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Los científicos descubrieron la variante ómicron en noviembre y pronto se supo que su linaje ya constaba de tres variantes genéticamente diferentes. Cada rama de ómicron tenía su propia serie de mutaciones peculiares. En ese momento, la más común era la BA.1, la cual se propagó con rapidez por todo el mundo.
Todas las versiones de ómicron son muy contagiosas, por lo que esta variante remplazó con rapidez a las variantes anteriores del coronavirus, como la delta. Pero varios estudios han demostrado que la BA.2 es incluso más contagiosa que la BA.1.
Inmunidad
Cuando apareció ómicron, los científicos estaban alarmados por lo bien que podía evadir la inmunidad generada al contraer variantes anteriores. La razón es que tiene mutaciones que modifican la superficie del virus y esto hace que a los anticuerpos de variantes anteriores les cueste más trabajo adherirse a ella.
Debido a que la BA.2 tiene varias mutaciones particulares que la diferencian de la BA.1, los investigadores se preguntaban si podría evadir la inmunidad generada por las infecciones con BA.1. Sin embargo, parece que no es el caso. La Organización Mundial de la Salud señaló que la infección causada por BA.1 brinda una buena protección contra la infección de BA.2.
Uruguay
El epidemiólogo Juan Gil, exintegrante del GACH, dijo a Informativo Uruguay que en mayo se observa un incremento sostenido de casos positivos y de la positividad (el número de test positivos sobre el número de test realizados) debido a múltiples factores: el sublinaje de la variante ómicron B2, que es más contagioso, el frío que hace que estemos más en espacios cerrados y la relajación de las medidas luego del fin de la emergencia sanitaria.
Gil agregó que aún es temprano para determinar si se trata de una nueva ola. “El escenario hizo que tengamos un relajación general de la población. También desde el lado de los prestadores de salud, ya que ahora hay más laxitud con los testeos y eso hace pensar en que estemos subdiagnosticando”, afirmó el especialista.