Además de la denuncia, la consigna del 8M también implica un llamado a la acción y a la resistencia: "La segunda parte de la consigna es lucha feminista, llamar a la acción, llamar a continuar resistiendo, a participar, organizarnos desde el feminismo como una de las banderas principales hoy en día por la emancipación y la libertad de la humanidad", expresó Abracinskas.
Por su parte, la Coordinadora de Feminismos convocó a concentrarse en la Plaza Libertad a las 18 horas, desde donde marcharán hacia la Universidad de la República (Udelar). Allí se llevará a cabo una intervención y la tradicional lectura de la proclama. María Delia Cúneo, integrante del colectivo, explicó a este medio que este año se enfocarán en el tema de la memoria, relacionando las luchas pasadas con la resistencia actual. “Para nosotras la memoria hace a poder seguir en resistencia en el día de hoy. Y eso es lo que vamos a plantear este 8 de marzo, una memoria de lucha de mujeres en la historia que nos fortalece”.
Cúneo también destacó que, desde la Coordinadora, volverán a poner sobre la mesa el tema de la despenalización del aborto con el objetivo de que, más allá de la legalización, el derecho sobre el cuerpo de las mujeres no sea penalizado. “Después veremos cómo se efectúa y cuáles son las garantías que se dan para que esto suceda, pero lo importante es que salga del código penal”.
Paro general de 24 horas
La Mesa Representativa del Pit-Cnt determinó convocar un paro general de 24 horas “en lucha por nuestros derechos, por una vida libre de violencia y por un país más justo e igualitario”. La central sindical adhirió a la consigna de los colectivos que convocaron a marchar y sumó la propia: “Frente a la especulación transnacional, trabajo nacional de calidad”. Con respecto a esta consigna, Flor de Liz Feijoo, responsable de la Secretaría de Género, Equidad y Diversidad de la central sindical, detalló que se debe a “la enorme precariedad laboral que está existiendo en nuestro país y a los cierres de fábrica y conflictos que están dejando a muchas compañeras sin empleo”, como el caso de la empresa autopartista Yazaki, que dejó a unas 900 mujeres desempleadas.
A diferencia del año anterior, que se resolvió decretar un paro general fuese solo de mujeres, este año el Pit-Cnt dio libertad de acción a los sindicatos para que estos definan si la medida se instrumenta también para los varones.
Retrocesos y desafíos
Una de las criticas recurrentes de los feminismos en este último periodo es acerca de los retrocesos en derechos vinculados a la igualdad de género. Consultada sobre este tema, Cúneo, de la Coordinadora de Feminismos,señaló que los retrocesos que identifican no son exclusivos del último periodo de gobierno, sino que también provienen de administraciones anteriores. En este sentido, expresó que tienen expectativas ante el regreso del progresismo al poder, ya que "siempre que hay cambios, hay posibilidades”, pero recordó que la falta de financiamiento adecuado para la ley de violencia hacia la mujer y de medidas concretas frente a la desaparición de jóvenes y adolescentes no es un problema reciente, sino que se arrastra desde hace tiempo. No obstante, reconoció “en el último periodo estos retrocesos se han agudizado”.
Ante el escenario del cambio de signo político, aseguró que la mayor expectativa del colectivo es “poder transitar nuestras propias diferencias para poder encontrarnos con más fuerza frente a la posibilidad de retrocesos”. Y añadió: “No quiero decir que esto suceda, pero hay una señal que nosotras tenemos que saber leer, que tiene que ver con el proyecto que presentaron desde la coalición para la modificación de la ley de violencia basada en género, que ya se había planteado a fines del gobierno pasado. Entendemos que, si bien tal cual está presentado es difícil de que se apruebe, en aras de negociaciones no sabemos lo que puede pasar. Entonces queremos estar muy atentas a eso y a algunas otras cosas”.
Consultada sobre políticas específicas del actual gobierno que perjudicaron a las mujeres, se refirió a la Ley de Urgente Consideración (LUC), asegurando que a las mujeres "nos desfavoreció muchísimo". A modo de ejemplo, mencionó aumento de penas por microtráfico que "va directamente hacia la penalización de mujeres" y contribuyó a un significativo crecimiento de la población carcelaria femenina. En tal sentido, criticó que la oposición inicial a la norma fue llevada adelante por una minoría. “Desde la Coordinadora feminista participamos activamente en la campaña para derogar la totalidad de la ley, ya que considerábamos que todos los artículos tenían aspectos desfavorables para nosotras y, en general, para todas las personas, pero el progresismo y otras organizaciones políticas solo impulsaron la derogación de 135 artículos”. Y sumó: “Ahora la responsabilidad recae en el actual gobierno progresista, que deberá definir hasta dónde avanzará en la reversión de algunos de los artículos más perjudiciales”.
También se refirió a la ley de tenencia compartida, señalando que, si bien fue una iniciativa del gobierno de la coalición, su discusión "ya venía macerándose en periodos anteriores" dentro de un discurso que ponía el foco en "defender la familia desconstituida" y en priorizar los derechos del padre sin considerar adecuadamente las situaciones de violencia que afectan a las mujeres. Destacó que los avances en la comprensión de estos temas fueron posibles gracias a la lucha del movimiento feminista, que ha denunciado públicamente situaciones de violencia sistemática. No obstante, advirtió que en el accionar estatal, especialmente en los territorios, se evidencia una falta de comprensión del problema por parte de los propios actores responsables de garantizar que estas violencias no ocurran. "Más allá de la ley, con ley o sin ley, eso ya estaba pasando".
Por su parte, Abracinskas señaló que uno de los principales problemas identificados es la persistencia de la violencia de género. "El no cese de los femicidios, el aumento de la violencia, el crecimiento de los discursos de odio que se permean en la sociedad y que no son solo expresiones aisladas, sino que se traducen en prácticas institucionales, culturales y sociales que afectan a las mujeres y a las disidencias". También mencionó intentos de retroceso que lograron ser frenados, como las modificaciones a la Ley de Violencia Basada en Género y los ataques contra la ley de aborto, así como la falta de presupuesto en el Sistema Nacional Integrado de Cuidados.
El principal desafío de este año, agregó Abracinskas, es abordar los problemas de manera transversal y no centrarse en temas específicos. Aunque reconoció que "hay aires que pueden ser un poco más esperanzadores a nivel gubernamental", insistió en que "los desafíos siguen estando y hay que saber reconocer que el movimiento feminista va a tener que seguir organizándose, reivindicando, poniendo temas en agenda".
Finalmente, destacó que el movimiento feminista no solo busca denunciar las injusticias y los retrocesos, sino también construir una visión de futuro. "Sabemos entre lo deseable y lo posible, los gobiernos hacen lo posible, pero nosotras luchamos por lo deseable, porque el feminismo es un movimiento transformador", afirmó, enfatizando la importancia de plasmar en la agenda pública el mundo que el feminismo quiere construir.