Palermo reflexionó sobre el rol del Estado en esta materia, enmarcándolo en debates históricos de la filosofía política. Recordó que la regulación del juego no puede dejarse librada al mercado, al afirmar que “el juego es una actividad que puede entrañar daño a la población y por tanto no puede quedar liberada a desatarse a lo que hagan las empresas”. En este sentido, subrayó que la responsabilidad pública debe contemplar tanto el funcionamiento comercial como la salud de las personas.
El presidente destacó que el acuerdo con Manantiales se integra a una visión más amplia del sector, sustentada en un principio rector: “El cuidado del apostador es tan importante como la oferta misma de juego”. Consideró, además, que este enfoque puede distinguir a Uruguay en la región y posicionarlo como referente internacional.
Una alianza para formar, prevenir y acompañar
Si bien el director general de la Fundación Manantiales, Pablo Rossi, no pudo estar presente, la organización hizo llegar un mensaje audiovisual, en el que subrayó la importancia del trabajo articulado y el fortalecimiento de las redes de prevención. "Queremos agradecer a La Banca por este convenio que nos permite trabajar juntos en acciones de prevención de la ludopatía dentro de su marco de responsabilidad social".
Palermo retomó ese planteo y celebró que uno de los objetivos sea crear un tejido social capacitado para actuar tempranamente en situaciones de riesgo. Destacó que “crear una plataforma educativa donde pueden abrevar los profesores de educación física, los profesores, los directores de los clubes deportivos, los académicos, los propios legisladores (…) integrantes de la justicia y de la propia policía” permitirá construir un entramado preventivo sólido y descentralizado. A su entender, esto contribuirá a “anticiparse, prevenir, educar y acompañar”.
Durante su exposición, Palermo también contextualizó el proceso regulatorio del país, recordando que Uruguay desarrolló un modelo pionero desde fines del siglo XIX. Explicó que “Uruguay ha construido a lo largo de décadas un modelo de juego transparente y regulado, que ha sido reconocido como ejemplo en la región”, fundado en la prohibición general de los juegos de azar y su autorización excepcional bajo supervisión estatal.
Señaló que este diseño permitió evitar prácticas promocionales que incentivaban el exceso y, en su lugar, consolidó un sistema responsable similar al de algunos países nórdicos. Sin embargo, advirtió que la irrupción tecnológica exige actualizaciones urgentes, ya que “Internet traspasa fronteras” y obliga a replantear los mecanismos de control.
Debate nacional sobre el futuro del juego
El acuerdo se firma en vísperas de un debate legislativo más amplio sobre la regulación del sector. Palermo sostuvo que la discusión deberá integrar perspectivas de salud pública, innovación, responsabilidad social e institucionalidad. Recordó que la obligación del sector concesionario es participar con altura y aportar insumos técnicos: “Aquí no se trata de abrir o cerrar puertas, no se trata de ideologías ni de intereses particulares, se trata de responder a una pregunta esencial: ¿cómo construimos un modelo que proteja a los uruguayos en un mundo digital donde la frontera ya no existe?”.
Asimismo, subrayó que la evidencia internacional es concluyente: “Regular bien salva vidas”.
"Necesitamos el compromiso de todos"
La representante de la Fundación Manantiales, Nidia Bentancor, subrayó la dimensión humana del problema y la necesidad de abordarlo desde una perspectiva amplia e interinstitucional. Señaló que “todos sabemos que la ludopatía, y en particular la ludopatía digital, es un problema en crecimiento que impacta en familias, trabajo y proyectos de vida (…) No hablamos solo de estadísticas, hablamos de personas”. En esa línea, enfatizó que la respuesta debe involucrar a todos los actores con responsabilidades en el tema: “si queremos prevenir esta patología, necesitamos el compromiso de todos, el Estado, la sociedad civil y el sector vinculado a lo que es el juego de la salud”.
Bentancor agradeció que la institución fuera convocada a integrar el nuevo Plan Integral de Prevención, destacando que “queremos agradecer a La Banca por haber elegido [a Manantiales] para integrar este plan y como socio en su Política de Responsabilidad Social y Empresarial”. Recordó que la organización cuenta con 32 años de trayectoria en la prevención y el tratamiento de las adicciones, y enumeró algunos de sus resultados: “al día de hoy tenemos 7.100 personas que se han recuperado con nuestros programas, hemos dictado más de 2.000 talleres de prevención y mantenemos una política activa de cuidado para las instalaciones educativas y empresas a través de lo que llamamos Programa Casa del Este”.
También destacó el alcance formativo de la institución mediante su campus educativo y su reconocimiento internacional: “somos una organización con estatus consultivo ante la OEA y fuimos elegidos por las Naciones Unidas para implementar en Argentina y Uruguay programas de prevención de las adicciones en ámbitos laborales y educativos”.
Para cerrar, reafirmó el compromiso de la organización con la agenda común que inaugura este convenio, señalando que “queremos agradecer una vez más a la banca la confianza depositada en nuestra institución y reafirmar nuestro compromiso de seguir trabajando juntos en una sociedad más protegida, más informada y más consciente frente a los riesgos (…) de la ludopatía y de las demás adicciones”.
Mirada ética y de largo plazo
Antes de concluir, Palermo invitó a mirar más allá de la firma del convenio, enfatizando su dimensión ética y social. “Este acuerdo no es solo una firma, es una declaración de principios, es un compromiso ético, es la expresión de un rumbo que como país debemos sostener y profundizar”, afirmó.
Valoró el apoyo unánime de las bancas del interior, la presencia de los organismos de control y el rol de los trabajadores que “sostienen día a día el vínculo con las comunidades”. También expresó su reconocimiento hacia Manantiales, señalando que “durante más de treinta años ha demostrado que la esperanza existe, que la recuperación es posible”.
Palermo cerró con una referencia al general Charles de Gaulle, citando textualmente: “La grandeza se mide por el servicio a la nación que hagamos”. Un mensaje que, consideró, expresa la responsabilidad colectiva que implica este nuevo acuerdo.