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Sociedad Andrés Vernazza | influencer | Amor

El Tema del lunes 

Andrés Vernazza: "Me apasiona entender el comportamiento humano" 

El influencer Andrés Vernazza, compartió con los lectores de Caras y Caretas algunos pormenores de su agitada vorágine como consultor e investigador de relaciones humanas y de pareja.   

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Si desandas con frecuencia por el entramado universo digital debes haberte encontrado por lo menos una vez, con algún video de Andrés Vernazza. Si el algoritmo de la red que prefieres percibió que te interesan temas sobre el amor, el desamor, el comportamiento y la responsabilidad afectiva, entonces estoy casi segura de que lo has visto. Pero no sé si sepas que este influencer de 36 años, que tiene más de 5 millones de seguidores en Tik Tok, 752 mil en Instagram y medio millón en YouTube, es uruguayo y nació en Montevideo. Su popularidad no es efímera, implica constancia y dedicación, sobre eso y un poco más te invitamos a conocer de primera mano.

- Andrés, vamos a retroceder un poco en el tiempo. ¿Cómo recuerdas tu niñez?

Mi madre siempre me decía que hablaban con ella las maestras porque les descompensaba las clases, era un niño que no se adaptaba. Nunca fui diagnosticado, pero tenía déficit de atención e hiperactividad. Ddicho por mi madre y las maestras, equilibraba con buenas notas en la educación, pero en conducta pasé con regular todos los años de escuela. Hacía los deberes rápido e iba a molestar a mis amigos, pero iba a charlar, socializar, siempre he sido así. Entonces tuve una infancia movida, más que nada para mi madre porque tengo además dos hermanos varones, por suerte ella es psicóloga y supo cómo manejar ese proceso. Siempre fui un niño muy activo, desde pequeño me di cuenta de que quería superarme y notaba alguna diferencia con el resto, no que era mejor ni peor, solo distinto y creo que fue ahí donde empezó mi proceso de maduración.

- ¿Qué tal tu relación con el deporte?

Me encanta el deporte, es más, yo me uní al liceo militar para hacer deportes, entre otras cosas, porque también me gusta mucho servir. Recuerdo que estuve en todos los planteles posibles, de voleibol, pin pon, natación, fútbol, atletismo, en fin. Hoy por hoy soy consciente de que es algo que me mantiene con mayor claridad para poder transmitir ideas. Me doy cuenta de que si no hago deportes todos los días no tengo la misma lucidez para expresar conceptos.

- ¿No puedo evitar preguntarte entonces si prefieres: Peñarol o Nacional?

Fui hincha de Nacional muchos años, pero te va a sorprender lo que voy a decir. El fútbol hoy en día no me apasiona y no sigo a ningún equipo. Cuando hay un mundial le puedo prestar un poco de atención si veo un gol que vale la pena. Me gusta, pero ya no persigo entretenimiento vacío. Con el tiempo me he dado cuenta de que no me gusta celebrar solamente cuando otro levanta la copa, sino que quiero levantar mi propia copa. Entonces a eso estoy dedicado cien por ciento hoy en día. Muchos hombres se van a enojar conmigo, es más, tengo familiares y amigos que son muy fanáticos del fútbol, pero en estos momentos soy fanático de ayudar a empoderar a otros y de celebrar mis propias victorias.

- Te presentas en redes sociales como consultor investigador en relaciones humanas y de pareja, sin embargo, cuentas también con una licenciatura en Ciencias de la Computación y otra en Sistemas de Información de Negocios. ¿Qué te hizo encauzar el rumbo por el camino de la psicología?

Es un camino que me ha fascinado desde pequeño, me acuerdo de mi primer corazón roto, yo tenía 17 o 18 años y mi madre me terminó dando un libro de inteligencia emocional de Paz Torrabadella, que lo recomiendo mucho y fue con el que empecé a adentrarme en estos temas. Yo veo la psicología como una herramienta más. A mí personalmente no me gusta la terapia, sí entiendo que es necesaria pero no es lo que me gusta. Me gustan las sesiones más cortas apuntadas a resultados, poder mostrarles a las personas dónde está la luz al final del túnel en base a distintas variables. Me apasiona entender el comportamiento humano, por qué hacemos las cosas, por qué tomo una decisión que claramente no me conviene, yo sé que no me conviene, todo el mundo sabe y me dice que no me conviene, pero igual sigo insistiendo y obsesionado con eso. Lo vengo estudiando desde la primera clase de psicología que tuve cuando entré en el Ejército y con el tiempo he ido ajustando mi contenido según mis experiencias empíricas, en ese sentido soy muy autodidacta. En base a eso y de ver lo que resulta y lo que no resulta en los patrones de comportamiento que pueda reconocer, voy generando mi propio paradigma de conocimiento y mi propia metodología. Te digo que me apasiona mucho porque lo que más me gusta es poder traer claridad a las personas para que salgan de ese pozo en el que a veces uno se mete consciente o inconscientemente.

- ¿En un mundo donde las relaciones humanas se han imbricado con la tecnología y los relacionamientos interpersonales están atravesados por el internet, cuáles son los desafíos de un consultor de pareja?

Es una muy buena pregunta, los desafíos más que nada son entender de dónde viene el individuo, cuáles son sus virtudes, defectos y limitaciones. Hay que ser capaz de poder articular la causa del problema con la solución y determinar el camino que esa persona específicamente puede transitar. Desde mi punto de vista, un error que se puede cometer en la profesión es no tener en cuenta que no vemos el mundo como es sino como somos. Entonces si pretendo que la otra persona tome el mismo camino que yo tomaría la estoy limitando. Lo que tengo que hacer es evaluar al otro por lo que es y plantearme ciertas interrogantes. ¿Puede enfrentar el miedo a la incertidumbre? ¿Puede enfrentar el miedo a la soledad? Y eso es lo más difícil, ponerme en los zapatos de los demás sin caer en la maldición del conocimiento, que es un sesgo cognitivo donde asumo que el otro sabe lo mismo que yo sé. Creo que ahí está uno de los desafíos más grandes, pero claro, hay muchos más, son tal vez más pragmáticos, porque puedo trazar un plan, pero después si la persona no da los pasos eso también conlleva otras dificultades. Mientras, sigo también en constante crecimiento y aprendizaje.

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Andrés Vernazza, influencer, consultor investigador en relaciones humanas y de parejas.

Andrés Vernazza, influencer, consultor investigador en relaciones humanas y de parejas.

- Pareces tener un caudal interminable de contenido en el que pones en perspectiva y analizas con claridad, coherencia y sentido común, situaciones de la vida cotidiana. ¿Cómo te organizas y mantienes ese ritmo productivo?

Y sí, mi calendario está super apretado, hago más o menos nueve sesiones de asesorías emocionales por día. Trato de ayudar a los demás al máximo de mis capacidades y a su vez me nutro de lo que está pasando en distintos lugares del mundo. Puedo decir que hice sesiones en casi todos los continentes del planeta y me gusta aprender a través de la experiencia vital de otras personas. Por otro lado, me etiquetan mucho y me mandan cientos de casos por día en las redes, entonces agarro alguno que me parezca interesante, le hago una reacción, hablo de un tema específico o contesto preguntas. Puede que tenga el conocimiento, pero me enriquece mucho la audiencia, es un ida y vuelta, por eso es que ha crecido tanto mi presencia en las redes.

- ¿Qué piensas del éxito que has tenido en las plataformas digitales? ¿Te sorprendió o has trabajado para llegar hasta ahí?

Combinación de las dos yo diría. Mi canal se llama @emprendedormoderno, intento resolver conflictos que pueden surgir en las relaciones de pareja o situaciones emocionales de las personas. Mi parte emprendedora está en buscar soluciones al problema de una audiencia, de un mercado, por así decirlo. Considero que mi contenido explotó más que nada por la pandemia. Las personas empezaron a mirar para el costado y se encontraron con situaciones que les gustaron o no les gustaron y me enviaban preguntas en las redes. Literalmente así fue como empezó a crecer mi canal de manera exponencial. En Tik Tok principalmente veía las preguntas y decía, esto es interesante para responder y contestaba espontáneamente. No tengo libretos, voy y pienso cómo puedo contestar que sea fácil de entender. A veces me salen mejor o peor, depende, por eso te digo que necesito lucides a la hora de hilvanar las ideas en mi cabeza y expresarlas de un modo coherente, entendible. Como te comenté me nutro mucho de la audiencia, pero por suerte la audiencia también se nutre de mí.

- ¿En tu vida cotidiana, cuando vas por la calle, la gente te reconoce, te consulta, te aborda? ¿Cómo recibes ese cambio en tu desenvolvimiento habitual?

Soy medio hogareño por no decir ermitaño, paso mucho tiempo trabajando, nueve sesiones me ocupan aproximadamente 10 horas por día o más. Pero me pasa que cuando salgo me reconocen y fue realmente una situación desafiante. No sé si alguna vez he hablado de esto porque nunca me habían preguntado, pero empecé a tener cierto pánico. Es como que uno se siente observado cuando incluso no te están observando, una situación nueva y extraña que no había experimentado antes en mi vida. Soy muy de enfrentar los miedos y un domingo salí al shopping moll a caminar, me pararon varias veces, fui a perder un poquito ese temor. Antes si me miraba alguien y era un hombre pensaba que tenía segundos intereses, lo mismo una mujer, hoy en día me miran y no sé si me quieren pegar o me están tirando onda o me reconocieron, no, no sé. Es un desafío, es algo nuevo que estoy aprendiendo a enfrentar y transitar. Tampoco es que me paren en la calle y se me tiren arriba, es más bien una situación en la que uno se siente observado. No sé si pánico es la palabra, más bien incomodidad de salir y me di cuenta que no, que no me quiero limitar y ahora salgo para que me vea la gente y si me paran todo bien, saludo y la vida continúa.

- ¿Más allá de las redes, cómo o dónde alguien puede acceder a una atención profesional más personalizada contigo?

Para recibir asesoramiento conmigo pueden ir a consultaconandres.com, también pueden ir a amorbueno.com, ahí tienen todos mis cursos, también está la consulta y básicamente en eso es en lo que estoy trabajando últimamente. También estoy terminando de escribir un libro que se va a publicar en octubre del año que viene muy posiblemente. Estoy trabajando con una editorial muy grande y es mi primera experiencia de este tipo. Estoy en ese proceso aún y ojalá todo salga bien.

- Nuestra vida parece indisolublemente ligada a la búsqueda de la felicidad, aunque la meta casi siempre está llena de frustraciones y miedos. ¿Algún consejo para nuestros lectores?

No podemos suprimir un sentir, ese sentir sale de algún modo, sale como taquicardia, estrés, insomnio, dolor de cabeza, de espalda, de cuello, sale como toxicidad, como agresividad. Lo ideal no es suprimir un sentir, lo ideal es conectar y entender qué es lo que te está queriendo decir. Un miedo me puede indicar, no cruces la calle que viene un auto, pero también me puede indicar, cambia de trabajo porque te va a ir mejor, el mismo miedo te está comunicando distintas cosas. Lo que les quiero explicar es que hay que aprender a escuchar el sentir, en lugar de intentar suprimirlo. En base a eso la idea parte de la mismísima inteligencia emocional. Tal vez un enojo te está indicando algo positivo -así de loco como suena-, tal vez alguien cruzó tus límites y significa que marques un límite, o tal vez estás teniendo baja tolerancia a la frustración. Por eso hay libros enteros de inteligencia emocional. La idea no es suprimir el sentir, es aprender a tener un nivel de conciencia más elevado donde puedo tomar decisiones más empoderadas y que me lleven por un camino más sano. Eso también pasa con el amor cuando dos personas con responsabilidad emocional y afectiva buscan poder construir algo juntos. Al final del día el propósito de toda relación es ayudarte a crecer como persona. Si tengo más claridad con mi sentir y con el propósito de una relación, puedo encontrar una persona que sea compatible conmigo para formar un proyecto de vida juntos. Hay que hacer un proceso de introspección con los sentimientos para saber qué tipo de relación quiero. Cuando sé qué tipo de relación busco, puedo permitirme conocer a una persona y saber si se amolda a lo que yo quiero, en lugar de querer amoldarla a la fuerza. Espero que ayude.

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