La presidencia de Ucrania confirmó este domingo que aceptó mantener conversaciones con Rusia en la zona fronteriza con Bielorrusia, cerca de la zona de exclusión de la ciudad ucraniana de Chernobyl, espacio que fue tomado por las fuerzas armadas rusas el primer día del ataque.
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Este domingo, Rusia envió una delegación diplomática a la ciudad bielorrusa de Gomel e invitó a Ucrania -a través de la intermediación del presidente bielorruso Aleksandr Lukashenko- a enviar a una delegación propia para iniciar negociaciones por el conflicto bélico en territorio ucraniano.
En un primer momento, Volodimir Zelenski, presidente de Ucrania, rechazó la invitación con el argumento de que Bielorrusia había prestado su territorio para la incursión de tropas rusas en su país. Al mismo tiempo, el mandatario ucraniano había propuesto como alternativa mantener conversaciones en las capitales de Polonia, Eslovaquia, Hungría o Azerbaiyán, o en la ciudad turca de Estambul.
Posteriormente, tas un diálogo con el presidente bielorruso, la presidencia de Ucrania anunció que una delegación diplomática del país “se entrevistará con la (delegación) rusa sin fijar condiciones previas en la frontera ucrano-bielorrusa, en la región del río Prípiat”.
Mientras transcurrían las negociaciones para entablar el diálogo, Vladimir Putin había acusado a Ucrania de no aprovechar la oportunidad que se ofrecía para negociar.
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