"El cambio climático no es un problema del futuro, sino una emergencia del presente"
El reciente informe elaborado por The Lancet advierte que los efectos del cambio climático sobre la salud global se están acelerando.
Reciente informe elaborado por The Lancet advierte que los efectos del cambio climático sobre la salud global se están acelerando.
UN
Suscribite
Caras y Caretas Diario
En tu email todos los días
×
El cambio climático provoca cada año millones de muertes en el mundo, según un informe de Lancet Countdown. Entre 2020 y 2021 las olas de calor, causaron 546.000 muertos por año. En 2023, 154 mil personas murieron a causa de la polución, vinculado a los incendios forestales.
El Lancet Countdown 2025 —el más reciente informe elaborado por más de 120 expertos de 71 instituciones en todo el mundo— advierte que los efectos del cambio climático sobre la salud global se están acelerando, y lo hacen más rápido de lo que los gobiernos y los sistemas sanitarios logran adaptarse.
Registrate gratis para seguir leyendo esta nota
Accedé a contenido exclusivo y recibí nuestra newsletter diaria con análisis y noticias destacadas.
Suscribite desde UYU $215 por mes
Accedé sin límites a todas las notas, columnas de opinión y análisis exclusivos. Disfruta de beneficios exclusivos y eventos especiales
Cada año, este monitoreo evalúa cómo la crisis climática repercute en indicadores como mortalidad, contaminación, productividad laboral y transmisión de enfermedades. La edición 2025, presentada esta semana, dibuja un panorama inquietante ya que el calor extremo, los incendios forestales y la contaminación del aire están matando a millones de personas cada año.
Captura de pantalla 2025-10-30 094756
Muertes por calor y contaminación en aumento
Entre 2012 y 2021, las muertes relacionadas con el calor aumentaron un 23% respecto de la década de 1990. En promedio, más de medio millón de personas mueren cada año por exposición extrema a las altas temperaturas.
En paralelo, el humo de incendios forestales —cada vez más frecuentes e intensos— provocó unas 154.000 muertes adicionales en 2024. Los investigadores también alertan que el calor excesivo redujo la productividad laboral global, 639 mil millones de horas de trabajo perdidas el año pasado, una cifra que golpea especialmente a trabajadores agrícolas y de la construcción en regiones cálidas.
El impacto económico se multiplica. Las pérdidas productivas por el calor ya superan el PIB anual de varios países en desarrollo, mientras que los costos en salud pública se disparan con olas de calor más largas y frecuentes.
Captura de pantalla 2025-10-30 095015
Financiando el combustible fósil
A pesar del consenso científico y de las alertas reiteradas, el informe muestra que la humanidad continúa financiando el deterioro.
En 2023, los subsidios netos a los combustibles fósiles ascendieron a 956.000 millones de dólares, más del triple de lo que se destinó a ayudar a los países más vulnerables al cambio climático. Las inversiones en petróleo, gas y carbón crecen mientras se estancan los fondos de adaptación y mitigación, una contradicción que los autores califican de “inaceptable desde cualquier punto de vista de salud pública”.
Sin embargo, no todo es negativo ya que la eliminación gradual del carbón en varios países permitió evitar unas 160.000 muertes anuales entre 2010 y 2022, gracias a la mejora de la calidad del aire. Pero el balance general sigue siendo adverso.
Enfermedades
El Lancet Countdown también advierte sobre un efecto menos visible, pero igual de peligroso: la expansión de enfermedades transmitidas por vectores, como el dengue o la malaria. El potencial de transmisión del dengue —favorecido por temperaturas más altas y cambios en los patrones de lluvia— aumentó un 49% desde los años 50. En regiones tropicales y subtropicales, esto se traduce en brotes más extensos y prolongados, poniendo presión sobre sistemas de salud ya frágiles.
A esto se suman los riesgos de inseguridad alimentaria, contaminación del agua y desplazamientos forzados por desastres climáticos, que agravan los determinantes sociales de la salud.
A semanas de una nueva cumbre climática, el mensaje es claro: el tiempo de los diagnósticos terminó. La emergencia climática no se mide solo en grados, sino en vidas humanas.
“La crisis climática también es una crisis sanitaria. Cada fracción de grado que logremos evitar, cada tonelada de carbono que no se emita, significará menos sufrimiento y más esperanza”, concluye The Lancet.