El Museo Nacional de Rio de Janeiro era un paseo obligado para las familias brasileñas además de la visita al Zoológico que se encuentra al lado.
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El incendio ocasionó la destrucción de esqueletos de animales gigantescos, momias que atesoraban la memoria invaluable, y colecciones de mariposas, lo que llevó a varios internautas dolidos a rescatar fotografías y documentos de experiencias en la institución que el fuego arrasara guardando 20 millones de piezas de altísimo valor como el cráneo de Luzia, nombre del fósil de Homo Sapiens más antiguo hallado en América del Sur.
Las redes sociales se llenaron de emocionantes historias. Algunas personas relataron con detalle cómo fue llevar a sus hijos a conocer las colecciones históricas, del mismo modo que sus padres lo habían hecho años antes.
La habitación con el fósil más grande montado en Brasil, el maxakalisaurus , reabierta en julio después de una campaña de crowdfunding, se convirtió en la foto más vista en Internet.
El hashtag #LutoMuseuNacional fue el más mencionado por los usuarios que han compartido manifestaciones de indignación y diferentes invocaciones a la memoria del lugar. En Google Trends, el término «Museo Nacional» y correlatos registraron más de un millón de encuestas en Brasil el domingo.
La institución científica más antigua del Brasil se convirtió en ruinas y cenizas como si la historia se hubiera borrado bajo la furia del fuego. El incendio catalogado como “una tragedia cultural” no tiene aún explicación y si muchas especulaciones.
La única certeza es la destrucción de prácticamente todo el acervo que se encontraba en el recinto. Además de fósiles, objetos arqueológicos pertenecientes a culturas diversas, más de 400 mil libros de estudio se destruyeron agregando la mayor colección egipcia de América Latina, con momias pertenecientes al antiguo imperio africano.
Varias manifestantes decidieron realizar un abrazo simbólico alrededor del vallado después de haber sido reprimidos por fuerzas de seguridad.
El edificio tenía más de 200 años y la gran mayoría de las piezas se perdieron bajo las llamas sobreviviendo aparentemente solo los meteoritos.
Una especie de metáfora cruel donde solo puede rescatarse la memoria de tesoros imposibles de rescatar con algunas fotografías que se comparten en redes y parecen volar como las mariposas incendiadas que no logran a pesar de todos los intentos rescatar el testimonio que salva la belleza.