Luego de participar en el plenario del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) en París, donde participaron más de 200 jurisdicciones de la Red Global y observadores de organizaciones internacionales vinculadas al combate al lavado de activos, el secretario de la Secretaría Nacional para la lucha contra el Lavado de Activos y Financiamiento del Terrorismo (Senaclaft), Jorge Chediak, habló con Caras y Caretas sobre la situación del lavado de activos en Uruguay, sus consecuencias y por qué es tan difícil investigar este delito. De la entrevista también participó Gustavo Misa, supervisor de Fiscalización de la Senaclaft.
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Recientemente acudió al plenario del GAFI en París. ¿En que se enmarca este encuentro?
Jorge Chediak: El GAFI tiene tres plenos por la magnitud de la organización, entonces hace un pleno en febrero, uno en junio, y el tercer pleno en octubre. En este particular, el presidente del GAFI quería tener una reunión cara a cara con los presidentes de las filiales regionales. Ese fue el motivo de mi viaje. Asistir y hablar directamente con el presidente. Él quería tener una reunión con todos los presidentes, es la primera vez que se hace una reunión de este tipo. Hablamos de los temas comunes, la recuperación de activos en el mundo está en el 1%, lo cual no habla demasiado de la eficacia mundial del sistema, así que esa es una preocupación común. Justamente nosotros en este año que mantuvimos la presidencia pro témpore del Grupo de Acción Financiera de Latinoamérica (Gafilat), destacamos que hay que trabajar para el fortalecimiento de la recuperación de activos, que es un tema extremadamente complejo, que por supuesto, en general, es transnacional. Y además requiere de la cooperación de más de un país, y donde muchas veces los requerimientos de un país en relación a la inmovilización, realización, y entrega de bienes, no tienen las respuestas de los países requeridos. Así que básicamente es un problema global que tienen las 200 jurisdicciones del GAFI y ese fue uno de los dos o tres ejes que el presidente del GAFI planteó. Fue realmente muy interesante.
¿Las recomendaciones del GAFI son las adecuadas para todos los países?
JC: Como todo organismo que abarca un gran número de países, el GAFI es uno de los organismos de integración más masivos del mundo, obviamente sus directivas son globales y, por supuesto, admiten cierto margen de discrecionalidad nacional de acuerdo a las distintas realidades. Pero no hay otra alternativa que dar este tipo de directivas que básicamente son universales, porque refieren a todos los continentes.
Eric Geelan, consejero político de la Embajada de EEUU, dijo que en los últimos tres años faltó visión para combatir el narcotráfico y el lavado de activos. ¿Cuál es su visión respecto a este asunto?
JC: Yo me sorprendí. Estaba en el extranjero cuando vi las declaraciones. Quiero destacar un excelente relacionamiento con las autoridades de la Embajada de los Estados Unidos de América. En estos últimos tres años hemos tenido varias reuniones.
Vi una declaración en donde el consejero político señalaba que no tenía mucho sentido si hay lavado o no, y creo que nosotros hemos respondido que obviamente lavado hay. Sería una pregunta del estilo: ¿En Uruguay hay virus? Sí, hay virus, el tema es: ¿Tienen pandemia o no? ¿Está controlada o no? Obviamente creemos que ningún país del mundo está a salvo del fenómeno del lavado de activos. Es verdad que en las Américas, las tres Américas como territorio, tenemos aproximadamente el 37% del lavado de activos del mundo, que es un porcentaje relevante. Por ejemplo, en África no hay un porcentaje demasiado importante de lavado de activos en relación al nivel mundial, pero en las Américas, englobando las tres, sí lo hay.
Geelan también dijo que el nivel de conciencia en los riesgos es bajo. Nosotros venimos trabajando en eso desde que empezamos, y mis antecesores también. Uruguay como cualquier otro país es vulnerable. Mientras más claro lo tengamos todos, mejor funcionará el sistema.
Por lo que la pregunta no es si hay o no lavado de activos, sino qué caudal de lavado se puede tener. Yo creo que se ha hecho un esfuerzo muy importante, no solo en los últimos tres años. A través de las administraciones anteriores cuando se creó este sistema de prevención, se ha trabajado mucho para prevenir el lavado de activos. Y tengo la sensación de que ha tenido éxito. Cuando vemos algunas observaciones de algunos periodistas o referentes de la hermana República Argentina en relación al lavado de activos en Uruguay, la sensación que tenemos en general es que están bastante desfasados y que están hablando de un Uruguay de hace 15 o 20 años. Este Uruguay ha instrumentado toda la normativa de la mejor manera posible, y está tratando de robustecer los mecanismos de contralor, tanto en el Banco Central como en la Senaclaft. Por supuesto que hay muchísimo trabajo por hacer, y lo haremos, esta administración y seguro las que vengan.
Porque esto ha sido una política de Estado. Si ha habido una política de Estado (que las ha habido), esta es una de ellas. Sin duda que gobierne quien gobierne se ha seguido el mismo rumbo de seguir las recomendaciones del GAFI con las pautas de Gafilat, y fortalecer el sistema de prevención y de represión de la mejor manera posible.
Con respecto a la represión, se creó una fiscalía especializada en lavado de activos. No todos los países tienen una fiscalía especializada en esta materia. Uruguay ahora sí la tiene. Hemos puesto mucha esperanza en los resultados de esa fiscalía, que está empezando a trabajar en colaboración con nosotros. Me llamó la atención que lo destacara porque ese ha sido nuestro discurso. Sí, hay lavado, no en la proporción de otros países, pero la aspiración es reducirlo.
Tenemos culminada la Evaluación Nacional de Riesgo. Se han hecho en la parte técnica todas las mejoras y todos los ajustes de sintonía fina necesarios. El doctor Gustavo Misa y la doctora Patricia Laburu (supervisora del Área Jurídica de la Senaclaft) encabezaron este proyecto. Así que en pocos días vamos a presentar en sociedad esta Evaluación Nacional de Riesgo, será de libre difusión porque la transparencia en este asunto debe ser absoluta. Y luego tendremos que hacer la estrategia nacional para ir subsanando las debilidades y los deberes pendientes de esta evaluación nacional.
Gustavo Misa: Yo estuve en el evento en el que el asesor de la embajada realizó esas declaraciones. En realidad él habló prácticamente 20 minutos, y dijo otras cosas, entre ellas, que había tenido un muy buen contacto con todos los organismos. En esta administración junto al doctor Chediak hemos tenido cinco o seis reuniones con la embajada. Lo que pasa es que también hay que ponerlo en contexto. Eric Geelan está hace tres años en la embajada, no es que haya hecho un recuento histórico, sino que él hace dos años y algo vino a Uruguay. Él estaba en México y vino con muchísimas ideas y con una visión muy particular del sistema, obviamente debido a estar muchos años en México, donde hay gran presencia del crimen organizado, sobre todo de los cárteles de droga. Y es cierto que ellos desde la embajada, con Eric a la cabeza, tuvieron muchas ideas para aportar al sistema. Lo que pasa es que una cosa es traer ideas desde Estados Unidos para aplicarlas en Uruguay y otra cosa es la dinámica y el desarrollo de las instituciones en Uruguay.
Plantearon situaciones como el decomiso administrativo, o el mismo nivel de acceso que tiene el Departamento de Tesoro de Estados Unidos a los particulares, donde no hay, como acá, leyes tan fuertes de datos personales. Plantearon un montón de modificaciones y mejoras al sistema producto de lo que él decía, que había visto que en otras partes de América se estaba dando el desarrollo del narcotráfico al igual que en Uruguay, y algunas de ellas las tomamos y otras no porque obviamente tiene que ver con la dinámica y el Estado de Derecho de Uruguay, que hace que muchas veces no se puedan importar soluciones desde afuera, y también del presupuesto de las oficinas.
Sí es cierto que él ha planteado alguna preocupación, la realidad es que se ha reunido varias veces con nosotros, con el Banco Central también, creo que con Fiscalía y el Ministerio del Interior también.
De esa dinámica fue que se comenzó a trabajar en la creación de una fiscalía especializada en lavado de activos, estamos trabajando ahora (sin descuidar el sector privado) mucho con el sector público, hicimos varios cursos para fiscales, jueces, policías, para DGI, para Aduanas. También hicimos un curso de lavado en el Centro de Estudios Judiciales (CEJU), y tenemos proyectado un curso para la escuela de fiscales. Estamos trabajando en mejorar esa pata que creemos que es la pata que el sistema tiene más débil.
También nos enfocamos en la parte represiva del sector público, en la parte de prevención y de detección, que si bien todavía hay mucho por hacer, ya se ha trabajado en la parte de capacitación de jueces, fiscales y policías, que antes no se había podido hacer mucho.
Porque al final del día, el que va a condenar a un delincuente es el juez, el que va a investigar es el fiscal y el que va a participar es el policía, entonces si no capacitamos esa parte, por más que detectemos lavado de activos, tenemos una pata del sistema que tiene que estar a la misma altura que el otro, si no, se descompensa.
¿Esperan buenos resultados de esta fiscalía especializada en lavado de activos?
GM: Nosotros apostamos a eso desde un punto de vista integral, no es solo una fiscalía por la fiscalía en sí misma, es ese elemento con el apoyo de la Senaclaft como auxiliar de la Justicia, que es un poco lo que hemos estado trabajando con el fiscal. Y también apoyamos al Poder Judicial, porque si el Poder Judicial no tiene esa sintonía fina con lo que es el lavado de activos, con lo que son sus consecuencias para la sociedad, y entender la dinámica de los delitos, si un juez no entiende eso, probablemente no va a terminar condenado.
Aunque no sabemos si al final todo esto va a funcionar en el futuro, esperemos que sí, no va a depender solo de nosotros. Porque la gran vedette de eso es el fiscal. Podemos darle todos los insumos necesarios y capacitar a todo el sistema, pero después, si la fiscalía no lleva adelante la investigación, esto no va a funcionar.
JC: Nuestra apuesta es a mejorar. Habíamos señalado cuando empezamos hacia la concentración de esta materia en algunas fiscalías que fueron las de estupefacientes, ese intento no fue exitoso debido a que era fiscalías que estaban sobrecargadas. No es que no tuvieran la capacidad, sino que estaban sobrecargadas por su trabajo natural con los delitos precedentes. Por lo que la única alternativa era crear una fiscalía especializada, que se dedicara exclusivamente al lavado de activos, no hay muchas otras alternativas.
Luego de la creación de esta fiscalía, lo que nos queda es la capacitación de todos los operadores del sistema para investigar un delito que es muy difícil de investigar. Si fuera fácil, no tendríamos un porcentaje del 1% de recuperación de los activos ilícitos que se mueven globalmente en este delito, estamos hablando de centenares de miles de millones de dólares en el mundo dedicados al lavado de activos.
Difícil es para todos, pero hay que hacer las cosas mejor, cambiar, como decía Einstein: “Si seguimos haciendo lo mismo, tendremos siempre los mismos resultados”. La fiscalía especializada fue un cambio.
En la prensa vi que decían que hubo más de 60 condenas el año pasado. El tema es que la grandísima mayoría de esas condenas son por asistencia al lavado de los delitos precedentes. Por supuesto tienen un gran valor, y es muy importante que sean lo más numerosas posibles. Ahora, a los efectos del GAFI y de Gafilat, esas asistencias al lavado no son demasiado relevantes. Lo que le interesa a GAFI son las condenas por lavado de activos en la descripción del delito que ellos han hecho.
GM: El número real de condenas a los efectos de las evaluaciones es el de ocultamiento, transferencia, posesión, los delitos típicos del lavado. La asistencia es un delito periférico. Queremos tener más condenas por el delito típico del lavado de activos, que es el más difícil de investigar, porque lleva varias operaciones de blanqueo que el delincuente va poniendo a efecto de borrar el costado de la actividad ilícita.
Imagino que detrás de eso habrá toda una maquinaria. Quienes quieren esconder el origen del dinero contratan abogados, contadores, escribanos, para que asesoren en cómo ir ocultando el origen ilícito de los fondos.
JC: Es así, luego hemos ampliado el abanico. En Ecuador nos señalaron: “No se olviden de los asesores de inversiones, aparte de abogados, contadores y escribanos”. También cuentan con asesores bancarios. Tienen mucho dinero proveniente de los delitos precedentes al lavado, también tiene tiempo para ir estudiando dónde invertir con menor riesgo de ser descubiertos, qué modalidades usar para ocultar el origen ilícito del dinero, y cómo ir tomando distancia cada vez más de ese origen ilícito del dinero y para que no sea rastreable.
Muchas organizaciones son muy eficientes en el lavado y en el ocultamiento del dinero. Por eso es un delito muy difícil de investigar, no es un delito que se realiza al “calor de la pasión” o por impulsos de “brutal ferocidad”, para nada. Es un delito muy planificado, con asesoramientos profesionales muchas veces de gran nivel y multidisciplinarios.
Yo siempre digo que números espectaculares no tiene nadie. No hay país que pueda mostrar números espectaculares. Por supuesto habrá números mejores o peores, los nuestros son más bien bajos, pero buenos números no hay por la dificultad ontológica de investigar estos delitos y llegar hasta sus últimas consecuencias, que es lo que GAFI pretende, pero eso es dificilísimo para todos.
¿Cuál es el sector con más riesgos de ser utilizado para el lavado de activos en el país?
GM: El sector más vulnerado, no solo en Uruguay, sino en el mundo, no es el inmobiliario, sino el bancario. El sistema financiero es por donde entra la mayor cantidad de los activos ilícitos, pero por un tema de materialidad. El sistema financiero es por donde se mueve mayor cantidad de dinero. De hecho la materialidad en los movimientos del sistema financiero con el sistema no financiero no tiene relación alguna. Hay millones de movimientos financieros en un mes y capaz que en el sector no financiero hay una centena.
Dentro del sector no financiero, el sector inmobiliario es uno de los más vulnerados, pero no es el único, y hay algunos que ni siquiera tenemos en el radar.
Porque para lavar dinero no se necesita más que dedicarse a una actividad comercial, que puede ser una pizzería, un restaurante, un hotel, cualquier actividad puede servir para lavar activos.
¿Qué solicitaron a la Rendición de Cuentas?
JC: En la Rendición de Cuentas van dos modificaciones. Se incorporan como Sujetos Obligados las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD). Los clubes de fútbol son Sujetos Obligados, ahora, cuando estos transforman su naturaleza jurídica en una SAD, dejan de ser Sujetos Obligados, solamente por esa mutación de su naturaleza jurídica. En esta ley de Rendición de Cuentas se subsana esa situación que no tiene mucha lógica. Ahora van a tener las mismas obligaciones en relación al lavado de activos.
Lo otro es caminar, lentamente, hacia el fortalecimiento de la Senaclaft, creando 14 cargos técnicos. Porque la mayoría de los cargos en la secretaría son pases en comisión de otros organismos. Esa no es la mejor estructura porque no le da la estabilidad institucional que al GAFI y a GAFILAT les gustaría.