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Columnas de opinión | Lacalle | Dubái | plan del gobierno

El súbito enamoramiento de Lacalle por Dubái

Por Linng Cardozo

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Caras y Caretas Diario

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El enorme edificio se iluminó plenamente. Y de allí surgieron los haces de luz que conformaron el pabellón de la patria. Claro: el gesto luminoso no fue gratis. Alguien tuvo que pagar 60.000 dólares para iluminar patrióticamente ese edificio. No era el Burj Khalifa, una torre de 830 metros de alto, que domina el paisaje lleno de rascacielos y que a sus pies se encuentra la Fuente de Dubái, con coreografías de chorros y luces al ritmo de la música.

Desde este edificio iluminado con los colores de la bandera uruguaya se pueden observar las islas artificiales, un centro turístico con agua y parques de animales marinos. La riqueza de Dubái parece obscena (y muy atractiva).

Vuelo al desierto

En febrero pasado, Lacalle Pou viajó a Emiratos Árabes Unidos, explicando que la visita se enmarca en el plan del gobierno de mayor inserción internacional. Su esposa, Lorena Ponce de León, ya había estado en la Expo Dubái inaugurando el stand del programa Sembrando, que impulsa, dentro del pabellón nacional. Tras mantener reuniones con altas autoridades del país, participó en un video promocional que fue difundido ampliamente por la cuenta oficial de la exposición universal.

Dubái es uno de los siete emiratos que integran desde 1971 los Emiratos Árabes Unidos.

Junto con Lacalle viajaron empresarios de diversos rubros. Y también volaron integrantes del think tank conservador Ceres (el mismo que dirigió Ernesto Talvi). Ahora liderado por Ignacio Munyo (economista que fue jerarca de la Universidad de Montevideo), Ceres tuvo una activa presencia en Dubái, que se expresa en acuerdos e intercambios diversos. La idea -además de ser seducidos por el hermoso aroma que despiertan los petrodólares- es lograr financiamiento para proyectos de investigación y cooperación empresarial. En Ceres trabajan Daniel Supervielle (asesor del Mides y autor de un libro sobre Lacalle Pou) y Nelson Fernández (director de informativos en canal 10).

El gobierno prioriza -y así lo dijo- el relacionamiento con zonas del mundo con tres condiciones: que tengan dinero, quieran invertir en plazas seguras y con estabilidad, y que ya tengan lazos diplomáticos y bilaterales entre los países. (Desde hace varios años, Dubái es un destino frecuente de caballos pura sangre de Uruguay. Incluso un caballo uruguayo, “Soy Libriano”, logró el primer lugar en una carrera de 1.800 metros en ese lugar. Hay una fuerte exportación equina hacia ese país). Los reiterados viajes a Dubái tuvieron su premio: la World Government Summit Organization (WGSO), “una organización global, neutral y sin fines de lucro” que se dedica a forjar “el futuro de los gobiernos”, resolvió en su reunión anual en Dubái entregarle la distinción a la Mejor Ministra de Estado a nivel global a Azucena Arbeleche, ministra de Economía y Finanzas. Todo ganancia.

Pero este movimiento de Lacalle obedece a otros motivos, no tan visibles: la inserción del gobierno uruguayo en la nueva arquitectura de la seguridad en la región, liderada por Estados Unidos e Israel.

Petrodólares y pólvora

Obsérvese el mapa de esa región. Emiratos Árabes Unidos tiene la llave de la salida de los barcos petroleros que salen de los puertos que dan al golfo Pérsico. Frente a los emiratos, está Irán, un peligro para la “seguridad” en la región por su potencial nuclear. En ese marco, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita, que está pegado, entre el golfo Pérsico y el mar Rojo, tienen una guerra de largos años contra los hautíes que gobiernan Yemen, país altamente influenciado por Irán. Los dos países árabes no quieren saber nada con unos proiraníes en esa región y menos lo quieren Estados Unidos e Israel. Ambos países árabes son permanentes compradores de armas. Los fabricantes bélicos del mundo también van a besarles el turbante a los jeques. (No es casual que en Dubái viva actualmente el otrora rey Juan Carlos de España. Tras los juicios sufridos en su país, Juan Carlos se refugió en un país conocido, conocido por los petrodólares y porque Emiratos Árabes Unidos le compra armas a España. Entre el 6 al 9 de marzo pasado se realizó en Riad -Arabia Saudita- la primera edición del ‘World Defense Show’, un evento patrocinado por el régimen de Salman bin Abdulaziz. Según datos de los organizadores, se apuntaron 11 empresas españolas. No es casual que España haya reconocido por estos días a Marruecos, que tiene potestades sobre el Sahara, eliminando así un viejo pleito diplomático).

No es casual que en varias casacas de clubes importantes de fútbol en el mundo figure la publicidad de Emirates, la compañía aérea de EAU. (Desde Barcelona a River Plate argentino). No es casual que EAU mantenga vigorosas conversaciones con diversos países de América Latina (Argentina, México, Paraguay, Colombia, Costa Rica, etc.) con el objetivo no explicitado de no aislarse, ya que los bombardeos que llevan a cabo con Arabia Saudita a Yemen provocaron, por ejemplo, la muerte de 10.000 niños en 8 años, según datos de Unicef. Con petrodólares pretenden tapar la masacre.

La nueva seguridad en la zona

No es casual que en la misma semana que el presidente Lacalle visitara Dubái, a pocos kilómetros de allí, en el lujoso hotel del kibutz Tzdé Boker -Israel- los cancilleres de EEUU, Israel, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Marruecos y Bahréin formalizaran una alianza clave para la región. Arabia Saudita -aliado de EAU en la masacre en Yemen- y Jordania no estuvieron en la cumbre, pero apoyan la iniciativa. La semana pasada en el semanario Búsqueda, el columnista Eduardo Zalovich escribió que la nueva alianza es una respuesta a la “amenaza de Irán, con su agresivo expansionismo”. Irán, entonces, “ha terminado de consolidar esta postura” aliancista en la región. (Adviértase la operación a EAU y Arabia Saudita contra los yemeníes amigos de Irán). Zalovich dice que “hay una evidente conjunción de intereses” entre los aliancistas y, a renglón seguido, reconoció que “no existen democracias en el mundo árabe”. Lo que importa son los intereses, no los valores. Zalovich dice que Hezbolá y Hamás -que controlan el sur libanés y la franja de Gaza- “condenaron” el nuevo acuerdo entre Israel, Estados Unidos y algunos países árabes. (Obsérvese otro dato brindado más arriba: España y Marruecos encaran un nuevo relacionamiento. Marruecos estuvo en la cumbre de Israel. Además, este país hace tiempo que fue elegido por los jeques de Arabia Saudita para pasar los veranos. Tienen una impresionante mansión fuertemente custodiada, en Casablanca). Geopolítica al palo.

El movimiento de Lacalle -un “amigo” de Israel, según sus propias palabras- debe inscribirse en un movimiento geopolítico más amplio. Fortalece sus lazos con Tel Aviv y con EEUU y les abre los brazos a inversores. Y se verá, luego, si se vende algún equino a los jeques que se divierten con carreras de caballos mientras compran armas para masacrar un país vecino.

Fuentes consultadas

https://www.publico.es/politica/gobierno-subvenciona-participacion-lobby-armamentistico-espanol-feria-defensa-arabia-saudi.html

https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-60785780

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