El pasado 30 de abril, la embajada cubana en Estados Unidos fue objeto de un atentado por parte de un individuo que disparó 32 proyectiles con un fusil AK-47 contra la sede de la embajada de Cuba en Washington, alegando además tener intenciones de matar.
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Durante la intervención de la embajadora Ana Silvia Rodríguez Abascal en el marco del tratamiento del Tema 84 de la Agenda de la ONU («Examen de medidas eficaces para mejorar la protección y la seguridad de las misiones y los representantes diplomáticos y consulares») la representante permanente alterna de Cuba ante la ONU denunció que el pasado 22 de julio un gran jurado federal estadounidense imputó cuatro delitos al autor del atentado, entre los cuales no se encontraba el de la Sección 1116 del capítulo 18 del Código Unifica, de acuerdo al cual ese delito debía ser calificado como una acto de terrorismo.
La representante cubana expresó que al omitir calificar ese ataque como un acto terrorista, el gobierno de Estados Unidos actúa con una clara motivación política e ignora la aplicación de convenciones internacionales que protegen a los agentes diplomáticos contra actos de esa índole.
Rodríguez Abascal añadió que el silencio de Washington sobre ese punto, puede convertirse en acicate para los que identifican las redes diplomáticas como objetivos para perpetrar ataques violentos o terroristas.
En consecuencia, la representante de Cuba exhortó al respeto, aplicación y cumplimiento estricto de todos los principios y normas del derecho internacional que garantizan la inviolabilidad de los locales de las misiones diplomáticas, consulares y de las misiones permanente con ese carácter ante las organizaciones internacionales.
Recordó la trayectoria de condena inequívoca por parte de Cuba a este tipo de actos, subrayando que en La Habana existe un clima de tranquilidad y seguridad para el desempeño de las funciones diplomáticas de todos los Estados y organismos internacionales.