El eje de la protesta del 7 de setiembre es el Supremo Tribunal Federal por su investigación sobre el bolsonarismo, la fábrica de fake news (noticias falsas) y los movimientos supuestamente golpistas para que el Ejército invada la corte.
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Uno de los convocantes en las redes sociales es el coronel Aleksander Lacerda, comandante de siete batallones de la policía militarizada de San Pablo que horas después fue destituido del cargo por el gobernador paulista, Joao Doria.
“(Este levantamiento) puede ocurrir en el estado de ustedes. Aquí tenemos la inteligencia de la Policía Civil (investigaciones), que indica claramente el crecimiento de este movimiento autoritario para presionar a gobernadores e intendentes”, dijo Doria durante una reunión del foto de gobernadores realizado en Brasilia.
La marchas están convocadas en Brasilia y San Pablo para el 7 de setiembre, Día de la Independencia brasileña.
Bolsonaro y sus secuaces
Bolsonaro repudió la detención del diputado Daniel Silveira, famoso por haber roto una placa con el nombre de la concejala asesinada Marielle Franco, del bloguero Oswalgo Eustaquio y del exdiputado Roberto Jefferson, todos por decisión del juez supremo Alexandre de Moraes.
“No podemos aceptar pasivamente esto diciendo ‘a mí no me va a tocar’, porque esto le puede llegar a todos”, afirmó el presidente Bolsonaro a una radio de San Pablo.
La amenaza de levantamiento tuvo su pico con los mensajes en Facebook este domingo y lunes del coronel policial paulista Lacerda, quien acusó a su jefe, el gobernador Doria, de haber sido “blando contra la izquierda” y que para “derrocar la hegemonía izquierdista en el país es necesario un tanque y no un carrito de helados”.
“El clima va a calentarse. La libertad o se gana, se toma. Voy el 7 de septiembre”, dijo el comandante de las policías militares, que cuentan entre sus filas a parte de la fortaleza bolsonarista pese a que, por ser agentes de seguridad, no pueden hacer política.