“La inflación, el aumento de precios de la economía, es un fenómeno que sucede naturalmente. Lo que se trata de hacer es medir la inflación para ver cuánto están subiendo los precios. Para eso se utiliza el IPC, que es el Índice de Precios al Consumo. El INE [Instituto Nacional de Estadística] recoge los precios que se cobran en el súper y en un montón de otros lugares, tanto de la salud, la vivienda, los muebles, la ropa, de todo, y hace un índice que muestra cuánto subieron los precios. En general se acepta que lo que mide ese índice es la inflación, o sea el aumento de precios”.
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El informe de la CTA habla justamente del encarecimiento de los precios por encima del promedio general. ¿Qué particularidades detectaron en este aumento?
«Lo primero es el dato de que la inflación prácticamente llegó al 10%, a los dos dígitos; es un número que empieza a llamar la atención. Entonces nos propusimos ver por qué se llegó a ese valor y lo que vimos es que hay algunos rubros, como por ejemplo la alimentación, alimentos y bebidas, la salud y la vivienda que superaron también los dos dígitos y son los que están empujando la inflación, pero principalmente los alimentos. Allí surgió el interés, porque si tenemos una inflación tan alta que está por encima del 13%, hay que ver qué implicancias tiene y cómo está afectando a las personas. Decidimos hacer un informe en el que buscamos medir la inflación, por ejemplo para los distintos niveles de ingresos de la población, tanto para los sectores de bajos recursos, la población más vulnerable, como también para los sectores de mayores recursos. Todo ello en el contexto de una discusión de políticas alimentarias, de políticas para combatir la pobreza; por ello valía la pena hacer este tipo de análisis”.
¿Qué pasa con los hogares de menores recursos? ¿De qué manera los está afectando esta aceleración de la inflación?
«Eso es lo que queríamos tratar de capturar en el informe. Lo que hicimos fueron cálculos en base a datos oficiales que nos permitieran ver a qué inflación se habían enfrentado el 10% más pobre de la población, de menores recursos, y el 10% más rico de la población. ¿Por qué? Porque tienen canastas de consumo distintas. Es decir, los sectores de menores recursos, por ejemplo, gastan un 35% de su ingreso en alimentos; y los de mayores recursos gastan un 10%. Entonces, claramente esta inflación de ahora les afectó distinto. Si los alimentos fueron los que se encarecieron más, una persona que gasta proporcionalmente más en alimentos va a sufrir más la inflación que una que gasta menos. Lo que vimos fue que la inflación hace unos meses, pero principalmente en estos últimos registros, es mucho más alta para los sectores de ingresos bajos. En el primer decil la inflación está por encima del 10, en el entorno del 10,5%; y en el decil más alto, en el 10% de la población que tiene más recursos, la inflación está por debajo del 9,5%. Hay más de un punto de diferencia en la inflación entre esos dos sectores de la sociedad».
«Otra cosa interesante a tener en cuenta es que la inflación afecta mucho más a los de menores recursos porque todos sus ingresos están puestos ahí, las personas de menores recursos gastan toda la plata que tienen en el consumo del mes, incluso a veces no les alcanza, se tienen que endeudar. Los sectores con más recursos tienen capacidad de ahorrar, si cobran 100 capaz que tienen la posibilidad de guardar 20, y eso no está expuesto a la inflación. Sólo una parte de sus recursos sufre la inflación. Entonces hay un doble impacto sobre los hogares más pobres, respecto de los más ricos».
Otro aspecto importante expuesto en el informe tiene que ver con el poder de compra de los salarios que cae en un contexto de crecimiento de la economía, una recuperación pospandemia que no alcanzan a ver los trabajadores.
«Tal cual, tenemos por un lado el salario real, un indicador con datos oficiales que se encuentra en terreno negativo. Estamos teniendo una pérdida de salario real, y por eso también las jubilaciones -como se ajustan en base al salario- están perdiendo poder adquisitivo, es decir que pueden comprar menos que un año atrás. La inflación avanza más rápido de lo que crecen los salarios y las jubilaciones. Esto lo que hace es que el ingreso de los hogares, que en general en su mayoría se compone por los salarios y las jubilaciones, se está recuperando mucho más lento de lo que se recuperó la economía en la pandemia. Ahora, viendo la evolución del PIB, que sería la economía en su conjunto, incluso viéndolo per cápita, como si se distribuyera a todos por igual, el PIB está creciendo a una velocidad mucho más rápida que los ingresos de los hogares. Esto lo que está mostrando es que el crecimiento de este país, que no está en recesión ni en crisis, no se está trasladando a los ingresos de los hogares. Hay un tema distributivo. No se está distribuyendo ese crecimiento. Y no es que no se esté distribuyendo bien, no se está ni cerca de ir a un ritmo en el que se mantenga la distribución».
«Eso también está afectando el consumo interno en general. Hay estadísticas demostrativas de que el consumo también está creciendo más lento, porque el mercado interno se mueve en base a los ingresos de los hogares y estos, al crecer más lento, están afectando también la actividad del mercado interno».
Recientemente se dieron a conocer datos oficiales sobre pobreza y particularmente en el informe ustedes advierten sobre el impacto de esta aceleración de la inflación en la población infantil. ¿Qué es lo que sucede con este sector de la población?
«Esto es lo que seguiría en el hilo de razonamiento. Si los ingresos no están creciendo y la inflación está avanzando más rápido, se están deteriorando en algunos sectores de la sociedad los ingresos de la población. Para los sectores más vulnerables, aquellos que sufren una inflación más alta, es esperable que sus condiciones de vida empeoren. Las estadísticas de pobreza que divulgó el INE hace poco, los datos oficiales, muestran que en realidad la pobreza a nivel general se mantuvo respecto al año anterior; pero está peor que antes de la pandemia. Lo que sí empeoró de forma muy notoria es la pobreza en los niños, principalmente en los niños menores de 6 años, con un crecimiento muy notorio, entre el año pasado y este, y eso está muy relacionado con lo que estábamos hablando. Los ingresos de los hogares de menores recursos son los que tienen en general más niños a cargo y eso hace que la inflación esté afectando los ingresos de los hogares que justamente comprenden la mayor cantidad de niños. Es razonable que eso también se refleje en indicadores de pobreza, que para esos sectores de la población que sean peores. Como la inflación está apoyada en un crecimiento del precio de los alimentos, también vale la pena tener en cuenta que hay un tema de alimentación detrás. Hay un informe que es la primera vez que se divulga y se condice también con información que difundió la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República. En él se midió la cantidad de porciones servidas por las ollas populares que en 2020 eran 1.800.000 por mes y ahora en 2022 es prácticamente lo mismo. Es decir que existe un sector de la población con dificultades para acceder a los alimentos, es muy claro ese diagnóstico y no parece que eso se esté revirtiendo ahora».
Finalmente, más allá de lo insuficiente que parece en función de estos datos la política económica enfocada a la distribución, ¿qué pasa con lo que esperaba el gobierno de la inflación y qué implica esta aceleración?
«El gobierno tiene proyecciones, tiene principalmente un rango meta del Banco Central con un techo del 6%, o sea que ahora la inflación está cuatro puntos por encima de lo que el gobierno tiene como techo objetivo. A su vez, las proyecciones que hace el Ejecutivo en la Rendición de Cuentas también se están superando bastante. Este ha dicho que tiene como objetivo principal controlar la inflación y el déficit. La inflación es muy difícil de controlar, ya que depende de controles internos, pero también externos. Entonces estamos en un escenario en el que la inflación no está pudiendo ser controlada y al mismo tiempo la política del gobierno en cuanto a los ingresos, es decir los salarios y otro tipo de transferencias, también es restrictiva. Entonces están bajando los ingresos al mismo tiempo que la inflación está fuera de control y eso va a un escenario que es el que estábamos comentando: hay sectores en la sociedad que claramente lo sufren más».