La posición de Cabildo Abierto (CA) de no votar en primera instancia la reforma jubilatoria que impulsa el presidente Lacalle Pou levantó polémica.
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Este miércoles con los votos de Cabildo Abierto (CA), el Frente Amplio (FA) y el Partido Ecologista Radical Independiente (PERI) la Cámara de Diputados aprobó una prórroga hasta el 30 de abril para que la Comisión especial que trata el proyecto de reforma jubilatoria siga considerando el tema. El límite para el funcionamiento del organismo era el 31 de marzo y es voluntad del Partido Nacional, y del Ejecutivo, aprobar la iniciativa para esa fecha.
El tratamiento del proyecto se ha visto enlentecido en la Cámara de Diputados por los reparos presentados por los legisladores de Cabildo. Esto pone en duda la voluntad del gobierno de que el proyecto sea aprobado el viernes en la comisión e inmediatamente después de Semana de Turismo por el plenario de la Cámara.
La discusión sobre la reforma jubilatoria tensionó a los socios de la coalición multicolor. Buscando una salida, el presidente Luis Lacalle Pou aceptó darle más tiempo a la comisión para que se apruebe en el Parlamento.
Muchas son las interrogantes que se plantean por la postura de los cabildantes. En pasillos del Parlamento son varios los legisladores nacionalistas que afirman, a quien quiera oír, que el líder de Cabildo Abierto, Guido Manini Ríos, está "presionando" al presidente Luis Lacalle Pou para que, a cambio de votar la reforma jubilatoria, el presidente se comprometa a que estarán los votos para apoyar una vieja aspiración cabildante: la ley de prisión domiciliaria preceptiva para mayores de 65 años que, entre otras cosas, beneficiaría a buena parte de los presos por violaciones a los derechos humanos detenidos en la cárcel de Domingo Arena. Desde Cabildo Abierto lo niegan, pero el tema está arriba de la mesa.
Fuero de eso, dicen los blancos, los cabildantes no tienen excusas para votar la reforma que impulsa el presidente de la República.