Colectivos defensores de los derechos humanos, agrupaciones de familiares de desaparecidos y activistas feministas de Ecuador exigen la renuncia del ministro del Interior, Patricio Carrillo, en un plantón en Quito, para demandar justicia en el crimen de la abogada María Belén Bernal, quien estaba desaparecida desde el pasado 11 de setiembre.
Hacete socio para acceder a este contenido
Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.
ASOCIARMECaras y Caretas Diario
En tu email todos los días
"Fuera Carrillo, fuera", coreaban los manifestantes en las afueras del Ministerio de la Agricultura, en las céntricas avenidas Amazonas y Eloy Alfaro, a donde llegaron convocados por Elizabeth Otavalo, la madre de Bernal.
Carrillo ha sido señalado por las irregularidades que se cometieron en este caso y por declaraciones suyas en medios de comunicación en las que responsabiliza a la guardia de la Escuela Superior de la Policía, y no al agresor, del suceso.
María Belén Bernal fue vista por última vez el 11 de setiembre, cuando ingresó a dicha escuela de formación policial a visitar a su esposo, el teniente de policía Germán Cáceres, ahora prófugo de la justicia.
Tras una discusión en la que se oyeron gritos, ruidos y golpes, se desconocía su paradero.
En la tarde del miércoles, la Fiscalía General del Estado dio a conocer el hallazgo de un cuerpo en un cerro del norte de Quito y dijo que se le realizarían las pruebas correspondientes.
Sin embargo, desde Nueva York el presidente Guillermo Lasso se apresuró a confirmar que se trataba de Bernal y ofreció sus condolencias a la familia de la abogada.
"Todavía no tenemos las versiones de Elizabeth Otavalo; nosotros necesitamos respuestas claras y eficaces que en un momento no podemos indicar si es que es verdad o no que es María Belén quien apareció", señaló a la Agencia Sputnik Miroslava Cando, una de las participantes en el plantón, que se convocó previo al hallazgo del cuerpo.
Otra manifestante, que omitió su nombre, señaló su indignación al exponer que "las autoridades debían haber tomado las medidas necesarias para poder inmediatamente responder al problema que hubo en la Escuela Superior de Policía".
En tanto, la Policía Nacional del Ecuador, institución a la cual pertenecía el presunto victimario, emitió un comunicado en el que calificó el crimen de "atroz" y señaló que avergüenza a todos porque "es inaceptable que un policía haya privado la vida de otra persona, cuando el deber de todo policía es servir y proteger a la ciudadanía".
(Vía Sputnik)