En entrevista con Legítima Defensa 2da Dosis de Caras y Caretas, el diputado del Frente Amplio, Alejandro Zavala, analizó las dificultades que atraviesa el debate del presupuesto en curso. Según afirmó, “los presupuestos nunca salen como entran”, pero esta vez el escenario es “mucho más complicado” por la necesidad de negociar artículo por artículo y obtener mayorías que el oficialismo no alcanza por sí solo.
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“El presupuesto tiene 700 artículos, con todo un capítulo dedicado a la estructura impositiva global, que incluye más de un centenar de disposiciones. Eso ha generado resistencia tanto de la oposición como de los empresarios de las zonas francas. Lo que se plantea es adecuarnos a una normativa internacional que permite cobrar impuestos a las grandes multinacionales que facturan más de 750 millones de euros al año”, explicó Zavala.


El legislador señaló que el margen de maniobra es estrecho debido a la situación de las cuentas públicas heredadas. “El gobierno anterior proyectaba un déficit del 3%. Pero al revisar los números nos encontramos con que el déficit inercial real es de 4,2%, es decir, 1.000 millones de dólares más. Ahí aparecen, por ejemplo, los 280 millones de deuda de ASSE y los 144 millones del Ferrocarril Central”, detalló.
Esa diferencia, dijo, recorta recursos desde el primer año de gestión: “Nos saca de la caja un montón de dinero con el que contábamos para políticas inmediatas. Hay que hacer converger las cuentas públicas al mismo tiempo que atender las prioridades programáticas del país”.
Infancia y adolescencia en el centro del mensaje
Zavala destacó que el mensaje presupuestal prioriza a los sectores más vulnerables: “Está muy enfocado en la atención a la infancia y la adolescencia, programas, becas estudiantiles y mayores recursos para la ANEP son parte del núcleo central”.
Al mismo tiempo, reconoció que las inversiones en infraestructura —carreteras, hospitales y vivienda— quedaron por fuera del perímetro fiscal para no agravar el déficit. “Son unos 800 millones de dólares anuales que se financiarán a través de esquemas de apalancamiento, como la Corporación Vial o mecanismos similares a las PPP. Con un flujo menor de recursos presupuestales se emite inversión privada que se paga en plazos más largos”, explicó.
El diputado subrayó que estos mecanismos no son novedosos: “No lo inventamos nosotros. La Corporación Vial del Uruguay existe desde antes de los gobiernos frenteamplistas, y en el último período incluso se hizo una adaptación para carreteras bajo un modelo similar a las PPP. La lógica es la misma: con un poco de dinero presupuestal apalancar inversión privada para concretar obras ahora y pagarlas más adelante”.