Andrés Capretti, las renuncias y el ministro Heber

Vayamos por partes. Hablemos de las consecuencias que derivaron de las publicaciones de Caras y Caretas.

Las renuncias y el ministro

El mismísimo viernes pasado, a pocas horas de conocerse nuestro segundo informe, que incluía fotos de un chat por privado de Instagram en el que el Mono Capretti reconocía haber acosado a la víctima, y en el que también hablaba de una eventual extorsión a la denunciante, mostramos también una captura de WhatsApp que demuestra que el ministro Heber no era ajeno a los problemas que han salido a luz de Andrés Capretti.

Juana sabe que los grupos de WhatsApp de la interna de la 71, a esa altura, no hablaban de otro tema. En el correr de esa tarde, el ministro Heber publicó un tweet que sin lugar a dudas es digno de analizar. En el mismo, decía: “El Sr. Andrés Capretti no fue desvinculado de la Lista 71 ni del Ministerio del Interior. Sí me pidió él mismo, salida los grupos de WhatsApp hasta tanto se resuelvan los problemas de la Justicia”.

Si no fuera tan vergonzoso, daría para reírnos una semana seguida. No olvidemos que lo escribió y colgó en su cuenta de Twitter quien está encargado de velar por nuestra seguridad. La última vez que revisé su cuenta, llevaba 287 tweets directos en los cuales, menos lindo, le decían de todo. Juana supo que ese tweet calentó más a la barra de la 71, a tal extremo que dividió aguas. El joven diputado Juan Martín Rodríguez no se anduvo con chiquitas, desdijo al ministro en nota publicada por los diarios El País y El Observador.

Para el diputado Rodríguez, Andrés Capretti, fue desvinculado de la Lista 71 el viernes 15, unas horas después de leer el segundo informe de Caras y Caretas. El ministro Heber, contó una fuente de esas que conocen la interna como la palma de su mano, maduró la idea de qué hacer con el “Mono” durante todo el fin de semana.

Es más, se supo que el titular del piso 11 de la Torre Ejecutiva también se enteró en esas pocas horas que estuvo en Montevideo, entre viaje y viaje y asadito con sus hijos, y sugirió bajarle el pulgar al inquieto Mono Capretti.

Cuando comencé a preparar este informe, recordé unas palabras que me susurró al oído una importante figura del Partido Nacional, una vez que leyó el primer informe: “Me hartan los machirulos que se creen vivos”.

La suerte del Mono estaba cantada. El lunes de tarde primero nos enteramos que había renunciado al Partido y a la Lista 71. También supimos que Heber intentó calmar a la barra del grupo de WhatsApp, ahora sí “están bien hechas las cosas”. Pero la verdad tenía un sabor a poco y, al ratito nomás, conocimos la frutilla de la torta. El Mono Capretti renunciaba también al Ministerio del Interior.

El martes, después de un evento, el ministro Heber fue consultado por los medios sobre la renuncia y respondió: “Es un tema que ya está resuelto, renunció y se apartó del Partido”. Consultado por los periodistas sobre si había hablado con Capretti, dijo en tono amistoso: “¿Cómo no voy a hablar con él?”. Ante la insistencia de los periodistas por más detalles, se fue con la misma sonrisa diciendo “buenos días, muchas gracias, hasta pronto…”, saludando con las manos al estilo de un murguista en la bajada del Ramón Collazo, después de una gran actuación. No es el caso.

Sin duda, una de las peores declaraciones de nuestro ministro del Interior. Ha sido un episodio muy mal manejado por el ministro y probablemente sus opiniones integran ya la colección de “lo miré a los ojos y le creí”, “¿cómo no voy a creerle a un amigo?” y “¿le parece que puedo no creer en aquel a quien entregué lo más importante: la custodia de mis hijos?”.

En verdad, y a cartas vistas, el ministro del Interior y la Lista 71 no cuentan con el asesoramiento comunicacional de Roberto Lafluf que, según sabemos, está muy preocupado ayudando al secretario de la Presidencia a ganar la interna. La verdad, se nota.

Este episodio, uno más que ha salpicado al buque insignia de Montevideo, del Partido Nacional, la malherida Lista 71, no ha provocado un solo comentario de legisladores o dirigentes del Partido de Gobierno.

Sorprende también el mutis por el forro del Honorable Directorio que, frente a una denuncia de acoso sexual que involucra a un conocido hoy exdirigente, no se ha pronunciado. No olvidemos que existe un protocolo que prevé tomar cartas en el asunto frente a este tipo de denuncias. Pasaron dos semanas desde que Caras y Caretas publicó el primer chat que vincula a Capretti con el abuso y la violencia de género y, hasta ahora, silencio absoluto desde la calle Juan Carlos Gómez.

Raro el accionar del Partido, porque se apuró en transmitir a los medios la renuncia de Capretti del lunes de tarde. Juana, que, como siempre dice, es mal pensada y se jacta de ello, cree que así intentó subsanar una sutil omisión, cuando estábamos esperando una reacción desde el mismo ocho.

Las renuncias y el Mono

El inquieto Mono Capretti, según pudo saber Juana, pasó el fin de semana en su lugar en el mundo: su casa de Bello Horizonte. Alejado ya de los grupos de WhatsApp de la 71, tuvo tiempo para pensar y redactar su renuncia.

Mientras tanto, con pocas fichas para mover, armó una estrategia. Habló con algún medio amigo y esperó tranquilo la llegada del lunes y su reunión prevista para esa tarde con el ministro Heber.

Las cosas no le resultaron como esperaba. Más allá del favor que le hizo Nacho Álvarez en la mañana del lunes, cuando trató el tema en el programa La Pecera de Azul FM, a la hora de llegar al despacho del ministro se encontró con una sorpresa. Tenía que renunciar al Ministerio.

Es decir, a partir de la tarde de ese lunes pasó a ser exintegrante del Partido Nacional, de la Lista 71 y exasesor del ministro del Interior.

Como sabemos que Capretti no es ni licenciado en Bioquímica ni profesor de Física ni de Química -como supo poner en distintos currículums- y tampoco terminó la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación en la Católica, ha quedado literalmente a la intemperie.

Juana hizo las consultas del caso y pudo saber que el cargo que tenía Capretti no genera subsidio. Por ello, tal vez vuelva a dar clases de Física y Química en su casa, a liceales que andan flojos en esas materias, o vuelva a arreglar computadoras, temas que no le son ajenos.

La renuncia y los medios

La renuncia de Capretti, provocada después que Caras y Caretas diera a conocer los chats que lo vinculan a violencia de género y acoso sexual en el ámbito laboral, que hoy está a cargo de la Fiscalía de 7o Turno, tuvo su repique en los medios. El programa La Pecera de Nacho Álvarez intentó embarrar la cancha y solo vinculó a la denunciante con el exdirector de Convivencia Ciudadana del ministerio, Santiago González.

Juana supo, desde el minuto cero en que conoció a la víctima, que le habían atribuido una relación con Santiago González, que derivó en una denuncia que está a cargo del fiscal Diego Pérez, un viejo conocido de Caras y Caretas. En este caso, la denunciante también está representada por el estudio Juan Fagúndez.

El programa de Radio Universal, Punto de Encuentro, también abordó el tema. En una larga nota en la columna Alfiles y Peones del periodista Pablo Fernández, habló la denunciante, otra víctima y el renunciado Andrés Capretti. Los medios gráficos también abordaron el tema. Una extensa nota de El Observador, otra del diario El País y todos los portales. Nadie quiso quedarse afuera. Todos, de una manera u otra, han ayudado a Andrés Capretti.

Creemos que la función de los medios es otra. Es la de no mezclar los tantos. En eso anda siempre nuestro trillo.

La víctima, que ya declaró en dos oportunidades en Fiscalía, ha presentado un cúmulo de chats que demostrarían el acoso sexual de que fue objeto en su privado de Instagram y, en la Semana Santa de este año, a través de su WhatsApp. Mezclar las cosas no colabora a esclarecer las responsabilidades.

Consultado el Dr. Fagúndez por Juana para Caras y Caretas, manifestó que lo esencial ahora es poder analizar la denuncia que por más de tres horas la víctima realizó ante la fiscal Alba Casal. También es necesario, sostiene Fagúndez, analizar por qué se perdió una denuncia realizada en el mes de abril pasado en la Seccional 13 y el Zonal 12 de Violencia de Género (que fue denunciada por Caras y Caretas en su número 1134).

La renuncia y las víctimas

Juana ha conversado con más de una víctima del Mono Capretti. Sabe, por los relatos recabados, que el hoy indagado Capretti ha tenido un patrón de conducta que se reitera siempre. La mayoría de sus relaciones nacieron en el ámbito laboral. Así arranca. Alguna de las víctimas nos ha dicho que no descarta denunciarlo ante la Fiscalía que lleva adelante el caso.

En la búsqueda de información para este informe, Juana supo que los problemas de Capretti no son nuevos. En el año 2019, en plena campaña electoral, fue denunciado por violencia de género en la Seccional 15 de Montevideo por la madre de una de sus hijas, todo lo que derivó en un juzgado de Familia especializado en violencia doméstica de 9º Turno, (ver fotos). Esa información siempre nos hizo ruido por los tiempos en que ocurrieron los hechos, que no podían ser ajenos al ministro Heber, cuando lo designó como su asesor directo en el Ministerio del Interior.

La campaña electoral se ve que tenía muy activo al Mono Capretti, porque una de sus víctimas contó en el programa de Radio Universal que fue acosada sexualmente en el ámbito laboral por el denunciado, cuando ambos se desempeñaban en el histórico despacho del 4º piso que el entonces senador Heber tenía en el edificio de las Comisiones del Poder Legislativo.

Lo sorprendente es que la víctima no lo denunció en ese momento porque estaban en plena campaña y estaban por ganar las elecciones… Juana pudo saber que sí lo ha denunciado en más de una oportunidad a través de su cuenta de Twitter. Hace unos días había publicado: “Vas a caer, basura, por ahora agradecé que no hablé. Por ahora @monocapretti”. A las horas lo borró.

El lunes, después que se conocieron las renuncias del Mono Capretti, escribió un tweet: “Uno a cero”.

Las víctimas, que Juana conoce personalmente, le han dado información seria y documentada. Todas antes o después tuvieron miedo. Capretti abusaba del poder que tenía y se los hacía saber. Hoy la realidad ha cambiado y están dispuestas a denunciarlo formalmente.

La bancada del Frente Amplio del Senado, por unanimidad de sus miembros, ha presentado un pedido de informes al Ministerio del Interior, porque entiende que los hechos conocidos son graves. No alcanza con la renuncia de Andrés Capretti y quiere saber si se cumplió con el protocolo regulado por la legislación vigente.

La fiscal del caso decretó la reserva del expediente por 40 días. Mientras tanto, Capretti no puede conocer los hechos denunciados y la víctima, a pedido de la sede, tiene custodia policial permanente.

Juana y Caras y Caretas han cumplido con informar sobre un hecho de violencia basada en género del que tuvieron conocimiento. Los medios tenemos la obligación de denunciar y colaborar para que episodios de esta naturaleza salgan a la luz. En eso estamos. Y en eso anda siempre el trillo de Juana.