Seguramente que, por obvias razones, esta vez me parece que vengo con la guadaña en ristre. Veremos lo que pasa.
Mientras tanto, mientras pueda, yo voy a seguir militando con mis compañeros, fiel a mi manera de pensar. Entretenido con mis verduras, con mis gallinas. Porque no se cambia de matungo al final del río. Siempre he sido un terrón con patas y amo a la tierra. Y mientras el rollo aguante, voy a estar.
Quiero sí agradecerles y, además, transmitirles a las pibas y pibes de este país, a los jóvenes, que la vida es hermosa, que se gasta y se va. El quid de la cuestión de triunfar en la vida es volver a empezar cada vez que uno cae. Y que, si hay bronca, que la transforme por la esperanza.
Que luchen por el amor. No se dejen engatusar por el odio. Si los llega a atrapar la droga, no se queden solos. Nadie se salva solo. Pidan colaboración, luchen. La única libertad está en la cabeza y se llama voluntad. Y si no la utilizamos, no somos libres. Esto hay que entenderlo.
Este desafío lo tienen las próximas generaciones. La vida es tan hermosa que no tiene sentido que la sacrifiquen por estupideces.
Por lo demás, estoy agradecido. Y al fin y al cabo, que me quiten lo bailado”.
El mensaje completo de Mujica:
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