Bajo la consigna "No más presos ni presas por marihuana", se realizará este jueves una "concentración y fumata" en las inmediaciones de la Suprema Corte de Justicia, a las 16 horas.
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La movilización, que es convocada por el Grupo Organizador de la Marcha Mundial de Marihuana Capítulo Uruguay, busca reclamar la libertad de cultivadores procesados, reivindicar la inclusión de la pequeña producción en el mercado regulado, y exigir la restitución de los derechos conquistados por usuarios y cultivadores.
"Tras haberse regulado en 2013 en nuestro país la producción y expendio de marihuana en flor, nos enfrentamos hoy por hoy a una nueva embestida prohibicionista", expresa un comunicado del grupo organizador.
El colectivo cuestiona que "no parece haber diferencia entre el cómputo de penas al verdadero narcotráfico y los delitos sin víctimas que puedan surgir del desvío de flores al mercado gris de la cannabis, o incluso generando condenas con prisión efectiva a ciudadanos y ciudadanas a todas luces inocentes".
Por otro lado, explican que "en el perfil de presos y presas que han sido claramente víctimas del sistema judicial, se destaca como causa de esas condenas el exagerado uso de la figura de juicio abreviado, así como de la hipótesis de tenencia no para consumo".
"Entendemos que esta figura penal -hipótesis de tenencia no para consumo- no debiera aplicar en caso de cultivadores y cultivadoras que se encuentran en perfecta regla. Ya que el destino lícito de nuestras cosechas y su stockeo no lo definen las cantidades sino el uso compartido en el hogar. Siendo las cantidades de 480 gramos de stock y los 40 gramos de portación en calle cantidades no taxativas, es decir, el excederlas no constituye un delito", añade el texto.
Para el colectivo convocante, "estamos ante sentencias no sujetas a derecho, ejercidas desde "el pleno convencimiento moral" y no desde "la sana crítica" que es como correspondería",
Para finalizar, se refieren a las condenas por "pequeñas cantidades", a las que tildan de "injustas", "Nos parece de una enorme injusticia enviar a los y las responsables de dichos desvíos a cárceles donde el riesgo de vida aumenta significativamente, donde las familías se ven habitualmente destruidas, y donde siendo estas condenas mayormente a primarios, podríamos decir que alimentamos con nuevas víctimas a la vorágine de violencia tan habitual en nuestras cárceles".
"Si pretendemos sanear nuestra sociedad de la violencia surgida del narcotráfico, bajo ningún concepto puede ser peor el remedio que la supuesta efermedad", concluye el comunicado.