Las propuestas son claras y se enfocan en el diálogo. Parten de la necesidad de diversificar la matriz productiva mediante una Estrategia Nacional de Desarrollo que implique una amplia conversación nacional con la participación de todos los actores productivos, académicos y sociales. La articulación de un proyecto común es esencial para mejorar nuestra inserción económica en el contexto internacional y para sofisticar y diversificar la matriz productiva, todo ello centrado en la promoción del trabajo de calidad y el bienestar de la ciudadanía.
Uno de los temas centrales que se abordó es la necesidad de retomar el desarrollo de una política industrial que involucre la participación activa de los trabajadores. Esta política requiere la conformación de mesas de diálogo productivo sectorial, donde se construyan agendas que fomenten el desarrollo productivo, estableciendo un canal de comunicación efectivo entre Gobierno, trabajadores, empresarios y academia.
Además, se planteó la urgencia de invertir en ciencia y tecnología, así como fortalecer el rol del Estado en la economía. La generación de empleo de calidad debe estar íntimamente ligada al modelo productivo. Los sectores que sean capaces de incrementar la generación de valor son los que deben crear puestos de trabajo decente, con alta productividad y condiciones laborales adecuadas que garanticen altos ingresos.
La reducción de la jornada laboral se erige como un tema central en la agenda del Pit-Cnt, junto con la necesidad de financiar la educación con un 6 % del PIB, establecer un sistema nacional integrado de salud y atender las demandas en términos de cuidados y políticas de género. Estas propuestas no solo buscan mejorar la calidad de vida de los trabajadores, sino que también aspiran a construir una sociedad más justa e inclusiva.
La reunión del Pit-Cnt con el presidente electo marca un hito en esta transición política al abrir un espacio para el diálogo y la construcción conjunta de un futuro más equitativo. Queda claro que la agenda del movimiento sindical no solo es relevante, sino que es crucial para el desarrollo de políticas que beneficien a todos los sectores de nuestra sociedad. La colaboración entre el Gobierno y los trabajadores será fundamental para enfrentar los desafíos que nos esperan y avanzar hacia un modelo de desarrollo que realmente abarque a todos.