Las intenciones del gobierno porteño de politizar las medidas anunciadas por el gobierno nacional con relación al retorno a la presencialidad en las escuelas, ha tenido además de una expresión a nivel judicial una discusión en redes sociales.
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Parte de ese debate, fue resumido por Página 12, quien da cuenta de un trabajo realizado por Axel Rivas, director de la Escuela de Educación de la Universidad de San Andrés, quien realizó una síntesis de las informaciones existentes en el ámbito científico sobre la cuestión de la escuela como espacio de contagios de coronavirus.
El medio argentino recuerda que en repetidas ocasiones el gobernador de la capital argentina, Rodríguez Larreta ha afirmado que “la escuela no contagia”.
Rodríguez Larreta, agrega Página 12, ha declarado, además, que sus afirmaciones se fundan en “datos”.
Se trata, agrega el medio de prensa de “dos afirmaciones que quedan fuertemente en duda si se atiende a la extensa lista de investigaciones, realizadas en todo el mundo, sobre el impacto de la educación presencial en el marco de la pandemia de Covid 19”.
En el estudio desarrollado por Rivas, la conclusión inicial sobre esta cuestión es que «no es cierto que la literatura coincide en que “cerrar escuelas no baja el contagio”, ni tampoco lo contrario».
Al fundamentar su evaluación, Rivas agrega que para arribar a la conclusión de que las escuelas no contagian, es necesario entender que «el mayor problema es aislar la variable ‘cierre de escuelas’ de otras medidas» y afirma “que quien mejor lo logró encontró un alto impacto en reducción de contagio y muertes».
El estudio de Rivas se basa en los materiales publicados a partir de estudios científicos, fundamentalmente europeos, que confirman la correlación entre escuelas y contagios.
Rivas hizo especial seguimiento de estas publicaciones científicas, entre ellas, la más popular, The Lancet, que agrupa datos de 131 países, además de estudios norteamericanos.
En este sentido, Rivas recalca que «muchos estudios indican que el contagio es mayor fuera de la escuela que dentro de la escuela», lo que llevó a muchos especialistas a concluir que «parecen ser más efectivas las cuarentenas fuertes globales que el cierre de escuelas aislado de otras medidas».
Sin embargo, agrega, Página 12, el resultado político-práctico de esta conclusión ante la segunda ola, fue el inverso al que plantean los que se oponen a las restricciones sanitarias en Argentina: se adoptó el cierre de escuelas junto a cuarentenas fuertes destinadas a frenar la ocupación crítica de las terapias intensivas. Rivas resalta que eso es lo que han hecho «en 2021: Francia, Inglaterra, Alemania, Portugal, Chile, Uruguay, entre otros».
Rivas en su informe destacó que «otros países mantuvieron cierres casi constantes desde 2020 como México o Brasil y casi toda América Latina está en estos momentos con escuelas cerradas (con excepción de Nicaragua y Cuba)».
Evidencias estas que ponen entre signos de interrogación la cuestión del “supuesto alineamiento ideológico con las medidas adoptadas”.
La excepción a lo anterior, Rivas solo pudo constatarla en España, “que no cerró con segunda/tercera ola (pero nunca tuvo la cantidad de casos de Argentina ahora o de otros países vecinos), y Suecia, que cerró las secundarias.»
Al cotejar las decisiones en función del número de contagios por día, Rivas resaltó que no logró «encontrar ningún sistema educativo nacional, o subnacional, que haya mantenido escuelas abiertas con más de mil casos cada 100 mil habitantes por semana (como ocurre en CABA ahora). agradecido si lo encuentran», ironizó el experto.
La investigación de Rivas abarcó un análisis donde se identificaron “7.474 artículos, de los cuales se incluyeron 40, con datos de 150 países. De estos, 32 estudios evaluaron el cierre de escuelas y 11 examinaron las reaperturas”.
En la conclusión final del estudio Rivas señaló: “los estudios de cierre de escuelas estuvieron en riesgo de confusión y colinealidad debido a otras intervenciones no farmacológicas implementadas aproximadamente al mismo tiempo que el cierre de escuelas, y la efectividad de los cierres sigue siendo incierta. Las reaperturas de escuelas, en áreas de baja transmisión y con las medidas de mitigación adecuadas, no fueron generalmente acompañadas de un aumento de la transmisión comunitaria. Con evidencia tan variada sobre la efectividad y los efectos dañinos, los legisladores deben adoptar un enfoque mesurado antes de implementar el cierre de escuelas; y debería buscar reabrir las escuelas en épocas de baja transmisión, con las medidas de mitigación adecuadas”.