Masatoshi está colaborando con la investigación y reconoció la ilegalidad y peligrosidad de sus acciones. La mayoría de las pruebas de su actividad de inteligencia fueron documentadas por él mismo, ya que hizo informes detallados de cada día de su estancia en Bielorrusia e incluso guardaba 47 pasajes de trenes en los que se desplazó a la zona fronteriza.
¿Cómo le encargaban las misiones?
El espía recibía encargos del exmarido de su hermana, que también es agente de inteligencia en Japón. Ambos mantenían un diálogo permanente vía mensajes, que se intensificaron durante las protestas en Bielorrusia en 2020 y el inicio de la operación especial militar rusa en Ucrania.
Alexéi Zajárov, general de división retirado y jefe de contraespionaje militar en 2008-2012, dijo que los dos espías utilizaban dos canales para transmitir información: "el principal y el de reserva, y el de reserva se organizaba a través de la embajada japonesa en Minsk".
Biografía del espía
Masatoshi se trasladó a la ciudad bielorrusa de Gomel, cerca de la frontera con Rusia y Ucrania, en 2018. Dos años antes, en Kupiansk, actualmente en la zona de la operación militar rusa, se convirtió al cristianismo ortodoxo y más tarde contrajo un matrimonio simulado con una mujer bielorrusa, de la que posteriormente se divorció.
El detenido es abogado de formación, pero llegó a Bielorrusia como empresario. Sin embargo, durante los seis años que ha estado en el país, su empresa no le ha dado ningún beneficio ni ha firmado contrato. Masatoshi también consiguió trabajo como profesor de japonés en la Universidad Estatal de Gomel. Como señala Zajárov, no necesitaba dinero para vivir, ya que los servicios de seguridad japoneses le proporcionaron una tarjeta de crédito con gastos ilimitados.
FUENTE: Cable de RT.