El número de residentes de Nagorno Karabaj (Artsaj para los armenios) que llegaron a Armenia en los últimos días se elevó a 28.120, comunicó el servicio de prensa del gobierno armenio. Más temprano este día, la portavoz del primer ministro armenio, Nazelí Bagdasarián, informó sobre 20.000 desplazados.
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"Hasta las 20.00 horas del 26 de setiembre, 28.120 desplazados forzosos entraron en la República de Armenia desde Nagorno Karabaj", indica la nota recogida por la agencia Sputnik. Por otra parte, France24 reportó una explosión de un depósito de combustible, en la noche del lunes, en pleno éxodo, que dejó al menos 20 personas muertas y otras 290 heridas.
Destaca que los ciudadanos que no tienen un lugar de residencia predeterminado reciben un alojamiento adecuado del gobierno.
A su vez, la ministra de Salud armenia, Anait Avanesián, declaró a los periodistas que 125 cuerpos de los muertos durante las hostilidades fueron transportados a Armenia desde Nagorno Karabaj para su identificación.
France24 a su vez indica que las agencias de noticias de Rusia, país que tiene desplegadas tropas de paz en la zona, reportaron que al menos 6.650 personas han cruzado a Armenia desde la región, autoproclamada como República de Artsaj desde 1991.
Cientos de vehículos siguen en el camino hacia Armenia. Las familias, con sus pertenencias en el techo, pasan primero por el último puesto de control azerbaiyano antes de entrar en territorio armenio y llegar a Kornidzor. Muchos siguen después hacia la ciudad de Goris, donde un teatro se transformó en centro de ayuda humanitaria.
Anabel Ghulasyan, de 41 años, del pueblo de Rev, llegó a Goris con su familia en minibús, llevando sus pertenencias en bolsas.
"Vivimos días terribles", describió a la agencia de noticias AFP.
Aunque el presidente azerbaiyano Ilham Aliev prometió que se "garantizarían" los derechos de los armenios en la región, autoproclamada en 1991 como República de Artsaj, muchos de ellos se niegan a vivir bajo el control de Bakú. Además, señalan que temen una posible represión de las nuevas autoridades hacia su etnia. Se van, dejando atrás su vida y sus hogares.
"Si tengo la oportunidad de volver, lo haré", afirmó a AFP Khachatur Aydinyan, un pastor de 62 años. "Me entristece dejar atrás a mis ovejas", agregó.
El domingo, el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinián, instó a establecer mecanismos eficaces para que los armenios de Nagorno Karabaj puedan quedarse en sus hogares, protegidos de las limpiezas étnicas, y alertó al mismo tiempo de que el éxodo hacia Armenia podría ser la única vía para salvar sus vidas e identidad.
Ataque azerí
El 19 de setiembre, Bakú anunció el inicio de una "operación antiterrorista" en Nagorno Karabaj para lograr "la retirada de las tropas armenias" de ese territorio.
A su vez, Ereván negó la presencia de sus tropas en la región y tachó la operación de una "agresión" contra el pueblo de Nagorno Karabaj.
Al día siguiente, el Ministerio de Defensa azerbaiyano anunció que se había llegado a un acuerdo sobre una tregua en Nagorno Karabaj, cuyas condiciones incluyen, en particular, el desarme y la disolución de las formaciones ilegales armenias en la región.
El jueves pasado, representantes de Bakú y de la comunidad armenia de Nagorno Karabaj celebraron una primera ronda de negociaciones que se centró en temas de la reintegración.
Armenia y Azerbaiyán libraron dos guerras por Nagorno Karabaj desde que ese territorio, de población mayoritariamente armenia, decidió separarse en 1988 de la entonces República Socialista Soviética de Azerbaiyán.
La primera, en 1992-1994, terminó con la victoria de los secesionistas; durante la segunda, en 2020, Bakú recuperó varios distritos y el dominio militar sobre el terreno.
(En base a información de Sputnik y France24)