Por Edgardo Buggiano
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Cuando hablamos en los espectáculos previos al carnaval se veía mucho trabajo en la comparsa, pero hoy se mostró todo muy afiatado, entradas y salidas ajustadas con mucha dinámica.
Es que esto es ensayo y tener grandes técnicos como los que tiene esta comparsa. Gente que trabaja muy bien y los componentes, que ponemos todo lo que hemos aprendido en el correr de los años y que seguimos aprendiendo. Las cabezas abiertas para seguir absorbiendo nuevas cosas y seguir dando más arriba del escenario. Llevamos adelante algunas cosas que no habíamos podido hacer en la primera rueda porque no dieron los tiempos; tenemos más espectáculo que el que hacemos, pero tuvimos que cortar porque nos pasábamos.
Un cuerpo de baile parejito, el espectáculo en el que todos actúan, más allá de actores o cantantes, y una contraescena muy grande.
Es un trabajo integrado totalmente, de eso se trató desde el inicio. Los técnicos tenían esa misión de hacer que los integrantes de esta Sarabanda 2019 pudieran llevar a cabo un poco de todo porque eso enriquece el espectáculo y a todo el conjunto.
La historia es un canto a la Pachamama.
En la que los humanos no pensamos y sin ella nosotros no somos nada, a veces no la cuidamos y no tenemos en cuenta esos mensajes que justamente nosotros traemos en el espectáculo. Intentamos llegar a la gente a través de una fábula, siendo que las fábulas son fundamentales en la historia de África, de los ancestros de los que llegaron a estas tierras. Eso lo permiten las bases del concurso y a eso apuntó Ángela Farías, una excelente escritora de años en lubolos y una gran persona. Así fue que junto al resto de los técnicos se plasmó lo que vieron en el escenario esta noche.
¿Cómo la lleva la vedette Micaela Pintos? Hay un tema especial por su embarazo.
Ella se cuida mucho, pero tenía que estar en el espectáculo, por ella y por la hijita, pero además el padre es uno de los tambores, también es miembro de Sarabanda, así que está la familia entera. Quiero dejar un saludo grande a la familia de Cheché Santos, un referente, un amigo y un profesional como hay pocos, alguien del que aprendí mucho desde que lo conocí, en 1995, cuando trabajamos juntos. Una amistad de toda la vida; sé que esta noche estaba con nosotros y va a estar siempre acá, en el teatro.