cómo se llega a esta audiencia que, por cierto, viene cargada de dimes y diretes de un lado y del otro, y una nueva trama se suma al caso Penadés.
Juana, que sigue el caso desde el primer día, tiene la sensación de que estamos chapoteando en el barro. Ha hablado con otros colegas que siguen el mismo y con varios actores, algunos estelares y otros de reparto, que integran este complejo caso judicial. Todos, en mayor o menor medida, opinan como Juana: estamos bordeando el barro y eso no le gusta, y trata por todos los medios de alejarse de él.
La previa de la audiencia
En la última audiencia (del viernes 11 abril), donde declararon dos nuevas víctimas en calidad de prueba anticipada, Juana sabe que el ambiente estuvo un poco caldeado y los gritos a la orden del día. La defensa de Gustavo Penadés apeló, pero días después desistió de la acción en un escrito fundado. La estrategia, se centró en denunciar nuevas irregularidades, según sostienen los Dres. Guerrero y Robatto, defensores de Gustavo Penadés, cometidas por la Dra. Ghione y su equipo. Todas estas idas y venidas recayeron en la sede fiscal del Dr. Diego Pérez.
Siguieron pasando los días, la Dra. Laura Robatto cambió su estrategia, se paseó por varios medios de prensa denunciando a diestra y siniestra irregularidades en el desarrollo de la carpeta fiscal. Uno de los ejes centrales de sus denuncias es un viejo celular de Jonathan Mastropierro que, repetiremos una vez más, es víctima en el caso Penadés, y que refiere a una causa por la que Mastropierro ya pagó condena. Vale reiterar una vez más que desconocemos la trazabilidad de ese celular que estuvo durante más de dos años en manos de la Policía y fue agregado a la carpeta fiscal a pedido de la mismísima Dra. Alicia Ghione. De su contenido estamos hablando en este expediente desde hace exactamente un año, cuando todavía era defensor de Mauvezin el Dr. Fernandez Lechini, y en una acalorada audiencia del frío invierno del 2024 pedía a los gritos conocer su contenido.
Así están las cosas de enrarecidas entre la defensa de los formalizados y la Fiscalía.
Romina Papasso
Como si esto fuera poco, como se decía antiguamente, parió la abuela. El miércoles 24 de abril reapareció Romina Celeste Papasso para complicar las cosas y dar su nueva versión. Vale aclarar que Romina está cumpliendo prisión en el establecimiento penitenciario del departamento de Rocha por el affaire que la tuvo como protagonista en la falsa denuncia contra el hoy presidente, Yamandú Orsi.
El día 22 de abril pasado, Romina hizo una denuncia contra la Dra. Alicia Ghione, que básicamente se refiere a declaraciones que dieron lugar originalmente a lo que hoy conocemos como el caso Penadés. Quienes conocemos un poco el movimiento dentro del establecimiento penitenciario sabemos que no es tan fácil que una PPL, o sea, una persona privada de libertad, un día se levante y diga “tengo ganas de hacer una denuncia”, y alegremente la formalice. Debió contar con el aval de ciertos mecanismos dentro del establecimiento para ser trasladada a la fiscalía de Rocha desde el INR 23.
Juana conoce a Romina, como la mayoría de los periodistas que cubren el caso Penadés. Le hizo una larga nota hace dos años, y ha hablado en innumerables oportunidades en forma telefónica.
Romina es inteligente, simpática, pero con una manifiesta inestabilidad emocional. Le gustan las cámaras y el contacto con los medios de prensa, tanto o más que a un niño el dulce de leche. Todos sabemos que tiene un perfil emocional complejo, “border”, que a veces le juega malas pasadas: fabula, inventa, se enoja, se torna agresiva y, si tiene el celular de un periodista, puede llegar a llamarlo cien veces en un día con tal de lograr su objetivo. Después se arrepiente. Se da cuenta, porque es inteligente, de los riesgos en que ella se involucra sola y luego recula en chancletas. Esta vez no fue la excepción. Dijo que recibió plata para no culpar a Penadés y después se echó para atrás…
Juana tiene una idea bastante acabada de qué pasó en esta instancia con Romina. El tiempo lo dirá. Juana cree en Romina víctima, sus declaraciones originales, su relato y todo lo que vino después en sede fiscal y en sede judicial es una declaración sólida que siempre ha mantenido sin fisuras. Muchas veces Juana se ha preguntado, a lo largo de estos dos años, qué hubiera pasado con Gustavo Penadés aquella tarde, cuando una periodista de Canal 10 le preguntó si la conocía y él la ninguneó. En lo estrictamente personal, Juana cree que no hubiera pasado nada, que todo seguiría como estaba y Gustavo Penadés, el hoy exlegislador blanco, hubiera repetido su banca. Juana elige quedarse con esa Romina, la que tuvo la valentía de contar lo que le había pasado cuando era un jovencito del Liceo 12 del Parque Batlle y se topó con el formalizado Gustavo Penadés.
La elección de Romina Celesta para embarrar la cancha no es caprichosa. Tiene mucho que ver con algo muy técnico desarrollado por el Tribunal de Apelaciones en lo Penal de 4o Turno sobre el cómputo de la prescripción de los delitos tipificados a Penadés y sostenida también por la Fiscalía. Desacreditar a Romina Celeste Papasso interrumpiría la cadena de prescripción. El tiempo y la Justicia dirán qué suerte ha tenido esta aparición intempestiva en la cancha.
Juana habló con la defensora de Romina Celeste Papasso, la Dra. Frogge, quien nos manifestó enfáticamente que deslinda todo tipo de responsabilidad en estas declaraciones de Romina, por dos motivos: porque no las avala y porque, además, refieren a episodios en los cuales su hoy cliente era patrocinada por el Consultorio Jurídico de la Udelar.
¡Ay, Jonathan!
Juana también conoce a Jonathan Mastropierro. Sabe que es inteligente, despierto, pero que ha vivido una vida al límite. Ha pasado la mayor parte de su adolescencia y los últimos años de su juventud en instituciones del INAU o del INR, pagando sentencia por infracciones o delitos cometidos. Sin ir más lejos, actualmente tiene una tobillera electrónica y cumple condena por un delito en el cual le causó lesiones físicas a su víctima tras un problema de tránsito en la vía pública. Jonathan Mastropierro pidió cancha, y a fines de abril nos contó a los medios primero, y el día martes 29 a la fiscal Alicia Ghione y su equipo, que ingresaron a su domicilio particular y le entregaron 10 mil dólares para desdecirse del caso Penadés. Es decir, para cambiar su versión sobre lo ya declarado.
No olvidemos que Mastropierro, quien declaró en primera instancia como testigo, fue reconocido con estatus de víctima. Además, fue quien vinculó a Sebastián Mauvezin como el facilitador de “jóvenes” para el entonces legislador blanco Gustavo Penadés.
Juana ha conversado en muchas oportunidades con Mastropierro. Sabe que ha sido la figura central de la famosa trama montada por Gustavo Penadés para estafar a la Justicia, que ya se ha llevado puestos a seis condenados y está por llegar a un acuerdo de juicio abreviado el último de los formalizados, Fabricio Rodríguez.
Juana siempre recuerda que cuando entrevistó a Gustavo Penadés en su domicilio del Parque Rodó, una de las preocupaciones centrales del exsenador era Jonathan Mastropierro, con quien no negó haber tenido relaciones y al que dijo conocer perfectamente.
Jonathan Mastropierro es ante todo víctima en esta causa. Su historia de vida personal, difícil, dolorosa y de la que rehúye hablar cada vez que uno le pregunta, le ha curtido el lomo y lo ha llevado a seguir esta causa muy de cerca. Tal vez por eso conversa de más con la prensa, y Penadés le tiene miedo.
Se enredó la piola
Como si algo faltara a este clima, que no dudo en llamar de chapoteando en el barro, el martes 29 fue agitado para el caso Penadés. Juana sabía desde muy temprano que Jonathan Mastropierro sería trasladado desde su domicilio particular a la sede la calle Uruguay para ratificar en la Fiscalía de la Dra. Alicia Ghione sobre los U$S 10.000 que, según manifiesta, le fueron entregados para cambiar su declaración del año 2023.
A su vez, la Dra. Sandra Colman López, defensora de Jonathan Mastropierro, denunció haber recibido llamadas telefónicas intimidatorias a su celular en las que amenazan de muerte al equipo fiscal, a su defendido y a ella misma. Juana sabe, porque conoce a la Dra. Colman, que este tipo de llamadas se repitieron en varias oportunidades. Además de poner esto en conocimiento de la Fiscalía, hizo la denuncia policial correspondiente.
La Fiscalía elevó su denuncia al DPA y la indagatoria recayó en el fiscal de Delitos Económicos y Complejos, Gilberto Rodríguez.
A su vez, y como si no sobraran episodios para embarrar la cancha y enrarecer, aún más, el ambiente con que se llegará a la audiencia de la semana próxima, la Fiscalía tuvo conocimiento (a través de un PPL) de que Mariana Penadés, hermana del exsenador blanco, había ofrecido dinero a reclusos y policías para que mataran a Jonathan Mastropierro. Esta denuncia también recayó en el fiscal Gilberto Rodríguez.
Juana cree sinceramente que el caso Penadés es difícil, complejo, y que, más allá de que ahora quedan algunas audiencias por sustanciarse, la del miércoles próximo y la de la refomalización del acusado Gustavo Penadés, es hora de llegar a la etapa de acusación, evitar los dimes y diretes y dirimir lo que sea pertinente entre las defensas y la Fiscalía en juicio oral y público.
Juana sabe y no le gusta chapotear en el barro, pero también sabe que quedan muchas notas por escribir y un juicio que dará mucha tela para cortar y tendremos mucho para decir.