“Nosotros armamos cooperativas de propietario [...] la gran diferencia es que a los 25 años, cuando terminemos de pagar el préstamo que nos dio el ministerio, las viviendas pueden ser de nuestra propiedad”, señaló el dirigente. Para Tropiano, este matiz no es meramente administrativo, sino de protección familiar: “Lo que no nos gustó de la diferencia entre usuario y propietario es que las viviendas son heredables y las de usuario en realidad no”.
2025: El hito de las 5.000 llaves
Desde que en 2016 se inauguró la primera cooperativa en Paysandú con 45 viviendas, el crecimiento del PVS ha sido constante. Tropiano informó que, tras un 2024 donde se alcanzó la meta de las 4.000 viviendas, el cierre de 2025 ha permitido superar un nuevo escalón histórico.
“El fin de semana anterior logramos superar las 5.000 llaves entregadas”, anunció, destacando que solo en el presente año se entregaron más de 800 viviendas. Este ritmo de construcción ha permitido que la federación se encuentre hoy a mitad de camino de su meta fundacional: “Cuando conformamos los primeros años las 300 cooperativas, dijimos: 'Nuestro objetivo son 10.000 viviendas de acá a algunos años'. Este 2025 estamos logrando superar la mitad de ese objetivo principal”.
La expansión territorial también fue subrayada como un logro del periodo, mencionando sorteos y entregas en localidades como Chuy, Dolores, Durazno, Canelones, Montevideo y Paysandú. Según el dirigente, este despliegue demuestra la “amplitud de la federación” en todo el país.
El conflicto presupuestal: "Esperábamos más"
A pesar de los avances, la relación con el Poder Ejecutivo ha estado marcada por la movilización. Tropiano relató que la FESVISS ha mantenido un vínculo institucional fluido, participando en la COAVI y en mesas de trabajo con el Ministerio de Vivienda y la Agencia Nacional de Vivienda. Sin embargo, el análisis del presupuesto quinquenal arroja un saldo de disconformidad.
“Entendemos que es insuficiente a lo que esperábamos. Tampoco decimos que es malo, sino que esperábamos más”, afirmó. Esta evaluación motivó una serie de movilizaciones y volanteadas en los últimos meses bajo una plataforma de siete puntos, de los cuales tres se consideran irrenunciables para el sistema cooperativo: el 1% del PBI para vivienda, una cartera de tierras nacional y la exoneración del IVA a los materiales.
Sobre este último punto, Tropiano denunció lo que considera una contradicción en la política pública: “Es lo contradictorio: se exonera a los privados y al capital y no se exonera al sistema cooperativo. Exonerando eso, en realidad es el ministerio el que gasta menos y con ese mismo dinero puede construir más vivienda”.
“Lo vemos bien, entendemos que tiene que ser así, pero entendíamos que el presupuesto de vivienda tenía que ser mayor para que pueda haber un aumento a todas las áreas”.
Mantener el ritmo de 1000 llaves por año
Para Tropiano, la discusión por el presupuesto no es un tema técnico, sino una urgencia social respaldada por los datos del último censo. El dirigente calificó la situación actual como “bastante preocupante” y algo que “nos tendría que alarmar a todos y a todas”.
“Hay 100.000 familias que no tienen una vivienda digna [...] y que uno de cada tres niños que nace en Uruguay esté bajo [la línea de pobreza] para nosotros es algo preocupante”, sentenció.
En este contexto, la proyección para 2026 de la FESVISS es mantener el ritmo de mil nuevas llaves por año, pero con un enfoque que trascienda la construcción de muros. “La vivienda o la vivienda digna o el techo no es solo una solución habitacional, sino que lo entendemos algo más general y más transversal para cualquier familia. Si vos tenés una vivienda, tenés la posibilidad de proyectarte como familia, de tener hijos, de que esos hijos nazcan en un hogar en condiciones y poder desarrollarse como persona en la educación, en la salud, en el trabajo”, concluyó el presidente de la federación, reafirmando el compromiso de seguir reclamando “mejores condiciones” ante el gobierno.