En diálogo con Caras&Caretas, Juan Antonio Vigar y José Luis Rebordinos, directores de los festivales de Málaga y San Sebastián reflexionaron sobre la irrupción de las mujeres en el cine y las desigualdades de género, el auge de las extremas derechas, el impacto de la inteligencia artificial y el desafío urgente de sostener la dimensión social y transformadora del arte.
Para Juan Antonio Vigar, director-gerente de Málaga Procultura del Ayuntamiento de Málaga, que integra al Festival de Málaga el cine “ha evolucionado a ser un testigo de la realidad que vivimos”.
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— Creo que las historias que hoy se cuentan son historias que tienen que ver directamente con las problemáticas de esta sociedad, en aquello que afecta a lo colectivo y a lo personal. En una sociedad tan urgente como esta, tan acelerada y volátil, creo que la gente de la cultura y el audiovisual en concreto, está intentando encontrar cuál es su lugar en el mundo, es decir, cuáles son los problemas que te atañen desde el punto de vista personal.
Por eso hay muchas películas que abordan temáticas que tienen que ver con situaciones de discapacidad, situaciones de marginación, violencia sexual, igualdad de género.
Y luego, evidentemente, también son testigos de una, como decía antes, una situación social convulsa.
Aparecen muchas películas que dan testimonio de realidades, de comunidades, de lugares concretos en los cuales las injusticias o la falta de sensibilidad institucional están muy presentes.
Es obvio que la historia, en el caso de España también pesa porque está ahí, porque es frecuente también que encontremos temáticas que tienen que ver con nuestra historia reciente, pero básicamente la mirada está más enfocada a la realidad actual.
Me parece que en ese sentido el cine está ganando utilidad social
José Luis Rebordinos, director del Festival Internacional de Cine de San Sebastián, está de acuerdo con Vigar; agrega que para él tiene especial importancia la lucha de las mujeres.
— En España, como en toda Europa, intuyo que en el mundo la mujer se está incorporando al cine con mucha fuerza.
En España hay una serie de normativas ahora que hacen que las películas hechas por mujeres o por equipos femeninos tengan más puntuaciones para subvenciones y tal.
Entonces hay una serie de temas que están apareciendo con la maternidad, los abusos sexuales, etc; ahora, al haber una mayor cantidad de mujeres produciendo, dirigiendo, pues hablan de algunos temas que tienen un componente directo, que tiene que ver con sus vidas, que antes no se veía. Hay muchos tipos de cine, pero hay un cine con mucha fuerza que está en los festivales, que es el que es una radiografía de su tiempo.
Pero lo colectivo puede ser la guerra de Gaza, o puede ser el desempleo en Estados Unidos, o la inmigración. Pero puede ser también esa historia de esa mujer sorda, que es una película que triunfó en Málaga, que tiene un niño y tiene que ver cómo puede, siendo sorda, educar a ese niño en un mundo de gente que oye.
Haciendo un poco de “abogada del diablo” señalo que este tipo de leyes, que “favorecen” o tratan de promover la presencia de mujeres en distintas esferas del arte, también ha suscitado muchas críticas en relación a cuál es el lugar del hombre.
¿Los hombres se sienten amenazados por esta situación? ¿Hay discriminación hacia ellos?
Para Vigar, existe “una situación, un desequilibrio en la igualdad de género tan flagrante, hay que ser conscientes de que eso se tiene que corregir”; “a veces no te queda más remedio para poder equilibrar la balanza”, agrega Rebordinos.
El director del Festival de Cine de Málaga considera que “lo que no puede ser es que algunos se parapeten en ese hecho para hablar de una “discriminación del hombre”:
— Yo creo que ese principio de acción/reacción que se suele producir en todo este tipo de fenómenos existe, pero también es verdad que a veces se intenta magnificar desde el punto de vista de los hombres. Cuando vienes de una situación donde la mujer solo representa el 15 % de la industria del cine, pues a veces tienes que reaccionar. Nosotros hemos tenido este año en la sección oficial de la competición un 66% de películas dirigidas por mujeres. Es un porcentaje de dos tercios. Bien podrían decir que se ha hecho esa selección pensando en que eran mujeres y por eso nosotros hemos quedado en una posición subordinada. No fue así y creo que San Sebastián nosotros seleccionamos en función de la calidad y una vez que hemos terminado de seleccionar, vemos quién ha dirigido la película. Y en esta ocasión fue exactamente así.
Deberíamos alegrarnos de que la mujer está dando pasos adelante para hacer visible su talento, su mirada del mundo, su manera de narrar y que eso es lo que les está situando en una posición cada vez de mayor igualdad.
Yo veo muy difícil mantener un 66%, pero si nos quedáramos cerca del 50 y de la paridad, creo que sería una situación realmente maravillosa, hay que entender que la mujer está haciendo mucho esfuerzo y está ganándose su sitio a base de talento y de capacidad de contar historias que interesan.
Rebordinos recordó una frase, que no recuerda quién pronunció, pero consideró perfecta para explicar ese resentimiento masculino que suscita la presencia de mujeres en los espacios otrora masculinos:
“Cuando ya no quede en puestos de responsabilidad ningún hombre estúpido, aceptaré que me digan que pusieron una estúpida en un puesto de responsabilidad”, “¡Vamos! Había años que tenías, de 17 películas, una dirigida por una mujer”, sentenció.
El lugar de la Guerra Civil Española y el franquismo en las narrativas españolas actuales a 50 años del proceso de reapertura
Señalé que me llamó la atención que de seis películas expuestas, tres se desarrollan en un contexto relacionado con la Guerra Civil Española. Ambos consideran que si bien utilizan ese contexto no “son sobre”. De todas formas les pregunté, a 50 años del proceso de reapertura democrática en España, cómo ven a la sociedad española en relación a ese proceso traumático.
Vigar consideró que el tema está presente, “no tanto por las secuelas de la guerra, sino porque los movimientos de ultraderecha están volviendo a sacralizar lo que fue la guerra y la dictadura.”
Para Rebordinos, es una situación muy grave para España y el mundo el auge de las extremas derechas:
— Hace muchos años que no se usaba el franquismo y ahora, por un lado ha aparecido un movimiento de extrema derecha muy fuerte en la gente joven, que les da igual democracia que dictadura, no entienden la diferencia y reivindican a Franco.
En España hay algo así como 4 millones que votan a Vox, que es un partido de extrema derecha que para mí tendría que ser ilegal, pero no quiere decir que haya 4 millones de fascistas en España. Creo que hay desinformación, hay cabreo, hay enfado, etc. Creo que vivimos un momento complicado por el auge de la extrema derecha en todo el mundo.
Sin embargo, creo que la mayoría de la ciudadanía española es demócrata.
La respuesta del arte al fascismo
Les consulto entonces, cuál es el rol del arte frente al auge de la extrema derecha. Rebordinos considera que el arte debe defender, ante todo, los derechos humanos.
— Creo que los festivales son para toda la gente que es demócrata. No tenemos que ser partidistas: yo tengo mi forma de entender el mundo, respeto al que es conservador y al que es progresista, todos tienen un sitio; en lo que tenemos que ser muy firmes es en la defensa de los derechos humanos. Por eso nos definimos en contra del genocidio de Gaza, o apoyamos el derecho al aborto en Argentina.
No podemos permitir, mirando a otro lado, que Trump se carga a un señor porque va a una lancha diciendo que es narcotraficante, (que igual no lo es). Entonces, ante esas cosas, creo que la cultura tiene que estar enfrente. Tú hablas de la cultura como algo que nos hacía mejores [dijo a su compañero Vigar, que rápidamente toma la palabra].
Vigar cree que la cultura es muy importante para la transformación:
— Yo siempre he definido la cultura como un instrumento para la transformación intelectual y emocional de las personas. Creo que eso es lo que define al final a sociedades más reflexivas y más libres. Nosotros en los festivales no podemos aspirar a cambiar el mundo, pero sí podemos aspirar a cambiar nuestro entorno, aquella área de influencia en la que tenemos esa capacidad de contar e invitar a la reflexión.
Esa es la gran responsabilidad que tiene la cultura.
Y pienso que si en estos momentos, en algunos países, la cultura está sitiada, lo que tenemos es que darle la vuelta a esa palabra y convertir a la cultura en el sitio del encuentro, de la reflexión, del diálogo y de la transformación social.
Por eso digo que nuestra responsabilidad es seguir alimentando la reflexión en la sociedad, que es la única manera de conseguir una transformación eficaz.
El desafío de la Inteligencia Artificial
Un tema candente en el mundo de la creación y para los artistas es la inteligencia artificial. Les pregunté qué lugar tiene el cine en medio de estos cambios veloces en el consumo de contenido.
Vigar considera que cada tiempo necesita su propio lenguaje.
— El cine convencional nos ayuda a crecer cultural y emocionalmente, pero las nuevas generaciones han encontrado en estos formatos (reels de un minuto, por ejemplo) una vía para expresar lo que sienten e inquieta. Si lo hacen y llega, ya merece la pena. En el Festival de Málaga tenemos un proyecto llamado Hack para creadores de contenido digital. En una convocatoria en Iberoamérica, 18.000 personas se interesaron. Elegimos 20 talentos que demuestran que, gracias a la democratización de la tecnología, se pueden hacer cosas muy estimulantes y valiosas con recursos mínimos.
Rebordino concluye que “las películas, no van a desaparecer”.
— Todo puede ser bueno o malo, es cómo lo utilices. Y lo mismo pasa con la IA. No me preocupa la IA, ya que lleva usándose mucho tiempo.
Para Vigar, el uso de la IA depende “como todo”, de cómo lo utilicemos.
— Mucha gente se preocupó por la llegada de las plataformas, pero lo que cambió todo es la posibilidad de ver una película con calidad en un dispositivo electrónico.
La IA tiene cosas muy positivas para el audiovisual si se usa bien. Lo malo es usarla para eliminar la creatividad humana, hacer un producto barato y que todas las películas sean iguales.
La IA bien usada es una herramienta que un profesional creativo maneja. Creo que va a dar muchas posibilidades al cine. De hecho, en las bases de nuestro festival pedimos que se indique qué porcentaje de la película se ha realizado con inteligencia artificial y en qué áreas, porque es información importante.
“Nos salvamos juntos”
Consultados sobre el vínculo entre España y América dijeron sentirse como en casa:
— Nos sentimos en casa aquí, y ellos en España. Tenemos relaciones culturales, sociológicas y económicas. Además, compartimos una lengua común, lo cual es fundamental. Si hablamos de industria, somos un mercado único de más de 500 millones de personas de habla castellana. — señaló Rebordinos. — El Festival de Málaga es de cine español y cine en español, y el nuestro (San Sebastián) tiene la sección Horizontes Latinos, con una gran presencia latinoamericana. Tenemos foros de coproducción y proyectos de industria conjuntos.
Para Vigar es clave el intercambio:
— Nosotros nacimos para ser útiles al cine español. Pero con el tiempo, percibimos que la conexión con Iberoamérica era muy estrecha por las coproducciones y la identidad cultural. Decidimos dar un paso adelante y abrazar el cine iberoamericano, dándole gran protagonismo. Esto genera lazos más estrechos y cimientos industriales sólidos. Si no nos salvamos juntos, no vamos a salvarnos ninguno, porque somos parte de una misma identidad.
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El Festival MASS, producido por OrcaFilms , presenta seis largometrajes galardonados en las más recientes ediciones del Festival de Málaga y el Festival Internacional de Cine de San Sebastián, dos de los encuentros cinematográficos más importantes del mundo del habla hispana.
La Cinemateca será sede de esta nueva edición, que será presentada por Jose Luis Rebordinos, director del Festival de San Sebastián, y Juan Antonio Vigar, director general del Festival de Málaga.