El museo estará ubicado en el Sitio de Memoria Los Vagones de la capital canaria y se realizará en tres etapas, con aportes del fideicomiso de obras de la Intendencia de Canelones y fondos concursables de la asociación civil Ágora.
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El Director de Derechos Humanos de la Intendencia, Carlos Garolla, sostuvo que están muy entusiasmados y contentos con el comienzo de estas obras y señaló que es una instancia muy importante porque la Intendencia de Canelones está comprometida con este asunto. “Tal es así que en el último fideicomiso de obras, la Intendencia destinó parte de ese fideicomiso para la realización de este museo a cielo abierto, que también es el primero que se va a construir en el país”, informó Garolla.
Por su parte, María Julia de Izaguirre de la asociación civil Ágora hizo hincapié en que la puesta en valor de estas construcciones ha sido la musealización del sitio. “Esta es una de las opciones que la Ley 19.641 de Sitios de Memoria establece como posibilidad para los lugares que han sido sitios de memoria y nosotros hemos decidido caminar por esta senda, que es la de musealización, con una característica espacial, ya que va a ser un museo a cielo abierto, el primero con estas características en Uruguay, un museo a cielo abierto que transforma un ex centro clandestino en un sitio de memoria primero y en un espacio abierto a la comunidad, donde pasado, presente y proyección al futuro se van a dar cita, van a tener allí su núcleo”, enfatizó.
Por su parte, la Directora General de Gestión Territorial, Arq. María Eugenia González, explicó que esta primera etapa de obras corresponde al patio posterior de la edificación, que se encuentra vinculado a la casa que será el futuro centro de interpretación. “Luego está el patio principal, lugar donde estaban situados los vagones, que es donde el proyecto (en una etapa posterior) hará una recomposición de Los vagones a través de unas estructuras de acero corten, que son parte del itinerario del museo”, añadió.
Finalmente, la jerarca expresó que a través de esta obra, lo que en un momento fue un centro de reclusión clandestino se abre a la comunidad como un espacio público y museo al aire libre de más de 300 m². “Este museo espera ser un espacio público que reciba a los vecinos durante todo el día: un espacio abierto y con un fuerte mensaje que apuesta a la memoria y a la construcción de identidad; para que los vecinos en la medida que lo recorren, disfrutan del espacio y del entorno verde, pueden informarse y ser parte de la memoria de Canelones y del país”, concluyó.