Este debate sobre el rol del Estado y la libertad de mercado que ha durado décadas ha existido tanto a nivel global como en los niveles regionales y en el plano nacional más que cobrar actualidad recoge nuevos argumentos en el mundo post COVID reforzándose en el escenario que se transita actualmente y que se viene para los años venideros. Parece relevante traer la perspectiva global dado el escenario de políticas económicas que se viene planteando en nuestro país.
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Un aporte importante en la materia lo hace el reciente informe de Comercio y Desarrollo 2022 de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo publicado en los primeros días de octubre pasado y el debate de grandes expertos económicos a nivel mundial. En concreto ya previo al COVID en su edición 2019, el informe, había alertado sobre las fragilidades de las economías emergentes y las necesidades de medidas. En ese momento se afirmada que si no se tomaban medidas sobre las presiones y fuertes asimetrías muchos países en desarrollo se enfrentarían a situaciones muy problemáticas, luego vino el COVID y ningún análisis de los previos sirvió. En este 2022 de perspectivas muy complejas alertadas por diversidad de organismos a nivel internacional y analistas que reiteran sobre que las medidas tomadas a nivel de los países más avanzados pueden ser sumamente complejas llevando a un estancamiento global de largo tiempo. Las políticas descoordinadas de aumento de tasas de interés y ajuste fiscal buscando contener la inflación y llevando a mayores retracciones, sin atender las fuentes reales de inflación afectan colocando en un circulo viciosos a lo que se le suman hechos externos cada vez más complejos.
El combo suba de tasas de interés y ajuste fiscal, con la guerra Rusia Ucrania más los efectos post pandemia sin una orientación de políticas macro y visión a nivel global y en una economía mundial tan frágil y con un fuerte empobrecimiento de los más vulnerables puede ser terrible. En concreta el Informe mencionado destaca que, “en un momento de caída de los salarios reales, ajuste fiscal, turbulencia financiera y apoyo y coordinación multilaterales insuficientes, un ajuste monetario excesivo podría dar paso a un período de estancamiento e inestabilidad económica para muchos países en desarrollo y algunos desarrollados”. La continuidad de la política contractiva de la FED en EEUU en su lucha incansable y hasta parece mal rumbeada de la inflación afectarán enormemente al mundo y en especial a las economías emergentes.
Pero nos interesa que mucho de los temas que se anuncian en términos de las medidas de política económica y que en este 2022 se reiteran las diferentes crisis y tendencias marcaron la necesidad de generar medidas de intervención y asignar rol al y a los Estados para intervenir en dimensiones claves. La pandemia luego de diversos ejemplos de fracaso en el funcionamiento de los mercados, sumado a la existencia de un conjunto de instituciones como los Objetivos de Desarrollo Sustentables, los diferentes reportes y espacios de coordinaciones parecían alinearse a generar un esfuerzo a la búsqueda de un orden internacional que contemplara y buscara recomendaciones a nivel global que contemplaran. Más en el plano donde era evidente que los más vulnerables eran los más golpeados.
El aumento de las tasas de interés de los EEUU en busca de bajar la inflación, pero aun en un contexto donde la realidad de la inflación trasciende largamente a lo que es un problema monetario y surge luego de políticas de fuertes incentivos a la demanda, y contracción de la oferta, en un contexto de guerra comercial y tecnológico que se refuerza viene afectando al mundo. La autoridad monetaria estadounidense con sus medidas de aumento de las tasas de interés y reforzando las mismas afecta a todas las regiones subiendo el costo de la deuda y aumentando el descalce de monedas. Las economías emergentes generaron deuda post COVID para generar incentivos a la demanda y amortiguar los efectos de la crisis, pero se debe tener en cuenta que se dio en un contexto de tasas muy bajas con lo cual era relativamente bajo el costo de esa deuda. Si suben esos intereses las deudas soberanas aumentan y con importantes debilidades en términos de crecimiento, sumado al fortalecimiento del dólar a nivel mundial se generan importantes dificultades.
Nueva realidad mundial para pensar las medidas económicas
Más que nunca el mundo necesita una mirada global y las políticas deben ser pensadas en todos los planos. Cuando la globalización se intensifica, surge la paradoja que todo se volvió más proteccionista y las reglas multilaterales del comercio fue perdiendo peso. Al mismo tiempo los capitales se han fortalecido y se vive un proceso de concentración y aumento del poder corporativo que terminan determinando el rumbo de las actividades económico que controlan producción y comercio a nivel global.
Al mismo tiempo se vienen generando necesidades imperiosas de coordinaciones a nivel de políticas, en torno a una estrategia global que se fundamental en objetivos globales como es el cambio climático que requiere de acciones coordinadas. Pero al mismo tiempo la fuerte interrelación de las economías hace que no sea posible el pienso de la política económica y de desarrollo en forma aislada.
La crisis reciente causada por el COVID reforzó las vulnerabilidades y desigualdades existentes y de esta forma es claro que abordar las asimetrías, heterogeneidades y desigualdades es un requisito indispensable para pesar en crecimiento mundial. Más teniendo en cuenta que a pesar de que se mantiene esa dicotomía economías avanzadas y emergentes, esta últimas siguen cobrando peso tanto contando en este grupo a China o sin.
La necesidad de intervenciones parece más clara que nunca a pesar de que hace unos 40 años se viene defendiendo como una necesidad. El capital privado requiere dirección, existe una necesidad de orientación y dirección. El Estado debe regular, crear incentivos, marcar reglas e invertir y es el responsable y único de participar en actividades y desarrollo de funciones claves para generar y sostener el crecimiento. Ha quedado más que claro que el crecimiento no solo no es condición de distribución sino se generan las intervenciones necesarias. Las políticas industriales cobran actualidad como herramienta para aportar al crecimiento, competitividad e inclusión.