Una de las iniciativas más destacadas de la organización que lidera Villagra tiene que ver con las cooperativas de viviendas, un ejemplo elocuente de acción afirmativa y reparación simbólica dirigida a la población afro en nuestro país. Estas cooperativas proporcionan un hogar seguro y digno a las familias y promueven el empoderamiento y la autonomía de una comunidad históricamente marginada. En este sentido, resaltó el papel crucial de las mujeres.
¿Cuántos años de militancia lleva?
Tengo 63 años cumplidos, comencé a militar en la dictadura armando el gremio del Hospital Evangélico con algunos compañeros, así que milito desde hace 40 años.
¿Y cuándo comenzó a militar en Mundo Afro?, ¿desde que se fundó?
No, en Mundo Afro milito hace unos 20 años, el día que reconocí que las focalizaciones existen más allá de las clases sociales.
¿Además de presidir Mundo Afro, qué otras labores centran su interés?
Muchas cosas, soy una trabajadora del Estado uruguayo. Por otro lado, desde el 2010 también formo parte del Observatorio de Género, Etnia y Diversidad de la cooperativa de ahorro y crédito José Artigas, que ha sido pionera en estos temas. Desde allí trabajamos en la organización y el cooperativismo como herramientas para construir juntos. Este compromiso ha sido enriquecedor y ha dado resultados muy positivos.
Según su experiencia y visión, ¿qué desafíos enfrentan las mujeres afrodescendientes en Uruguay actualmente?
Bueno, sin lugar a duda tenemos montones de desafíos, sobre todo por la condición de mujeres jefas de familia. En general, esto implica tener que abordar o enfrentar la situación de hijos, hijas y familiares, encargarnos de los adultos mayores y todo lo relacionado con la protección y el cuidado de los demás. Entonces, eso conlleva al rezago personal. Por lo tanto, el desafío es poder tener visibilidad, aportar a la sociedad y organizarnos. Yo soy una convencida, desde mi lugar profesional y desde mi lugar en la vida, de que la organización y el trabajo colectivo son fundamentales.
¿Qué papel juega la educación en esta lucha por la equidad?
Primero tengamos en cuenta que la situación de pobreza estructural en nuestro país afecta de manera desproporcionada a la comunidad afrodescendiente, a niños, adolescentes y jóvenes, pero especialmente a las mujeres, que enfrentan aún mayores desventajas, con tasas de desocupación significativamente más altas que las de sus pares varones. Y por otro lado, el ser consideradas mano de obra barata, trabajar en roles de servicio, entre otros, nos limita la posibilidad de avanzar.
La educación es justamente un área donde las desigualdades se hacen evidentes, ya que el porcentaje de asistencia a centros educativos es menor en jóvenes afrodescendientes, sobre todo en los niveles secundario y terciario. Cuando se incorporan dimensiones adicionales, como la orientación sexual y la identidad de género, la situación de exclusión y marginalidad se agrava aún más para las mujeres afrodescendientes lesbianas, bisexuales y para las personas afrodescendientes trans.
Entonces es ahí donde debemos incidir más y generar políticas públicas, porque la educación es un pilar fundamental para la sociedad, especialmente para nuestras mujeres.
¿Qué acciones ha desarrollado Mundo Afro en las que la mujer es prioridad?
Bueno, es necesario remontarse a nuestros inicios, cuando el trabajo en el ámbito estadístico era notablemente deficiente. Por ejemplo, la primera encuesta de hogares enfocada en mujeres afrodescendientes se hizo en colaboración con la Universidad y con ciertos subsidios provenientes del extranjero en los años 90. Fue a través de este estudio que comenzamos a comprender quiénes éramos, dónde nos encontrábamos y cuál era nuestra situación socioeconómica. Lamentablemente, esta situación no ha experimentado cambios significativos a lo largo del tiempo, salvo por algunos periodos en los que se implementaron políticas específicas que mejoraron ciertas condiciones.
Históricamente hemos enfrentado una situación en la que casi el 40 % de nosotras trabaja en empleos informales. Algunas iniciativas permitieron priorizar el tema de la seguridad social en el sector del servicio doméstico, incluso se logró organizar a las trabajadoras domésticas como gremio, lo que ha traído muchos beneficios. A pesar de estos avances, la necesidad de más mejoras sigue siendo una constante.
A partir de esa encuesta de la que te hablé al inicio, se marca un punto de inflexión significativo. Entonces, empezamos a abordar el tema de la vivienda como un aspecto fundamental para el crecimiento y desarrollo. Si no dispones de una base sólida en tu hogar, es complicado acceder a una vida social enriquecedora o, al menos, a interacciones de calidad que mejoren tu bienestar y tu condición humana.
Continuamos inmersos en un programa de viviendas que tuvo su génesis en una cooperativa impulsada por una mujer afrodescendiente, Mónica Ramos, quien lamentablemente ya no está entre nosotros. La iniciativa surgió formalmente a través del Grupo de Apoyo a la Mujer Afro (Gama) junto con la Intendencia de Montevideo y el Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial. Desde la primera Ufama (Unidad Familiar Mundo Afro) en 1998 hasta las cooperativas actuales en proceso de construcción, estas iniciativas han demostrado un compromiso valioso con la equidad, la justicia y la dignidad de las personas afrodescendientes.
Cabe mencionar que el respaldo del equipo de Mundo Afro, con la notable contribución de Elisa García y Claudia de los Santos, así como la participación de Luisa Casalet y Jeanine Vera, ha sido fundamental en este proceso. Creo que todas nosotras hemos asumido con determinación la responsabilidad de abordar la problemática de la vivienda.
Esta iniciativa se ha convertido en el buque insignia de nuestras actividades, con un impacto visible en la vida cotidiana de nuestras comunidades. Las cooperativas de viviendas ofrecen un techo seguro y digno a las familias, pero también fomentan el empoderamiento y la autonomía.
Hemos hablado sobre acciones que ayudan a transformar la realidad social de las mujeres afrodescendientes, pero ¿qué falta para promover una mayor representación y participación de las mujeres afro en la política?
Considero que los afrodescendientes estamos subrepresentados en la política y en los lugares de toma de decisiones en términos generales, en particular, las mujeres, debido a que, si bien su participación no ha sido insignificante -históricamente las mujeres afro siempre han sido muy activas en la toma de decisiones a nivel intrafamiliar-, ha sido menos visible en el ámbito político. Algunas pocas hemos tenido una larga trayectoria en la incidencia política, pero necesitamos más representación. Siempre se necesita más, pero es fundamental que el establecimiento político nos vea, nos reconozca y nos otorgue los espacios que merecemos.
¿Qué se requiere para lograrlo?
Se necesitan políticas sociales y públicas que promuevan el reconocimiento y la inclusión de todos y todas, sin distinción, en este país.
¿Desde tu punto de vista, ha habido un retroceso en estos últimos años de gobierno en el tema?
Sin duda, en estos últimos años de gobierno ha habido un retroceso notable en las políticas sociales y públicas. Se ha observado una disminución en el acceso a los derechos fundamentales, así como en las oportunidades laborales y en la capacidad de coordinación y organización. Este retroceso se ha visto exacerbado por la falta de asignación de recursos adecuados. Una política que carece de presupuesto no puede considerarse como tal, sino más bien como una mera intención.
¿Cree que esta situación cambiará en el futuro?
Sí, soy optimista al respecto. Creo firmemente que podemos esperar un cambio positivo en el futuro.
¿Uruguay está listo para tener una presidenta mujer?
Uruguay debería considerar la posibilidad de tener una presidenta mujer. Las mujeres en el ámbito mundial, especialmente en los lugares de toma de decisiones, han demostrado ser excepcionales. Y hablo incluso de mujeres de diferentes ideologías políticas, incluyendo aquellas de derecha, que han contribuido significativamente a conseguir importantes logros en sus países. Creo que abrir ese espacio que tradicionalmente ha sido exclusivo para hombres contribuiría a construir una sociedad más equitativa y progresiva.
En este Día Internacional de la Mujer, ¿qué mensaje importante quisiera transmitir?
Las mujeres son la vanguardia de la lucha por la equidad, por eso le pido a la sociedad que nos brinde la oportunidad de demostrar nuestras habilidades. Es imprescindible que se reconozca y comprenda que, tanto en términos generales como específicos, las mujeres poseemos un potencial innegable.
No se trata de competir entre nosotras, sino de ocupar un espacio que es esencial para nuestro crecimiento y desarrollo. El Estado debe ser consciente de la importancia de dejarnos ocupar el espacio que merecemos, ese espacio que permite nuestro avance personal en la búsqueda del progreso social en su conjunto.