La investigación que sustenta y contiene a la muestra, resaltó Bausero, fue todo un desafío. "Existe un listado de mujeres que participaron activamente en las etapas iniciales del taller, otras cuyos registros están ausentes, y algunas que se incorporaron en un segundo momento tras el fallecimiento de Torres García".
A partir del resultado de este trabajo, la muestra fue estructurada en dos períodos. El primero de ellos comprende "el período constructivista de cada una" de las artistas, "ya sea en el taller de Torres o en otros espacios". Y el segundo período "aborda un período posterior en el cual muchas de estas mujeres desarrollaron su propio lenguaje artístico".
Este colectivo de artistas, siguió Bausero, "emergieron en una época del siglo XX que precedió a las manifestaciones más radicales del feminismo. Los testimonios de las artistas que vivieron en este período convergen en señalar que las responsabilidades vinculadas al hogar, tales como el matrimonio, las labores domésticas, el cuidado de los hijos, y las tareas del hogar, actuaban como barreras que les impedían dedicarse plenamente a las prácticas artísticas. No obstante, algunas lograron sobreponerse a la cultura impuesta y desarrollarse artísticamente".
La condición particular de ser mujeres creadoras "canalizó que muchas veces ellas se desarrollaran a través de trabajos en diversas disciplinas como cerámica, escultura, tapicería, juguetería y orfebrería entre otras manifestaciones, enfoque que nos lleva a reflexionar sobre el concepto de "arte total", que posibilitó y facilitó la salida de artistas a través de las artes aplicadas".
Dentro del Taller Torres García, "las enseñanzas del artista se enmarcaban en un humanismo aparentemente igualitario. A pesar de las aparentes igualdades dentro del taller, la vida en pareja, en ocasiones con otros artistas, las relegaba a un segundo plano. Este complejo entramado de experiencias, presente aún hoy, destaca la necesidad continua de abogar por la igualdad de género".