Hacete socio para acceder a este contenido

Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.

ASOCIARME
Sociedad Brieva | Dady | Mago del Tiempo

EL MAGO DEL TIEMPO

Brieva: "Trato de no pasar por la vida de los uruguayos como un simple turista"

El comediante y actor vuelve al Teatro Metro, con su espectáculo el Mago del Tiempo el 18 y 19 de agosto a las 21 hs.

Suscribite

Caras y Caretas Diario

En tu email todos los días

El reconocido actor argentino, Dady Brieva, presentará su espectáculo Súper Dady, el Mago del Tiempo, un monólogo en el que recorre su vida y logra no solo la risa sino la identificación con el público. Allí aparecen historias de la infancia, de su barrio, de su Santa Fe natal, el primer amor, papá y mamá, lo femenino y lo masculino, las hermanas, las vacaciones y el papá, y termina el espectáculo con un guiño a sus amigos uruguayos, con Adiós Juventud, de Jaime Ross.

El artista conversó con Caras y Caretas una fría tarde invernal en el Hotel Radisson y habló de todo. Cuando arrancamos a conversar, Dady ya había hecho alguna nota en Montevideo. Ya le habían preguntado si había tomado agua de la canilla y había tenido su primer encuentro con los medios uruguayos. Después de charlar conmigo iba a ver a Petinatti y se apuró en decirme “es un vago al que conozco hace más de 25 años. Lo conocí joven en Radio Océano, yo sé que es picante y no seguimos mutuamente el juego. Cuando vine por primera vez de novio con la Chipi, fuimos todos juntos a un restaurante que creo no está, La Casa Violeta”.

Se apuró en contarme que viene desde hace 35 años a Montevideo a promocionar sus espectáculos. “Siempre me ha ido bien. Me acuerdo cuando íbamos con Midachi al programa de Omar Gutiérrez; ahora ya es un clásico el beso que nos damos con Luis Carballo al llegar a su programa en Canal 4. Yo me presto a todo. Me adapto”.

Cuando comenzamos la nota, reitero, el jueves 25 de julio, temprano de tarde, Dady había hecho muy pocos medios. El vendaval vino después. Pero esa tarde, al iniciar la entrevista, Dady me aclaró que la gira que tenía prevista por varias localidades del interior de nuestro país se había levantado en forma coordinada con la producción, por dos motivos: en estas fechas había demasiados espectáculos argentinos visitando nuestro país y, en octubre, fecha tentativa de su regreso, le resultaría imposible, por estar filmando una película.

Cuento cómo fueron los hechos. Yo sabía antes de la amplificación que los dichos de Dady Brieva tuvieron al cruzar el charco, que en ningún momento motivaron el levantamiento de su gira por el interior uruguayo. Es más, yo tuve conocimiento de esa información unas horas antes de que empezaran la visita a Petinatti, la ida a Polémica en el Bar y algunos de sus dichos en distintos programas que visitó promocionando su espectáculo.

Mientras apuramos un humeante café, Dady, como cualquier rioplatense promedio, usa alguna metáfora futbolera para analizar la realidad que les toca vivir. Cree que la remanida grieta que hoy viven los argentinos es muy antigua y no se soluciona con una charla de boliche. Las diferencias estructurales que hoy tenemos no tienen que ver, opina Brieva, con un intercambio de camisetas con los equipos.

Hablamos de la profundización de la grieta y Dady me hace una observación inteligente. En estos días se trata de instalar temas pasajeros y se toman frases como “discursos de odio”. “Este enfrentamiento que tenemos entre argentinos, viene de la época de los indios y la conquista. Sucede entre argentinos y, no quisiera ser imprudente, pero me parece que también pasa un poco acá y en toda Latinoamérica”.

Dady Brieva cree que las cosas no se pueden superar tan fácilmente. Acá, me dice, “no se puede aplicar un pacto de la Moncloa. Ha habido demasiada sangre, muerte, desaparecidos, dolor. Pero tengo algo clarísimo, el discurso del odio no pasa porque una de las hinchadas rompió los baños del estadio. Es mucho más profundo y no se arregla tomando un mate”.

Cuando le pregunto qué nos puede adelantar del espectáculo, me dice que es un conjunto de monólogos e historias que no quedaron grabadas y que solamente se transmiten a través del cuento y el ejercicio de la memoria colectiva. “Es una propuesta de juego de memoria donde voy contando historias y el público recuerda conmigo. Es un estilo que reivindica y se compromete con lo que uno piensa. Trato de no hacer cosas panfletarias. Eso sí, profundamente enganchadas con lo que somos, con lo que fuimos. Con un color cultural que nos une a uruguayos y a argentinos. Hablo de lo que tengo que hablar sin decir la palabra”.

Cuando le pregunto a Dady cómo es su relación con sus colegas, para empezar a hacer boca, me tira una opinión que dice compartir con la actriz Rita Cortese, “un pelotudo no puede ser buen actor”. Y me agrega “yo entiendo que un actor debe tener un compromiso social importante. Tiene una sensibilidad especial para ver lo que está pasando. Muchas veces, además, vive en una zona de confort y sería un criminal si se calla ante el dolor y la pobreza”.

Me cuenta que a Mirtha Legrand le debe mucho -él y los Midachi-, y me cuenta una anécdota. Cuando Midachi cumplió 35 años, hizo una gran fiesta en Santa Fe. “La única que fue a acompañarnos fue Mirtha. Tenía ya más de 90 años, nos acompañó toda la noche. Esos gestos son inolvidables. Y están por encima de las diferencias políticas por las que ella o yo, estemos parados”.

Antes de despedirnos, me cuenta algo gracioso de Susana Giménez. Hace unos años, recuerda Brieva, “yo vine a veranear a Punta del Este con toda mi familia. Se enteró y me invitó a pasar fin de año con ella. Le advertí que estaba con toda la flota, incluida mi vieja. La respuesta fue categórica: ‘Te venís con todos, te espero a las diez’”. Se ríe cuando recuerda que su mamá, a la hora del brindis, empujó a todo el mundo para ser la primera en saludar a Susana y que, cuando él le pregunta, una vez que pasan las fiestas, “mamá ¿pasaste lindo?”, siempre dice lo mismo: “Bien, ¡como en lo de Susana nunca más!”.

Dady Brieva tiene siempre un recuerdo cariñoso para Susana, a quien define como su amiga y le perdona con una sonrisa sus opiniones que la mayoría de las veces no comparte.

Cuando estábamos terminando esta nota, escuchamos una entrevista de Dady Brieva en el programa Socios en el Espectáculo de canal 13. Allí, conversando con el uruguayo Rodrigo Lussich, se refirió a todo lo vivido en esos días que en hizo prensa en Montevideo y el repique en los canales argentinos. Dady dijo “yo no sabía que los uruguayos seguían tan enojados”, refiriéndose al contrapunto que tuvo en Polémica en el Bar con Patricia Madrid.

Y agregó: “No imagino que a la gente de Falta y Resto, Jaime Ross, Rubén Rada le pregunten acá en Buenos Aires sobre los dichos del expresidente Batlle hace más de 20 años”. También explicó que cuando dijo “agradezcan que nos va mal porque ustedes pueden venir y la pasan bien, es un juego, un ‘vamo y vamo’, yo me presto y me divierto. Nada más que eso”.

El espectáculo de Dady Brieva estará en Montevideo el viernes 18 y sábado 19 de agosto a las 21 h. en la sala del Teatro Metro (entradas por passline.com). Apelando a entrañables personajes, un espectáculo en el que despliega todo su histrionismo para contar desde su infancia en Santa Fe hasta nuestros días. Se ofrece como un relator lleno de cuentos con un poco de nostalgia y un humor inigualable. Dady insiste en emocionarnos cuando dice “éramos tan felices que no nos dábamos cuenta”.

Dejá tu comentario

Forma parte de los que luchamos por la libertad de información.

Hacete socio de Caras y Caretas y ayudanos a seguir mostrando lo que nadie te muestra.

HACETE SOCIO