Busco y, por ejemplo, el analista internacional Raúl Sohr, desde EEUU, advirtió que lo más grave del conflicto es que “no se vislumbra una salida”. Lo único peor que el pesimismo es la resignación. Pero António Guterres, secretario general de la ONU, dice que la actitud del Gobierno de Israel es insostenible. Igual Josep Borrell, comisionado de Relaciones Exteriores de la Unión Europea.
Es muy triste que cuando uno se moviliza y quiere actuar cae en este saco de verdades a medias y mentiras… Es más, se confunden conceptos: Hamás con palestinos, habitantes de Gaza con terroristas, árabes y persas, israelíes, israelitas y ambos con partidarios de Netanyahu, cuya popularidad en Israel cae día a día. Basta no decir amén a sus actos y uno puede ser tildado de antisemita, antijudío o, igual de injusto, enemigo del Estado de Israel.
Todos habremos cometido errores en nuestras expectativas y esperanzas. Junto a un grupo de compatriotas como Marisa Ruiz, León Lev y Leonel Groisman integramos una comisión en contacto con amigos en Israel, al frente de quienes está Edy Kaufman, que tanto se jugó por todos nosotros en los setenta… También integramos el Consenso Latinoamericano por la Paz Israel Palestina. Tuvimos una actividad conmovedora en el paraninfo de la Universidad.
Edy acaba de recibir un nuevo galardón por su lucha por la paz… y alienta a muchos dentro y fuera de Israel. Mientras tanto, lo digo a título personal, pero quiero señalarlo porque creo que realmente no ayuda, algunos grupos de la colectividad judía galardonan a la senadora Bianchi con el Premio Jerusalén. En año electoral, y una personalidad que no controla ni su propia colectividad, salió por televisión a crear una brecha en la sociedad sobre el tema.
No, Sra. senadora, la paz en Medio Oriente es un tema que debe unir a todos, no dividirnos innecesariamente. Menos aún con agravios y descalificaciones, o sea, uso electoral del tema a semanas de la primera de las cuatro convocatorias electorales que se vienen.
Por eso me puse a hurgar entre los papeles y encontré algo… De esas cosas que a uno le hacen ver luz en medio de tanta humareda de bombas y misiles. Empieza con una historia de muertes, las de las hijas de dos padres unidos por el dolor. Uno palestino y el otro israelí. Hermanados por la misma muerte de sus hijas. Bassam Aramin, un musulmán palestino, y Rami Elhanan, un judío israelí, perdieron a sus pequeñas hijas en el conflicto de Medio Oriente.
Ambos viven en Israel, donde mucha gente podría esperar que actuaran como enemigos después de años de tragedias. Pero, en lugar de buscar venganza, Bassam y Rami eligieron un camino diferente: la paz y la amistad.
Creo que me enteré por el propio Edy. Pero empecé a seguir la noticia luego que el papa Francisco los recibiera para alentarlos en su lucha y felicitarlos. Ninguno de los dos es cristiano, pero el testimonio de su vida es patrimonio de quienes aman la paz en este mundo.
Esta es la otra cara de la guerra. La que nos permite alentar la idea de que sí hay un futuro a construir.