La reapertura de Disneyland Resort, que volvió a recibir chicos tras permanecer cerrado más de un año por la pandemia del coronavirus, despertó una nueva polémica por los clásicos de la empresa norteamerica y sus problemáticas representaciones, que fueron aceptadas por una parte de la población al momento de su filmación pero que hoy generan rechazo en buena parte de la sociedad.
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Esta vez, fue Blancanieves la quedó bajo la lupa del escrutinio público a raíz de la presentación de una nueva atracción en el parque. «¿Fue el del príncipe un beso no consensuado?», se preguntaron algunas organizaciones feministas que propusieron su cancelación al notar que el nuevo juego para los chicos incluía la escena final de la película de 1939.
«No está bien enseñarles a los niños a besar a la otra parte cuando no ha dado su aprobación, y si está dormida no la ha dado», escribieron por su parte las periodistas Katie Dowd y Julie Tremaine al presentar la nueva atracción. «Al paseo de Blancanieves le agregaron más magia, pero también un nuevo problema», titularon su nota, que se volvió viral rápidamente y avivó el debate en redes sociales.
La escena final de Blancanieves, cuando el Príncipe Azul besa a la joven princesa para despertarla de la supuesta maldición del sueño eterno, acumula críticas por quienes consideran que «un beso no consensuado es un problema muy serio de las películas clásicas de Disney».
Los medios locales sumaron además el testimonio de una mujer que llevó a su hijo al parque. Amanda Cruz contó que la atracción de la polémica despertó una «conversación incómoda con su hijo, quien le preguntó «¿por qué solo se besaban cuando ella dormía?». Señaló que 2021 «es el año en que los temas de consentimiento y racismo se discuten en casa, pero no se reflejan en los parques de diversiones».
Argentina tampoco estuvo exenta del debate. Lila Siegrist, asesora experta en Análisis de Gestión Cultural de la Jefatura de Gabinete de la Nación, aseguró en declaraciones radiales que hay que revisar el clásico «por lo que simbolizan estas escenas en los niños y las niñas”.
“Esos repertorios tienen una tradición y hay que reformularlos. Lo cierto es que la historia tiene vastos ejemplos que ponen en riesgo el deseo de la mujer, promueven el sometimiento y lugares que no están buenos para la construcción de una sociedad más justa y equitativa”. Sin embargo, advirtió que el debate “es atinadísimo pero hay que saber hasta dónde dar la discusión”.
Las imágenes propagadas por los clásicos de Disney son debatidas hace tiempo. En 2019, la empresa resolvió con un aviso los problemas que puede tener por reproducir contenido antiguo que avala el racismo, el machismo, la discriminación étnica y otras formas de violencia.
Películas como como Dumbo, Peter Pan y Los Aristogatos ahora se reproducen con una leyenda que indica: “Este programa está presentado como fue creado originalmente. Puede contener representaciones culturales anticuadas».