Paseyro destacó además que el programa se orienta especialmente a las poblaciones más vulnerables, con prioridad en niñas, niños y adolescentes. El ministerio, explicó, trabaja en un mapeo actualizado de la precariedad habitacional en coordinación con organismos que manejan datos sobre infancia y territorio. “Tiene que ser el Estado el que vaya hacia esa población”, señaló.
Intervención integral en vivienda
El presidente de Mevir, Andrés Lima, enfatizó que este programa retoma el espíritu original del organismo, históricamente vinculado a la atención de las familias más dispersas y vulnerables del interior del país. La iniciativa contempla una intervención integral que abarca tres grandes líneas de acción.
En primer lugar, se prevé la mejora o reforma de viviendas existentes, y, cuando la situación lo requiera, la construcción de unidades nuevas desde cero. En segundo término, el programa busca asegurar el acceso a servicios básicos como agua potable, energía eléctrica y, cuando sea posible, saneamiento.
Finalmente, el plan incluye la regularización de los terrenos, una condición clave para garantizar estabilidad, seguridad jurídica y sostenibilidad a largo plazo en los asentamientos rurales.
Un enfoque territorial
El nuevo programa se integra a una estrategia más amplia que incluye iniciativas como los planes Juntos, Mejoramiento de Barrios y Avanzar. En conjunto, estas herramientas buscan abordar, desde diferentes enfoques, las múltiples dimensiones de la precariedad habitacional en Uruguay.
Con esta intervención, el Ministerio de Vivienda apunta a una política habitacional que no solo atienda necesidades urgentes, sino que reconozca las particularidades de cada territorio y fortalezca la presencia del Estado en zonas rurales históricamente desatendidas.