En enero, la presupuestación no fue votada por los dos directores sociales de ASSE: Natalia Pereyra (que representa a los usuarios) y Pablo Cabrera (que representa a los trabajadores), que se retiraron de sala. Ambos fundamentan su negativa en la próxima sesión.
Los directores alegaron que el trámite no estaba en el orden del día y que no estuvo en la reunión de despacho. A su vez, señalaron que la lista de presupuestados ni siquiera llegó junto a la resolución de aprobación, porque estaba en la oficina de recursos humanos.
Las críticas se debieron a que se presupuestó a decenas de funcionarios, de diferentes áreas, que no solo ingresaron en este período de gobierno, sino que fueron cargos políticos y otros de confianza, integrantes de la coalición hoy gobernante.
Críticas del Sindicato Médico del Uruguay
El Sindicato Médico del Uruguay (SMU) se sumó a las críticas y emitió un comunicado en esa oportunidad señalando que las recientes presupuestaciones de ASSE genera "dudas sobre la transparencia al desconocerse los criterios y fundamentos adoptados en el proceso". Además, el sindicato desmintió a Marcelo Sosa presidente de ASSE y destacó que "al menos 100 de los 480 presupuestados, no desempeñan funciones asistenciales", y que "un número importante de ellos corresponden a cargos de confianza".