Incluso, el presidente del Pit-Cnt informó que ni siquiera las autoridades del MTSS habían sido informados de la situación.
“Realmente es un exabrupto contra los trabajadores que no se merecían esta resolución, así como también contra las autoridades y contra el país”, sostuvo Abdala, quien dijo que fue “una enorme tristeza” enterarse de la situación. “Es algo que nos convoca a todos, tanto a la sociedad uruguaya, como a los actores del mundo del trabajo, y a las autoridades salientes y entrantes, a reflexionar cómo cambiar las reglas del juego”, afirmó el líder de la central sindical.
GilG-pfXAAA8fH9.jpg
El gobierno buscará revertir la situación de la empresa Yazaki.
Yazaki en Uruguay era proveedora de los arneses de cable y de los sistemas eléctricos de los autos de Toyota y contaban con dos plantas, una en Las Piedras y otra en Colonia. De acuerdo con Abdala, en ningún momento la empresa había dado señales de querer irse del país, sino por el contrario, continuaba haciendo contrataciones y habían solicitado la prolongación del comodato del terreno en Canelones en donde estaba instalada la planta.
“Todo eso demuestra que la decisión fue absolutamente encubierta, y habla del talante moral del capital transnacional y cómo actuaron de manera traicionera”, consideró el presidente del Pit-Cnt.
Según dijo, esta situación pone de manifiesto la necesidad de que las autoridades revean con qué reglas y bajo qué parámetros debe moverse en nuestro país el capital transnacional.
Abdala aclaró que decisión de la empresa nada tuvo que ver con la conflictividad laboral
“Acá hay impuestos que han sido exonerados, localizaciones donde se instaló la industria que pertenecen al Estado. Estas actividades tienen que ser beneficiosas no solamente para la rentabilidad de la empresa, sino también para la propia sociedad. La industria automotriz no se basa en el libre comercio, es una industria en manos de empresas transnacionales y está estrictamente regulada, es absolutamente imprescindible una política industrial para un sector que genera divisas , trabajo de calidad y efectos multiplicadores positivos diversos pero en el marco de otro proyecto de región y de país ”, sostuvo Abdala.
Para el líder de la central sindical, cuando se dejan liberalizados los flujos comerciales del sector automotriz en la región, “lo que se está beneficiando es a las decisiones de localización o deslocalización que adoptan las transnacionales en función del interés unilateral de la rentabilidad”, manifestó. Y remarcó la necesidad de diversificar la matriz productiva e industrializar el país.
Asimismo, Abdala aclaró que la decisión de la empresa de irse del país nada tuvo que ver con la conflictividad laboral que, según dijo, no existió ni en la rama autopartista ni en la propia empresa Yazaki, sino más bien por un intento de maximizar beneficios.
“El derecho de huelga es un derecho legítimo y bien utilizado, y es un factor del desarrollo social y económico del país, pero en este sector no hubo, ya que existía un convenio de 4 años de antigüedad que regulaba las asambleas en el lugar de trabajo, que eran permitidas, coordinadas con horarios, que incluía la participación de todos, y en donde no existían niveles de conflictividad por encima de lo absolutamente razonable”, aseguró el presidente de la central sindical.
Para Abdala, el cierre de Yazaki “es muy importante”, ya que no solo afectó a los trabajadores directos, sino también a los indirectos. “Eso hace que el impacto sea aún mayor. Yazaki era la principal exportadora de su sector, y eso afecta severamente al sector autopartista”, indicó.