La expansión forestal en números
Aunque las cifras oficiales no se actualizan con frecuencia, datos del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) indican que Treinta y Tres tiene alrededor de 100.000 hectáreas forestadas, principalmente con eucaliptos y pinos. La zona de Puntas del Parao es una de las más afectadas, con una expansión reciente hacia áreas cercanas a nacientes de agua. Esta tendencia preocupa a los habitantes, que ven cómo los bosques nativos y las fuentes de agua son reemplazados por plantaciones industriales.
La lucha comunitaria y la inacción estatal
Frente a este escenario, la Asamblea Hue Miri y los vecinos de la zona han intensificado sus reclamos ante las autoridades departamentales y nacionales. Sin embargo, las respuestas han sido insuficientes. "Hicimos notas, las mandamos a Montevideo, y seguimos esperando", explica Beatriz Rivero, quien destaca la falta de compromiso de las empresas forestales con la comunidad.
Estas empresas, según los testimonios locales, no han cumplido con sus promesas de generar empleo sostenible en la zona. Tampoco han aportado recursos a las escuelas cercanas, a pesar de operar en los predios colindantes. La frustración entre los vecinos crece, mientras la forestación sigue expandiéndose sin control.
Un llamado urgente a proteger el agua
Para Puntas de Parao el agua vale más que la madera, esto resume la preocupación de una comunidad que ve amenazado su acceso al agua limpia. Si no se toman medidas pronto, advierten, el daño podría ser irreversible.
Mientras tanto, la forestación avanza, y con ella, la incertidumbre sobre el futuro ambiental de Treinta y Tres. La pregunta que queda en el aire es clara: ¿hasta cuándo se priorizará el beneficio económico de unos pocos sobre el bienestar de las comunidades y sus recursos naturales?