¿Cómo detectaron el "bondiolagate"?
La investigación administrativa habría comenzado en 2022 y se constató que las toneladas de bondiola faltantes no eran 35 como se había determinó inicialmente sino 57,3, equivalentes a 8,4 millones de pesos.
Según surge de la investigación, no siempre se respetaban los precios fijados en la licitación porque en lugar de bondiola, los almirantes pedían lomo y otros cortes como colita de cuadril, asado, chorizo, achuras, etc, que se compraban descontando el saldo de bondiola, que era el corte licitado.
Al parecer la carne se utilizaba para despedidas de oficiales, reuniones o algunas parrillada y los precios de los cortes que se entregaban a cambio de la bondiola eran impuestos por la empresa.
Todo saltó al detectarse remitos falsos sin el sello de la carnicería del Servicio de Aprovisionamiento sino otro de la Armada. La numeración no seguía el orden correlativo ascendente ni tenía a la firma del encargado de la carnicería.
La justicia pretende determinar si otros integrantes de la fuerza que fueron señalados durante la investigación, también cometieron faltas graves.