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Sociedad clanes familiares | Policía |

Un viaje hacia la muerte

Las guerras en Villa Española y sus daños colaterales

Villa Española envuelta en la guerra entre viejos clanes familiares , guerra que parece estar lejos de tener un final.

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Caras y Caretas Diario

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Villa Española volvió al centro de la atención pública a raíz de la guerra que los clanes familiares tienen entre ellos y que, además de sembrar muerte entre los suyos, hace insostenible la convivencia de los propios vecinos, que se ven afectados, además de por las balas perdidas, por el retiro de los servicios transporte y emergencias.

Según los vecinos y vecinas con los que habló Caras y Caretas, el punto más álgido de la zona se instaló entre las calles Camino Corrales, pasaje Serratosa y Avenida Varela.

Una suerte de guerra declarada entre las familias Suárez, por un lado, y Albín, por otro, viene bañando en sangre la zona y tiñendo un horizonte sin mayor esperanza para los vecinos aledaños a la sede del club Villa Española y la vieja fábrica de Funsa.

El problema de fondo para el cual la Policía no parece por el momento tener mayor respuesta, es que, si bien la guerra está desatada por el control de las bocas de venta de droga, ha corrido sangre de miembros de una y otra familia, por lo que el sentimiento de venganza está por encima y sobrevive al negocio ilícito.

Un poco de historia

Los vecinos más veteranos con los que habló Caras y Caretas rememoran la zona, descripta por el “Gallego” Manuel Capella en su canción “Por la unión y por la blanca”, como “leyenda de los quilombos y matarifes, que no están ni tan tan ni muy muy, dicen en la 15, pero cuenta un veterano que antes tallaba, que en lo oscuro de la sala pocos entraban”.

Lejos de estigmatizar el barrio, el vecino alude a que, como en otros barrios de Montevideo, ya existían unos niveles de delincuencia que no conocían la saña impuesta por el mercado del narcotráfico, y el daño generado entre los más jóvenes por la pasta base.

Según pudimos reconstruir entre las versiones de los vecinos, autoridades policiales y archivos, se están disputando el detalle de la distribución del microtráfico en el barrio, pero hay otros cuatro grupos fuertes que están en otra escala, de los cuales uno es el líder, pero no se encargan de la distribución a nivel local.

Los Albín y los Suárez, hasta hace tres años atrás, eran uno solo. Ahora se dividieron y los Albín tienen el respaldo del Beto Suárez.

Parte del problema inicial es que los Suárez comenzaron a desalojar familias en Villa Española. El joven asesinado, Ezequiel, que tenía 21 años, era uno de los denunciados por realizar desalojos y, entre la gente que desalojaron, estuvo alguno de los Albín. Por eso ahora tomaron represalias.

A los Suárez los comandaba un tipo al que le decían “El Peligroso”, que fue pareja de una reconocida cantante de música tropical y actual esposa de un exfutbolista, hasta que El Peligroso es asesinado. Ese hecho dejó una huella de sangre por el asesinato, y porque sobrevive en la leyenda del barrio que la cantante fue el motivo de una disputa que terminó con un crimen. Una disputa interna dentro de los Suárez por el liderazgo del grupo.

Daños colaterales

Los ómnibus de transporte público que circulaban por Camino Corrales, luego que una de sus unidades fuera víctima de balas perdidas durante un tiroteo, decidió cambiar el recorrido, por lo que ahora los vecinos deben, para ir y volver al trabajo, caminar diez cuadras; diez cuadras donde no sólo está el problema de la distancia, sino enfrentar el “pago de peajes”.

De todos modos, los vecinos nos dicen que si bien hay gente en situación de calle, el problema no son ellos, sino los que andan en motos o autos, que cometen desde una rapiña hasta un arrebato a los vecinos, o se tirotean entre ellos.

Los servicios de ambulancia también han dejado de ingresar, algunas a pesar de que cuentan con custodia policial.

Los vecinos ven como escasas las respuestas del Estado, pero tampoco tienen muy claro qué es lo que efectivamente se puede hacer.

El Municipio D, dentro de un plan que colabora con la seguridad de la zona, ha reinstalado cuatro veces, según el alcalde Gabriel Velazco, focos de la vía pública, pero que son constantemente vandalizados para actuar desde la oscuridad. También han cortado pastizales y eliminado basurales para que no puedan servir como lugar de escondite o de descarte.

El alcalde del Municipio D dijo a Subrayado que el clima en el barrio volvió a tornarse raro después del homicidio ocurrido en la mañana de este lunes pasado. Un hombre de 37 años fue asesinado de varios disparos de arma de fuego en unos pasajes cercanos a Cervantes Saavedra y Larravide. El fallecido tenía 10 antecedentes penales por hurto, violencia privada, lesiones personales, violencia doméstica y porte de armas, informó la Policía.

Según Velazco, los operativos policiales llevados adelante la pasada semana habían bajado la intensidad de la violencia en la zona.

La Policía hizo 17 allanamientos en una sola tarde en el barrio y detuvo a cinco hombres de entre 18 y 45 años, y una de ellas es sospechosa de haber cometido el homicidio del jueves pasado en Antonio Serratosa y Camino Corrales.

Durante los procedimientos, los policías incautaron dos armas de fuego, municiones, envoltorios de droga, dinero, cuatro chalecos antibalas, nueve handys, tres balanzas de precisión y celulares.

Tres de los detenidos corresponden a procedimientos investigados por detectives de la zona operacional II de la jefatura y están a disposición de Fiscalía por estupefacientes y chalecos antibalas.

Algunos programas sociales han menguado en función de esta realidad y a pesar de las reuniones que el director de Convivencia y Seguridad Ciudadana, Matías Terra, ha tenido con los vecinos, estos no dejan de tener una sensación de impotencia.

Se escuchan los tiros como si fueran en la puerta de casa, pero son como a quince cuadras”, nos cuenta una vecina, al igual que otra que ya tiene como reflejo tirarse al piso cada vez que escucha un disparo.

Los vecinos tampoco pasan por alto que las disputas internas de poder dentro del Club Villa Española y la intervención del Ministerio de Educación y Cultura, debilitan la construcción de tejido social, tan importante para una apuesta a la convivencia.

Más allá del Villa

El sociólogo Gabriel Tenenbaum sostiene que los estudios realizados muestran que la mayoría de los homicidios tienen lugar en segmentos territoriales que están identificados desde hace varios años.

Tenenbaum explicó que no solo se puede hablar de Villa Española, sino también de otros barrios que poseen áreas críticas. "Es un fenómeno estructural, histórico, tiene más de un siglo, es un gran mercado, muy difícil de desarmar, donde hay grandes intereses por detrás, pero lo que sucede en Villa Española es una expresión muy puntual de algo gigantesco, transnacional".

Como dijera el sociólogo a Caras y Caretas en la entrevista “Protectores del Capital y dinero ilegal en nuestra economía”, publicada en setiembre de este año, el eslabón más débil es el que ocurre en los barrios. Allí se destacan varones jóvenes entre 15 y 25 años, muchos de ellos desafiliados del sistema educativo y son quienes se involucran en las tareas de mayor riesgo. "Y muchas veces estos espacios del mercado ilícito de las drogas ilegales terminan siendo un lugar que les da reputación, les da logros, les da respeto, que son cosas que no encuentran en el orden de lo normativo".

Este análisis del sociólogo los vecinos lo tienen claro; aunque saben que para muchas familias el narcomenudeo es una forma de ingresos económicos y muchos jóvenes no tienen otro horizonte, siempre representa un viaje hacia la muerte.

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