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Sociedad Puntas de Parao | Treinta y Tres |

Llamado urgente a proteger el agua

Organizaciones en Treinta y Tres se movilizan por el agua y en contra de la forestación

Para Puntas de Parao el agua vale más que la madera, esto resume la preocupación de una comunidad que ve amenazado su acceso al agua limpia.

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En la zona de Puntas del Parao, al norte del departamento de Treinta y Tres, el avance de la forestación industrial preocupa a vecinos y organizaciones ambientales por su impacto en las fuentes de agua y la falta de beneficios reales para las comunidades locales.

El problema: forestación que seca y contamina

Los monocultivos forestales están afectando directamente los arroyos y nacientes de la cuenca del río Tacuarí, vital para el abastecimiento de agua en la región. Vecinos como Beatriz Rivero explican que en la zona nacen seis o siete cursos de agua que abastecen a muchas comunidades, pero las plantaciones están reduciendo su caudal. Además, denuncian el uso de herbicidas cerca de los arroyos, lo que contamina el agua que consumen los residentes.

El problema no se limita al agua. Las máquinas pesadas de las empresas forestales están causando erosión en los suelos y deteriorando los caminos rurales, lo que genera sedimentación en los cursos de agua. Alcides Fernández, otro vecino afectado, señala que la situación empeora cada año sin que las autoridades tomen medidas concretas.

La expansión forestal en números

Aunque las cifras oficiales no se actualizan con frecuencia, datos del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) indican que Treinta y Tres tiene alrededor de 100.000 hectáreas forestadas, principalmente con eucaliptos y pinos. La zona de Puntas del Parao es una de las más afectadas, con una expansión reciente hacia áreas cercanas a nacientes de agua. Esta tendencia preocupa a los habitantes, que ven cómo los bosques nativos y las fuentes de agua son reemplazados por plantaciones industriales.

La lucha comunitaria y la inacción estatal

Frente a este escenario, la Asamblea Hue Miri y los vecinos de la zona han intensificado sus reclamos ante las autoridades departamentales y nacionales. Sin embargo, las respuestas han sido insuficientes. "Hicimos notas, las mandamos a Montevideo, y seguimos esperando", explica Beatriz Rivero, quien destaca la falta de compromiso de las empresas forestales con la comunidad.

Estas empresas, según los testimonios locales, no han cumplido con sus promesas de generar empleo sostenible en la zona. Tampoco han aportado recursos a las escuelas cercanas, a pesar de operar en los predios colindantes. La frustración entre los vecinos crece, mientras la forestación sigue expandiéndose sin control.

Un llamado urgente a proteger el agua

Para Puntas de Parao el agua vale más que la madera, esto resume la preocupación de una comunidad que ve amenazado su acceso al agua limpia. Si no se toman medidas pronto, advierten, el daño podría ser irreversible.

Mientras tanto, la forestación avanza, y con ella, la incertidumbre sobre el futuro ambiental de Treinta y Tres. La pregunta que queda en el aire es clara: ¿hasta cuándo se priorizará el beneficio económico de unos pocos sobre el bienestar de las comunidades y sus recursos naturales?

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