Ricardo Larrañaga, integrante de la Organización de Usuarios de Salud del Oeste, narró a Caras y Caretas Portal, como el aumento de la pobreza viene impactando, pandemia mediante, en los sectores más vulnerables del Municipio A de Montevideo al que pertenecen los barrios de la Teja, Cerro, Paso de la Arena, Nuevo París, Santiago Vázquez y todo el área rural desde Pajas Blancas hasta Punta de Espinillo.
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En el Municipio A viven aproximadamente 209 mil personas y el 40% hasta hace un año atrás en usuarios de ASSE, pero ese número se ha incrementado.
El Municipio cuenta con 27 policlínicas de ASSE, 5 policlínicas municipales y entre 10 y 15 policlínicas de prestadores privados.
Sin Remedios
Larrañaga recuerda que en abril del 2020 en la policlínica de la Teja no se pudieron entregar medicamentos. «Hicimos una solicitud a la INDDHH para que investigara el tema y se recibió tres respuestas distintas. Las autoridades de ASSE dijeron que No hubo falta de medicamentos. Desde el Maciel se dijo que la faltante tanto en sus policlínicas como en las de la RAP (Red de atención primaria), era un situación momentánea y desde la dirección Oeste se confirmó que efectivamente se habían quedado sin algunos medicamentos», expresa Larrañaga.
Luego a principios de este año se dió la situación de las listas de 50 medicamentos faltantes que provocó la renuncia de algunas autoridades y un llamado a Comisión del Presidente de ASSE, Leonardo Cipriani que hizo unas declaraciones no ajustadas a la realidad.
No todo es Covid-19
Larrañaga expresa que la emergencia sanitaria dificultó el acceso para poder atender otras demandas de salud, siendo las mas acuciantes las que tienen que ver con la atención de las Enfermedades No Transmisibles. «En ese sentido preocupa por ejemplo los casos de Cáncer no detectados a tiempo».
Otra situación tiene que ver con el seguimiento de los embarazos y al ausencia total de las medidas de prevención, promoción y cuidados de la Salud.
Un Informe del grupo de la Clínica Ginecotocológica A, de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República, integrada por el Doctor Briozzo alerta que : «se ha documentado recientemente un incremento de la prematurez y la restricción de crecimiento de los bebés en los primeros seis meses de la emergencia sanitaria en comparación con 2019, el año inmediatamente anterior. Estos dos grandes problemas perinatales, la prematurez y la restricción de crecimiento fetal, se relacionan también estrechamente con la hipótesis de la transmisión transgeneracional de las enfermedades crónicas en los contextos de pobreza,3 lo cual le confiere una importancia mucho más allá del proceso del embarazo, nacimiento y primera infancia.De hecho, hoy se sabe que por mecanismos epigenéticos, estos recién nacidos afectados tendrán más riesgo en su vida futura de padecer enfermedades crónicas –diabetes, obesidad, aterosclerosis, infartos, problemas mentales–, mal denominadas “no transmisibles”, ya que en realidad sí son “transmisibles” por el riesgo incremental que existe en el proceso reproductivo en las condiciones de vulneración de derechos, pobreza, violencia e inequidad.»
Atención de la salud mental en rojo
Ricardo Larrañaga expresó a Caras y Caretas Portal que desde el año pasado se produjo en la periferia de Montevideo la renuncia de una importante cantidad de médicos psiquiatras lo que ha dejado un promedio de 2.000 usuarios sin cobertura.
«La salud mental tiene un fuerte componente sicosocial, no son solo genéticos, y el mayor problema de la presencia de falta de salud mental no esta asociado a la pobreza sino a la inequidad y no hay a quién derivar estos pacientes», expresa Larrañaga.
Recetando acudir a una Olla.
«En un hogar un niño empezó a presentar mareos y otras actitudes que llamó la atención de la madre y realizó una consulta. Lo que la profesional se encontró fue con un niño que junto a su familia estaba padeciendo falta de alimentación y le recetó urgentemente acudir a una olla para poder acceder a una parte de las comidas necesarias», cuenta Larrañaga.
«Acudir a una olla no es una situación tan sencilla para mucha gente. Para muchos hay un problema de organización interna del tiempo necesario para asistir, pero para otros que su sustento se basaba en su trabajo, es una decisión que implica asumir una nueva realidad de marginación».
La Organización de Usuarios de Salud pone especial atención en la situación de la infancia que junto al hambre y los problemas de desarrollo,compartiendo el informe que expresa a modo de síntesis: » De no revertirse esta situación, aumentará el riesgo de enfermedades crónicas socialmente transmisibles que pondrán en jaque al sistema de seguridad social y sanitario en las próximas décadas, ya que sería dable esperar un aumento de los nacimientos en el sector más vulnerado por la crisis económica que se avizora. Por este motivo, es posible que se incremente en nuestro país el peso específico de la reproducción en los sectores más vulnerados, y que estos a su vez tengan más riesgo de padecer enfermedades crónicas, amplificando el impacto, más aún con la tendencia marcada al descenso de la natalidad general reportado antes.»