélicas tiene su correlato en las decisiones políticas de sus fieles. En principio se puede establecer que la movilización de ciertos valores y presupuestos morales no se traduce necesariamente en una identidad política evangélica. Asimismo, estos valores -la libertad religiosa en los años noventa o la defensa de la vida, la familia tradicional y por lo tanto la oposición a ultranza a la nueva agenda de derechos- suponen cierto potencial para materializarse en preferencias políticas que se traduzcan en el apoyo a determinados partidos o candidatos (Campo García y De La Fuente, 2020). Estos apoyos, al mismo tiempo, pueden ser utilizados por algunas iglesias para incorporar sus demandas a la agenda pública generando un espacio de intercambio entre lo político y lo confesional. Un aspecto no menor es que desde las dictaduras militares vividas en América Latina, se pensaba al pentecostalismo como un medio para contrarrestar al comunismo y lo que era considerado su aliado religioso, la teología de la liberación (Feria y Cabrera García, 2020).
No resulta para nada novedoso que existan intercambios, colaboración y acuerdos entre iglesias y partidos, ni tampoco entre las iglesias y las derechas. Estos vienen de larga data, pensemos en la ética protestante de Calvino y más tarde de Weber. Hoy es posible sostener que, en términos generales, la influencia de la religión en la política se manifiesta de manera diferente en la derecha y la ultraderecha. Mientras que la derecha tiende a mantener el statu quo, principalmente el sistema capitalista, y suele mostrar una flexibilidad y tolerancia hacia la coexistencia de diversas razas, religiones y culturas, lo que puede considerarse como una postura democrática, la ultraderecha actual a menudo se caracteriza por adoptar posturas más radicales, que se dan de la mano con propuestas racistas, xenófobas y religiosamente fundamentalistas. Además, se muestra particularmente intolerante hacia el multiculturalismo y movimientos sociales como el feminismo y las luchas por las libertades sexuales (Araujo, 2003).
Místico Milei
En el caso de Javier Milei lo religioso no está escindido de su actuación política. Desde la reforma constitucional de 1994 en Argentina el catolicismo dejó de tener el monopolio del vínculo con la política. Carlos Saúl Menem, de origen musulmán, tuvo que poseer, en 1989, la fe del bautismo católico para suceder en la presidencia al radical Raúl Alfonsín. De hecho, sus restos mortales descansan desde el 2021 en un cementerio islámico.
Milei, consecuente con su disrupción y sus transgresiones, ha manifestado su voluntad de jurar la presidencia por la Torá, el texto sagrado del pueblo judío. Milei ha sido criado como católico, pero se ha acercado a la cuestión judía últimamente, incluso se lo podría considerar como noájida -es decir, un no-judío que estudia los textos sagrados con el fin de convertirse-. El libertario sigue la guía espiritual del rabino Axel Wahnish, que es integrante de la comunidad judeo-marroquí argentina. Sin embargo, ha manifestado que podría tener dificultades como presidente en cumplir todas las mitzvá, las acciones correspondientes al judaísmo, como el shabat.
Más allá de las cuestiones de fe, Milei reconoce en el judaísmo un vínculo directo con la libertad. Sostiene que ser judío significa agradecer todos los días la libertad porque se recuerda la salida de su pueblo desde Egipto. También aparece en la economía con el axioma, divulgado principalmente por Milton Friedman, donde se expresa que no hay almuerzo gratis y recuerda la opresión egipcia donde los peces eran gratis, pero no tenían libertad. Milei utiliza estas imágenes como plataforma política: convoca a la liberación y al fin de la opresión estatal.
Los guiños al judaísmo continúan en el candidato libertario. Desde la comparación que hace de sí mismo y su hermana Karina con los hermanos Moisés y Aarón. La visita a la tumba del Rebe de Lubavitch, rabino Menachem Mendel Schneerson, en Estados Unidos. Rabino muy influyente, no solo para el judaísmo, durante el siglo XX.
Sus pasiones -de hecho Milei se compara con los personajes de Giacomo Puccini que son súper apasionados- influyen en sus concepciones políticas. Siguiendo los textos religiosos, por ejemplo, ha admitido que va a trasladar la embajada de Argentina en Israel desde Tel Aviv a Jerusalén (como también lo realizó Donald Trump). Geopolítica y religión a la orden del día.
Las fuerzas del cielo
En esa línea, la frase “las fuerzas del cielo” tiene origen bíblico, más precisamente en el Antiguo Testamento, en el libro de los Macabeos donde se expresa que “en una batalla la victoria no depende del número de soldados, sino de las fuerzas del cielo”. Se puede rastrear su uso en Milei en 2021 donde buscaba defender su novel espacio en el Parlamento, ya que solo poseía 2 diputados (Javier y Victoria Villarruel). La militancia virtual lo adoptó como identidad y a lo largo de estos últimos meses se ha transformado en slogan de la fuerza política al igual que su uso en merchandising.
De todas formas, La Libertad Avanza ha tendido puentes también con las iglesias evangélicas. Si bien esta unión o acercamiento no tiene la potencia ni la fuerza representativa que lograron Donald Trump o Jair Bolsonaro, referentes de la Federación Argentina de Pastores Evangélicos (FAPE) declararon que: “En algunos templos se predicó a favor de Milei”. Una lectura podría ser que en cierta forma estas iglesias vienen a suplir el aparato de militancia barrial y de territorio que a LLA parece faltarle, si bien es difícil de cuantificar. Una curiosidad de estos grupos religiosos es que, según su propio discurso, responden a una vocación misionera o a un llamado divino al que deben acudir, así lo decían al principio Oscar y su esposa en el video difundido sobre Milei.
En ese sentido, se podrían considerar algunos puntos: el carácter mesiánico no es visto de la mejor manera por parte de la colectividad judía. A su vez, no se puede establecer con certeza el peso que tienen las agrupaciones evangélicas sobre la elección en Argentina (se podría considerar que no tienen el peso que sí tuvieron en Brasil en 2018). Además, no se pueden olvidar los duros conceptos de Milei sobre el papa Francisco, de origen argentino (aquello de ser el representante del Maligno en la tierra por querer divulgar el comunismo).
En definitiva, el próximo 19 de noviembre, entre otras respuestas, vamos a tener alguna pista sobre el vínculo de Milei con la religión, su carácter mesiánico y cuánto influyó en su elección.
Referencias
Araujo, O. R. (2003). El presente de la derecha y la ultraderecha en el mundo. Revista mexicana de ciencias políticas y sociales, 46 (187), 177-201.
Del Campo García, M. E., & de la Fuente, J. R. (2020). ¿De movimientos religiosos a organizaciones políticas?: La relevancia política del evangelismo en América Latina. Documentos de trabajo (Fundación Carolina): Segunda época, (35), 1.
Feria, Y. R., & García, A. C. C. (2021). Neopentecostales y nuevas derechas: un vínculo para la conservación del neoliberalismo en América Latina. BAJO EL VOLCÁN. REVISTA DEL POSGRADO DE SOCIOLOGÍA. BUAP, 1(3).
*Valeria Bonomi: licenciada en Ciencia Política por la Facultad de Ciencias Sociales, estudiante de Maestría en Políticas Públicas por la misma institución, estudiante del Diploma en Comunicación Política por la Universidad Claeh.
*Federico Musto: licenciado en Ciencia Política por la Facultad de Ciencias Sociales, UdelaR; estudiante de la Maestría en Historia Política por la misma institución.