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Mundo fallo | Milei | Ian Moche

La Argentina del vale todo

Polémica por el fallo que avala a Milei en su ataque contra Ian Moche

El fallo abrió una discusión más amplia que trasciende lo judicial: ¿qué lugar ocupa el respeto por la niñez en una sociedad cada vez más atravesada por la violencia en redes?

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La Justicia federal de La Plata en un fallo polémico rechazó este lunes el pedido de la familia de Ian Moche, el niño de 12 años con autismo que en los últimos años se convirtió en referente de la concientización sobre la condición, para que el presidente Javier Milei eliminara de su cuenta en X (ex Twitter) una publicación en la que lo expuso y descalificó.

El fallo, firmado por el juez Alberto Recondo, sostuvo que el mensaje del mandatario no constituye un ataque contra el menor ni afecta su honra. Con esa interpretación, la resolución colocó en el centro del debate un delicado equilibrio: la protección de los derechos de la infancia frente a la libertad de expresión de un jefe de Estado que hace de las redes sociales su principal arma política.

Un presidente contra un niño

La controversia se remonta al 1° de junio, cuando Milei compartió un tuit que vinculaba a la familia de Ian con el kirchnerismo y mostraba fotos del niño junto a figuras de la oposición. En ese contexto, el presidente sumó su propio comentario contra el periodista Paulino Rodríguez, acusándolo de operar contra el gobierno.

La publicación provocó un fuerte repudio y la madre del niño exigió su eliminación. Ante la negativa del mandatario, la familia presentó una acción judicial para resguardar la integridad de Ian.

La defensa de Milei y el aval judicial

En la causa, Milei argumentó que su cuenta en redes es personal y no institucional, y que un reposteo no lo convierte en coautor del mensaje original. También sostuvo que la exposición pública de Ian como activista lo coloca en el terreno del debate político.

El juez hizo suyos esos argumentos. Recondo señaló que el mandatario actuó desde su “cuenta privada” y que sus expresiones no deben confundirse con actos de gobierno. Además, consideró que la crítica estaba dirigida al periodista y no al niño. Para el magistrado, ordenar la eliminación del tuit hubiera significado un límite indebido a la libertad de expresión.

Una decisión con consecuencias sociales

El caso abrió una discusión más amplia que trasciende lo judicial: ¿qué lugar ocupa el respeto por la niñez en una sociedad cada vez más atravesada por la violencia en redes? Para las organizaciones que trabajan en discapacidad y derechos humanos, el fallo legitima que el presidente de la Nación pueda confrontar públicamente con un niño y ampararse en la libertad de expresión.

Mientras tanto, la familia de Ian insiste en que la publicación no solo expuso al menor al hostigamiento digital, sino que también deslegitima su activismo en favor del autismo.

La resolución judicial, lejos de cerrar el tema, deja planteada una incómoda pregunta: ¿hasta dónde llega el derecho de un presidente a expresarse en redes sociales cuando del otro lado hay un niño de 12 años?

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