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Mundo

Manejo político del "reloj de la prisión preventiva"

«Rotación» una práctica egipcia para retener detenidos políticos y voces discordantes

El uso político de la prisión preventiva en Egipto adquiere cada vez mayor relevancia. El hecho conocido como práctica de la “rotación” de las denuncias ha sido cada vez más utilizado por el gobierno egipcio pata impedir la liberación de detenidos.

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El uso político de la prisión preventiva en Egipto adquiere cada vez mayor relevancia.

El hecho conocido como práctica de la “rotación” de las denuncias ha sido cada vez más utilizado por el gobierno egipcio pata impedir la liberación de detenidos.

La práctica, ha sido denunciada por organizaciones de derechos humanos, quienes afirman “que las autoridades recurren a artimañas legales para retener en la cárcel más allá del tiempo máximo permitido a detenidos por casos de naturaleza política”.

La práctica, conocida como “rotación”, consigna el diario español El País Global, “consiste en incluir a una persona que se encuentra en prisión preventiva en un caso judicial diferente de aquel por el cual fue detenido en primera instancia”.

Para ello se utilizan, similares imputaciones, buscando alterar lo que establece “el reloj del régimen de detención en el país”.

Egipto tiene establecido para los casos de prisión preventiva un máximo de 2 años, cuando los casos son de mayor gravedad “el reloj se pone a cero” y los meses que los detenidos hayan pasado en prisión no serán descontados para la “nueva” prisión preventiva.

Según consigna el medio de prensa, “algunos de los primeros casos de rotación en Egipto se documentaron en 2015 y 2016, pero fue a partir de las protestas contra el presidente Abdelfatá Al Sisi en septiembre del 2019 que la práctica se empezó a disparar”.

La afirmación surge de un informe de la Comisión Egipcia para los Derechos y Libertades (ECRF, por sus siglas en inglés) que fuera publicado a mediados de pasado año.

Según ha declarado el director de la organización, Mohamed Lotfy, “a estas alturas, miles de presos políticos podrían haber sido rotados”.

Normalmente, cuando quiere aplicarse la rotación se procede a la nueva detención preventiva de aquellos que el tribunal haya ordenado su liberación, pero esta vez, imputándolos de un nuevo “delito”.

“En algunos casos”, señala el medio, “las autoridades vuelven a arrestar a un individuo que ya ha permanecido todo el tiempo permitido en prisión, mientras cumplía medidas cautelares o después de haber desaparecido forzosamente”.

Consultada por esta situación, Yasmin Omar, experta legal del Instituto Tahrir para la Política de Oriente Próximo (TIMEP) con sede en Washington, declaró al diario español:

“Está claro que esta herramienta está diseñada para ser punitiva y no para lograr justicia (…) no puedo confirmar que el castigo emocional sea deliberado. Pero lo veo en el contexto de las prácticas de las autoridades para quebrar el ánimo de los detenidos y agotar a familias y abogados. Dar esperanzas para luego quitarlas es emocionalmente devastador. Y la mayoría de veces la orden de libertad va acompañada de una fianza o multa que las familias pagan para finalizar el proceso de liberación, lo que crea una frustración financiera adicional”, señaló.

Mohamed Lotfy, por su parte afirmó que el principal responsable de esta práctica “es la Agencia de Seguridad Nacional”.

Esta institución es la encargada, dentro de los cuerpos de seguridad egipcios de producir informes “infundados”, a partir de los que se procede a acusar nuevamente a los detenidos o “liberados”.

La otra institución estatal identificada, por grupos de derechos humanos, es la Fiscalía Suprema de la Seguridad del Estado.

La Fiscalía es considerada como uno de los brazos represivos del poder judicial del régimen egipcio, ella “da su aprobación automática y asigna al detenido a un nuevo caso en base a los informes”, finalmente, “los tribunales penales se encargan de renovar sistemáticamente la detención preventiva”.

“La rotación crea una nueva realidad en la que un detenido que normalmente tendría la certeza de que sería puesto en libertad tras un período máximo de arresto, podrá ser sometido en cambio a una detención indefinida mientras le siguen añadiendo a nuevos casos. Estas prácticas normalizan atroces violaciones de las garantías procesales, en una clara vulneración de las normas jurídicas internacionales y naciones”, concluyó explicando Omar.

Los grupos de derechos humanos que denuncian este fenómeno alertan de que su uso cada vez más repetido sugiere una apuesta decidida de la Fiscalía por retener a voces críticas bajo un régimen de detención que debería ser cautelar por naturaleza.

“La rotación crea una nueva realidad en la que un detenido que normalmente tendría la certeza de que sería puesto en libertad tras un período máximo de arresto, podrá ser sometido en cambio a una detención indefinida mientras le siguen añadiendo a nuevos casos. Estas prácticas normalizan atroces violaciones de las garantías procesales, en una clara vulneración de las normas jurídicas internacionales y naciones”, concluyó explicando Yasmín Omar.

 

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