Durante su primer discurso luego de asumir como secretario de Estado de EE.UU. Antony Blinken afirmó, que es propósito de la Administración Biden “cambiar el rumbo de las costosas intervenciones militares» y las políticas destinadas a un cambio de régimen en otros países”.
Hacete socio para acceder a este contenido
Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.
ASOCIARMECaras y Caretas Diario
En tu email todos los días
Blinken, señaló que habían sido “las pasadas intervenciones” de EE.UU. las responsables de la mala fama a la «promoción de la democracia», motivando así la pérdida de confianza del pueblo estadounidense, razón por la cual, expresó “la nueva Administración hará las cosas de manera diferente».
«No promoveremos la democracia mediante costosas intervenciones militares o intentando derrocar regímenes autoritarios por la fuerza», resaltó el funcionario del gobierno estadounidense, y agregó «hemos probado estas tácticas en el pasado. Por muy bien intencionadas que fueran, no han funcionado».
Otro de los temas del discurso del nuevo Secretario del Departamento de Estado se centró en China.
Al respecto señaló que China es «el único país con el poder económico, diplomático, militar y tecnológico” con capacidad “para desafiar seriamente el sistema internacional estable y abierto».
De acuerdo a Blinken, resalta RT, la gestión de las relaciones con el país asiático constituye «la mayor prueba geopolítica del siglo XXI», por lo que el enfoque a adoptar será «competitivo cuando deba serlo, colaborativo cuando pueda serlo y adverso cuando tenga que serlo».
De este primer discurso de Blinken se ha resaltado el contraste con las prioridades anteriores de la administración Trump en cuestiones de política exterior.
En esta ocasión se ha subrayado, por parte del representante del gobierno de Joe Biden, “la importancia de luchar contra el cambio climático y la necesidad de volver a comprometerse con el resto del mundo luego de que el exmandatario rechazara algunas instituciones y compromisos internacionales”.
Junto a ello se ha hecho especial énfasis, en las “dos principales prioridades de Biden: combatir el coronavirus y resucitar la economía devastada por la pandemia”.
Dentro de las posiciones que se mantendrán incambiadas, el diplomático destacó la dirección de la política exterior en términos de los beneficios que brinda a los trabajadores estadounidenses, «lucharemos por cada trabajo estadounidense y por los derechos, protecciones e intereses de todos los trabajadores estadounidenses», enfatizó el secretario de Estado norteamericano.