La noticia es simple. O, dicho de otra forma, son dos noticias simples en medio de una turbulencia política. Es -o son- así: el senador Juan Sartori, (casi) ausente de su banca en la cámara alta, enfrentado a capa, espada y posteos en X (ex Twitter) con la Junta de Transparencia y Ética Pública (Jutep), ya confirmó una sociedad política con Beatriz Argimón, vicepresidenta de la República, y, además, este martes (17 de octubre) uno de las figuras de su sector, Alem García, salió a la vidriera mediática para abogar por el reconocimiento a sus dotes ejecutivas -las de Sartori, claro- y a ¿justificar? sus ausencias en el Parlamento.
Hacete socio para acceder a este contenido
Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.
ASOCIARMECaras y Caretas Diario
En tu email todos los días
Lo más reciente: Alem García -vicepresidente de la Comisión Administradora del Río de la Plata (la CARP)- estuvo este martes en Desayunos informales, y el elenco de periodistas que conduce el programa matutino de Canal 12 arremetió con el asunto (o los asuntos, en realidad) más álgidos que giran en torno a la figura de Sartori.
Ante esto, García ensayó algunas explicaciones y defensas. En esa línea dijo que el líder de su sector "rinde más" en puestos y responsabilidades ejecutivas, entonces, estar en el senado le resulta más complejo. Por esta razón, él no puede calificar la actuación de Sartori como "no sobresaliente", pero sí como "muy buena o aceptable" -¿le faltó "se aprecia su esfuerzo, adelante" para rellenar el carné?-
Dijo García: "Por supuesto que no le pondría un sobresaliente; a mí me gustaría verlo siempre en el Senado, pero cada uno es como es". E intentando aclarar esta expresión agregó: “Si a alguno de nosotros nos ponen en un quirófano, seguramente no nos vamos a desempeñar bien. Juan Sartori rinde mucho más en un cargo ejecutivo, porque es hiper ejecutivo. Es complejo adaptar su personalidad, su forma de ser, su dinamismo, su fuerza, su capacidad de trabajo en un órgano deliberativo como el Senado, tiene que hacer un esfuerzo”.
Por esa cualidad "hiperejecutiva" es muy difícil para el cuestionado senador -cuestionados por muchos referentes de su propia colectividad y por la oposición- estar "horas y horas escuchando discusiones maratónicas".
Ahora, su situación, según Alem García, por supuesto, sería muy diferente si estuviera como jefe máximo de la Torre Ejecutiva. Esto es: "Si él tiene la oportunidad algún día de ser responsable del principal cargo ejecutivo que tiene el país, como es la Presidencia de la República, este país tendría otro ritmo muy diferente".
Con esta ¿expresión de deseo?, queda claro cuál es el rumbo que tendrá la otra noticia que se conoció en las últimas semanas: el acuerdo político-electoral que selló Beatriz Argimón, líder del nuevo sector Futuro Nacional, con Sartori para ir juntos a las elecciones internas de 2024.
La idea de este acuerdo sería, según afirmaciones de Argimón, darle fuerza a una corriente wilsonista dentro del Partido Nacional, que opere como alternativa al herrerismo que ya están en carrera con dos nombres que suenas muy fuerte: el de Laura Raffo y el de Álvaro Delgado.
No obstante, Argimón también aclaró que todavía no está definido si ella podría entrar en la competencia como precandidata.
A esto, Alem García volvió con otra expresión de deseo: “Yo quiero que Sartori sea otra vez candidato a la Presidencia". Y por ahora "no está descartada ninguna posibilidad”.