Por Pablo Silva Galván
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Necesaria, pero no urgente. Así definió una posible reforma del sistema de seguridad social el director en representación de los trabajadores, Ramón Ruiz. El tema desde hace unos meses se ha convertido en uno de los puntos recurrentes del debate político. Al punto que todos los candidatos dicen incluir en su programa propuestas para atender esa cuestión. Es seguro que el tema, junto con la educación y el trabajo, será uno de los que conciten la atención durante la campaña electoral. En este marco se inscribe el llamado de los directores sociales del Banco de Previsión Social (BPS) a un debate con los candidatos de todos los partidos.
La reunión contará con la participación de los cinco partidos que en la última elección lograron representación parlamentaria: Frente Amplio, partidos Colorado, Nacional, Independiente y Unidad Popular.
Ruiz dijo a Caras y Caretas que para llevar adelante una reforma primero se “necesita ser gobierno”. Recordó que ni el Frente Amplio ni ningún otro partido que gane las elecciones “puede impulsar una reforma. Esa reforma necesita un tratamiento parlamentario. No se pueden modificar las leyes de seguridad social con un decreto presidencial”.
La reforma no es urgente, “pero el hecho de que no lo sea no quiere decir que nos crucemos de brazos esperando a que llegue el momento de que, en lugar de desafíos, haya problemas. En seguridad social uno siempre tiene que resolver cosas para que no ocurran otras dentro de muchos años, porque no es recomendable que haya políticas de shock. Por ejemplo, las proyecciones que hace el BPS indican que por unos cuantos años el Banco de Previsión Social va a tener la misma situación que tiene hoy, pero dentro de un tiempo la asistencia financiera que hoy tenemos va a empezar a crecer. No tenemos que esperar a que eso ocurra. Aunque no es urgente, tenemos tiempo, es necesario lo antes posible empezar a ver qué cosas se pueden hacer para que no ocurra eso dentro de, digamos, 20 años. Si no lo hacemos lo antes posible, no va a pasar nada raro en los próximos 20 años, pero cuando se cumpla ese período va a ser más difícil tomar medidas, porque se van a tener que tomar sí o sí y de un día para el otro”.
“Si ya sabemos que por la relación activo-pasivo los que financian la seguridad social van a ser menos, y más los que reciben prestaciones, no tenemos que esperar a que ocurra, tenemos que empezar a trabajar desde ahora”, sentenció.
“Si sabemos que la asistencia financiera que recibe el BPS es la más baja que ha recibido en su historia, no podemos esperar a que esta sea más grande, porque entonces se hará más difícil procesar los cambios”, agregó.
“Hoy no son problemas, son desafíos. No son cosas que van a ocurrir mañana ni el año que viene, pero nos parece que es necesario comenzar ese diálogo lo antes posible. Y tomar las medidas que ahí se acuerden, a través del consenso, lo antes posible”, sentenció.
Tanto frenteamplistas como opositores hablan de la necesidad de reformar el sistema que año a año requiere de importantes refuerzos presupuestales. No obstante, y pese a que algunos dirigentes hablan de la necesidad de un “gran acuerdo”, las diferencias entre ambos son notorias.
El sistema de seguridad social, una construcción de más de un siglo de aportes, leyes y derechos, conoció dos grandes reformas a lo largo de su historia. Fueron el Acto Institucional 9 de la dictadura y la ley que creó las AFAP durante el segundo gobierno de Julio María Sanguinetti.
No obstante, Ruiz consideró positivo que el tema de la seguridad social haya entrado en la campaña electoral, ya que el sistema cuenta con más de un millón y medio de puestos cotizantes -como dependientes o no, pero que cotizan-, “tenemos unos 450.000 jubilados, casi 200.000 pensiones no contributivas, 460.000 asignaciones familiares, más de 30.000 seguros por mes, casi lo mismo de seguro de enfermedad. Es un sistema que involucra a los trabajadores, a los desocupados, a los jubilados, a los pensionistas, a las mujeres, a los niños, a las familias, por lo tanto, es un tema demasiado importante para que esté ausente en la campaña electoral”.
Por esa razón es que convocan al encuentro, previsto para el 21 de agosto, y que eso “se transforme en una señal democrática, de responsabilidad, de tolerancia, en algo que de alguna manera le dé un mensaje al conjunto de la sociedad de que los uruguayos somos capaces, en un tema que seguramente tenemos muchas diferencias, de estar juntos buscando los consensos, los acuerdos. A través del diálogo social, con participación de los sectores sociales, de los partidos políticos, de los técnicos, del gobierno, de toda la sociedad organizada. Un compromiso de responsabilidad para lograr estas reformas”.
Para el ministro de Trabajo y Seguridad Social se hace necesario un proceso de diálogo y reformas meditadas. “Uno de los problemas observados por los especialistas es el importante envejecimiento de la población uruguaya. Entiende que esto se debe encarar desde el diálogo social, con negociación, con reformas periódicas. Nosotros no somos partidarios de los shocks, de las leyes de urgencia ni de los decretos, sino que hay que verlo periódicamente de acuerdo a las circunstancias”, dijo hace unas semanas el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Ernesto Murro.
Tanto Luis Lacalle Pou como Ernesto Talvi han manejado la posibilidad de aumentar la edad jubilatoria, pero no han profundizado en otras medidas.