La situación del agua suministrada por OSE sigue despertando interrogantes. No hay definiciones claras sobre su potabilidad y los riesgos de su consumo y el gobierno no ha realizado, hasta ahora, ni una campaña de bien público para informar a la población sobre las circunstancias actuales.
Hacete socio para acceder a este contenido
Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.
ASOCIARMECaras y Caretas Diario
En tu email todos los días
Esta mañana el ministro de Ambiente, Roberto Bouvier, aseguró a la prensa que el agua de OSE, en estos momentos, "si vamos a puntos técnicos no es potable". El responsable de la cartera aseguró: "Hay una definición muy estricta, muy profesional que hizo la ministra de Salud Pública. El agua no es potable en la definición perfecta de la potabilidad porque no cumple estrictamente con los indicadores. Pero es bebible, que es otra definición que casi enmarca la otra".
Potable significa, estrictamente, "que se puede beber", de acuerdo con el Diccionario de la Real Academia Española; si no es potable, entonces, no es bebible. La segunda acepción, coloquial, es "pasable, aceptable".
¿Qué significa que el agua sea bebible, qué diferencias tiene con que sea potable? Hasta ahora no hay respuesta oficial. Cabe suponer, analizando los dichos gubernamentales de los últimos días, que se puede consumir sin riesgo para la salud.
Sin embargo, el Ministerio de Salud Pública recomendó utilizar agua mineral para la preparación de fórmulas de lactantes, determinó que la población que utilice medicamentos antihipertensivos y diuréticos deberá disminuir al máximo el consumo de alimentos con exceso de sodio y no beber más de un litro de agua de OSE y que los pacientes que padezcan enfermedades renales crónicas, insuficiencia cardíaca, cirrosis y las embarazadas deben evitar su consumo.
El sindicato de OSE reclamó respuestas claras por parte de las autoridades: "El agua potable significa determinados parámetros de contenido de sal, de trihalometanos, que es una cosa que queremos saber cuánto hay porque afecta la salud, además del sodio", dijo Federico Kreimerman, presidente de FFOSE. Además, pidió rebajas en la tarifa: "No se puede cobrar lo mismo si el agua es de peor calidad", sentenció.