Mientras las tensiones por la sucesión en La Fortaleza aumentaban ayer, el gobernador Ricardo Rosselló Nevares decidió designar al ex comisionado residente Pedro Pierluisi como secretario de Estado, acción que podría convertir al político en el primero en la línea de sucesión cuando cobre vigencia la renuncia del mandatario este viernes.
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Sin embargo, en la medida que el posible nombramiento de Pierluisi se conocía públicamente, surgían versiones que apuntaban a que la designación sería combatida por el presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, quien, según fuentes, tiene aspiraciones de gobernar al país y ha figurado en los últimos días como una de las alternativas de sucesión con más arraigo dentro de buena parte del liderato del Partido Nuevo Progresista (PNP).
“Estoy en contra (del nombramiento de Pierluisi). Tiene un serio conflicto de interés con la Junta (de Supervisión Fiscal)”, dijo el representante del PNP, José “Quiquito” Meléndez.
El senador novoprogresista Nelson Cruz Santiago afirmó, por su parte, que hasta donde tenía conocimiento, Pierluisi no tendría los votos para ser confirmado en la Cámara alta.
Pedro Pierluisi aspiró a la gobernación en el 2016 y perdió las primarias del PNP contra Rosselló Nevares por 10,704 votos. Fue comisionado residente en Washington D.C. entre 2009 y 2016. Desde que perdió las primarias, se ha desempeñado como abogado del bufete O’Neill & Borges, que asiste a la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) en los procesos de bancarrota del gobierno. El portal de la firma de abogados consignaba que Pierluisi se encontraba, desde ayer, en una licencia, por lo que no estaba ejerciendo las labores como abogado.